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La crisis humanitaria en Gaza por dentro: “Los niños llegan desnutridos a los hospitales”

El enclave palestino se encuentra al borde de la hambruna. Un médico gazatí cuenta que los bombardeos israelíes no cesan y que "todo es un desastre". Un ejecutivo de Cáritas dice que ya no hay ley en Gaza, y una funcionaria de la ONU alerta sobre el hambre que sufre la población. Esto en medio de las negociaciones para un alto el fuego.

Imagen del 25 de julio de 2025 de un niño palestino desplazado que sufre desnutrición y parálisis cerebral visto dentro de una escuela convertida en refugio, en el noroeste de la Ciudad de Gaza. Foto: Xinhua Rizek Abdeljawad

“Aquí estamos, un día más en Gaza, cada día es una lucha por todo”, dice a La Tercera el doctor gazatí Refaat Alathamna. “Hoy día salí temprano hacia otra ciudad, porque acá todas quedan cerca, pero el camino está destruido. No hay forma de movilizarse, no hay gasolina, diésel, tampoco autos o incluso un burro. Iba a buscar agua, porque se encuentra cortada, pero no encontré. Todo es un desastre. Aparte de eso, los bombardeos no cesan, y ocurren en la mañana y en especial en la noche. Y en medio de todo luchamos todos los días para conseguir comida, debido a la gran crisis y por el bloqueo (de Israel)”, continúa.

La situación que relata Alathamma es una muestra de la creciente crisis humanitaria que viven los casi dos millones de habitantes de la Franja de Gaza, los que cuales se encuentran al borde de la hambruna total, según la alerta de Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria, que destaca que dos de los tres umbrales de hambruna se han superado en algunas partes del enclave palestino, y organizaciones como la FAO, el Programa Mundial de Alimentos y Unicef advierten que se agota el tiempo para organizar una respuesta humanitaria a gran escala.

Imagen del 27 de julio de 2025 de palestinos cargando sacos de harina después de que la ayuda humanitaria entrara en Gaza a través de un paso fronterizo, en Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza. Foto Xinhua Rizek Abdeljawad

De hecho, el Ministerio de Salud de Gaza informó que 154 personas, incluidos 89 niños, ya han fallecido por desnutrición, la mayoría en las últimas semanas. Desde el inicio de la guerra, los ataques israelíes han causado la muerte de al menos 60.138 palestinos y herido a más de 146.000, según el Ministerio de Salud de Gaza. Se estima que 1.139 personas murieron en Israel durante el ataque liderado por Hamas el 7 de octubre de 2023, y más de 200 fueron secuestradas.

Tras un bloqueo total en marzo y abril, con restricciones a la aprobación del contenido y la circulación de los convoyes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció a mediados de mayo que los envíos de ayuda humanitaria se reanudarían debido a la presión internacional ante una “crisis de hambruna”. Y, junto con los estadounidenses, estableció un nuevo sistema de distribución de ayuda a través de la llamada “Fundación Humanitaria de Gaza” (FGH), destinada a sustituir la red de ayuda gestionada por las Naciones Unidas.

La ONU y otras agencias no cooperan con el sistema de la FGH, que, según afirman, es inhumano y militarizado. Más de 1.000 palestinos han muerto a tiros intentando llegar a los cuatro emplazamientos de la FGH, según Naciones Unidas.

magen del 27 de julio de 2025 de personas esperando la ayuda humanitaria lanzada por un avión, en la Ciudad de Gaza. Foto: Xinhua Rizek Abdeljawad

A lo anterior se suma que el Ejército israelí comenzó el 27 de julio una pausa táctica local en la actividad militar con fines humanitarios de 10:00 a 20:00 en las zonas de Al Mawasi, Deir al Balah y Ciudad de Gaza, para aumentar la ayuda humanitaria que entra en Gaza.

Otras medidas anunciadas incluyen lanzamientos aéreos diarios, cada uno con siete palets de harina, azúcar y alimentos enlatados, la reconexión del tendido eléctrico de Israel a la planta desalinizadora del sur de Gaza, el levantamiento de las barreras aduaneras para alimentos, medicamentos y combustible procedentes de Egipto, y la designación de rutas seguras para los convoyes humanitarios de la ONU.

Niños con desnutrición

“Aquí casi no hay nada. Los mercados apenas tienen unos tomates, y el kilo ahora cuesta entre US$ 25 y US$ 30. Es sumamente caro y hay pocas ayudas que están entrando, pero todas son saqueadas, porque no las aseguran. Cuando entran los camiones, estos son atacados de distintas formas, ya sea por los grupos armados protegidos por Israel y también por algunos criminales drogadictos armados, también por la gente que está hambrienta”, indica el doctor Alathamna.

Niños palestinos desplazados vistos en un refugio, en el oeste de la Ciudad de Gaza. Foto: Xinhua Rizek Abdeljawad

“Algunos camiones entran por esas zonas de campamentos muy grandes. La gente come en esos camiones. Y normalmente, los que consiguen, consumen algo y vienen a vender en unos puestos en las calles algunas latas de garbanzos, porotos, algo de azúcar, que un kilo llega a costar US$ 150. La gente compra por gramo. Así que todos los días hay que ir a buscar si hay en el mercado algo robado para comprarlo. Comprar unos granitos de azúcar para hacer un té. Todo está desaparecido. No encontramos cebolla, ajo, ningún tipo de frutas, leche, huevo, carne, pollo, queso. No hay nada”, se lamenta.

“Hay una ausencia de ley en Gaza. Las agencias de la ONU están haciendo todo lo posible para traer ayuda, pero nunca es suficiente. Entonces, ¿qué está sucediendo? La gente espera estos convoyes de camiones que traen las agencias de la ONU, y algunos se suben a ellos para intentar conseguir harina o comida. Lo que llamamos autodistribución, y hay pandillas que intentan controlar estos camiones. A veces saquean los camiones durante el trayecto para aprovecharse de la ayuda y venderla a precios muy altos”, explica a La Tercera Anton Asfar, secretario general de Cáritas Jerusalén.

Imagen del 27 de julio de 2025 de palestinos cargando sacos de harina después de que la ayuda humanitaria entrara en Gaza a través de un paso fronterizo, en Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza. El Ejército israelí anunció el domingo una pausa humanitaria diaria de 10 horas en sus operaciones en partes de la Franja de Gaza, junto con la apertura de rutas seguras para la entrega de ayuda, en medio de la creciente presión internacional por la agravación de la crisis alimentaria allí. Foto: Xinhua Rizek Abdeljawad

La directora ejecutiva de UNRWA España, Raquel Martí comenta a este diario que se ha elevado considerablemente el número de personas con desnutrición. De hecho, uno de cada 10 niños en Gaza sufre desnutrición aguda. En Ciudad de Gaza la proporción llega a uno de cada cinco niños.

En junio se registraron unos 6.000 niños con desnutrición aguda y en las primeras dos semanas de julio ya se han registrado 5.000 niños, lo que -advierte Martí- es un indicador de que está aumentando muchísimo. Más del 88% de las familias en Gaza están pasando hambre y que, incluso, el número de comidas que están haciendo es a lo mejor una cada varios días, “con lo cual la situación es realmente acuciante y podríamos hablar de que la totalidad de la población está pasando hambre”, dice.

Martí indica que en el norte de Gaza, incluyendo la Ciudad de Gaza, es donde los valores de nutrición son mucho más elevados, porque “ha sido mucho más difícil acceder debido a que el Ejército israelí lo impide”. “De todas formas, son datos mínimos, porque no se está pudiendo hacer evidentemente evaluaciones a la totalidad de la población, porque la mayor parte de la población está desplazada, no tiene acceso a internet, las conexiones son muy malas. Entonces la mayor parte de esta desnutrición se está midiendo en función de los niños que ingresan en los hospitales”, señala.

Imagen del 31 de julio de 2025 de una palestina lamentándose por las víctimas asesinadas en un ataque aéreo israelí, en el interior del hospital Al-Shifa, en el centro de la Ciudad de Gaza. Foto: Xinhua Rizek Abdeljawad

“Nosotros tenemos hospitales y los niños ya nos llegan desnutridos, o sea, los familiares, los padres, las madres traen a los niños a los hospitales o a las clínicas cuando ya están sufriendo la desnutrición aguda. Y el problema es que quedan muy pocos suministros. Nosotros estamos dando suplementos nutritivos a los niños que vienen desnutridos. Pero, por ejemplo, nos consta que muchísimas madres están teniendo que dar biberones con agua con azúcar, porque no tienen otro tipo de alimentación para los niños”, añade.

Según la ONU, Gaza necesita al menos entre 500 y 600 camiones de ayuda al día para cubrir las necesidades humanitarias básicas. Sin embargo, solo 269 camiones han entrado al territorio en los últimos días.

Israel ha afirmado que Hamas ha robado ayuda del sistema de la ONU. Naciones Unidas, sin embargo, afirma que sigue esperando que los israelíes respalden sus afirmaciones con pruebas. El Ejército israelí dijo el martes que no ha encontrado pruebas de que el grupo militante palestino hubiera robado sistemáticamente ayuda de la ONU, según dos altos funcionarios militares israelíes y otros dos israelíes involucrados en el asunto, citados por The New York Times.

“La situación es muy difícil, pero seguimos respirando, sobrevivimos un día más”, dice un gazatí que no quiso ser identificado. “Los saqueadores se roban la comida y luego la venden a unos precios muy altos. Por ejemplo, un kilo de trigo antes costaba 2 shekels (US$ 0,59) y ahora llega a costar 100 shekels. Lo mismo ocurre con el aceite, que antes costaba 7 shekels y ahora 90”, explica, y añade que “todo es terrible, la gente corre para poder sacar algo de comida cuando llega la ayuda, es como una competencia y ya se ha transformado en algo rutinario que te disparen mientras tratas de buscar comida”.

Imagen del 18 de julio de 2025 de un niño palestino bañándose entre casas de campaña para personas desplazadas, en las costas de la Ciudad de Gaza. Foto: Xinhua Rizek Abdeljawad

La escasez de alimentos afecta también a los trabajadores de los organismos internacionales. “Actualmente, nuestros colegas también están presenciando la hambruna en Gaza. Incluso nosotros tenemos dificultades para encontrar comida para nuestro propio personal, principalmente para los equipos médicos, entre los que están enfermeras, técnicos de laboratorio, farmacéuticos y personal de apoyo. Todos ellos tienen dificultades para encontrar comida. Se mueren de hambre y se saltan comidas”, añade Asfar.

¿Anexar Gaza?

Las escenas de niños desnutridos y de personas corriendo con sacos en la manos en búsqueda de comida han desatado la indignación internacional. Al punto que varios países -entre los que se incluyen Francia, Canadá y Reino Unido- han manifestado su intención de reconocer el Estado palestino en la Asamblea General de la ONU en septiembre.

A nivel político, según el medio de comunicación israelí Walla, Netanyahu presentó un nuevo plan estratégico y político, que incluye que Israel comience a anexar territorio dentro de la Franja de Gaza. El informe, citado por The Middle East Eye, señala, además, que el gabinete discutió la posibilidad de establecer un órgano administrativo designado para supervisar el control civil y de seguridad en esas áreas.

Imagen del 27 de julio de 2025 de camiones cargados con ayuda humanitaria esperando para entrar a la Franja de Gaza, en la frontera israelí con Gaza. Foto: Xinhua Gil Cohen Magen

Eso se produce mientras continúan las negociaciones entre Hamas e Israel, con la mediación de Estados Unidos, Qatar y Egipto. Canal 12 informó que Israel ha propuesto un alto el fuego de 60 días que incluiría una retirada parcial de las tropas de Gaza, pero no el fin de la guerra.

Un funcionario estadounidense confirmó que el enviado especial Steve Witkoff viajará a Israel para discutir los próximos pasos para abordar la situación.

Mientras, en Israel ya se comienza a hablar de “genocidio” por lo que ocurre en Gaza. Un informe de 88 páginas de la organización B’Tselem describe la “aterradora evolución” del trato dispensado a los palestinos, hasta llegar a la “aniquilación”.

“Es un genocidio. Diría que se trata simplemente del alcance, la escala de la administración, el hecho de que sea tan a largo plazo, que incluya tanto la matanza masiva de civiles como la imposición de condiciones de vida que pueden impedir la existencia de cualquier tipo de sociedad humana. Todas las necesidades, las cosas necesarias para la sobrevivencia humana, como agua, comida, un sistema médico funcional, vivienda, etc., han sido negadas sistemáticamente por el gobierno israelí durante un par de años”, dice a La Tercera Sarit Michaeli, directora de extensión internacional de Btselem.

“Creo que, desde nuestra perspectiva, los crímenes horrendos del 7 de octubre contra civiles israelíes registran descripciones verídicas de los atroces crímenes cometidos, pero no justifican el genocidio. Se pueden condenar y considerar aborrecibles las acciones de Hamas. Pero lo que Israel ha estado haciendo en el pasado y en casi 22 meses en Gaza ha estado muy por encima de cualquier relación con la defensa de los israelíes frente a Hamas. La conducta israelí, según casi todos los estudios serios basados en el derecho internacional humanitario, ha sido desproporcionada, ya sea atacando a civiles o infligiéndoles daños desproporcionados. Y también hay otro problema: ya existía un alto el fuego con participación palestina. Es decir, quizás nuestros rehenes estaban siendo devueltos e Israel violó unilateralmente este alto el fuego, lo que podría haber llevado al regreso de todos los rehenes”, concluye.

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