Nueva era imperial en Japón abre debate sobre el rol de la mujer en la familia real

FOTO: EFE

La familia real japonesa, de más de 2.500 años de antigüedad, se está quedando sin herederos al trono. En 1889 se les impidió a las mujeres ser emperatrices, por ello cuando el príncipe heredero Naruhito asuma como emperador este 1 de mayo, la línea de sucesión solo contará con dos candidatos.


Naruhito asumió formalmente hoy como emperador de Japón, un día después de la abdicación de su padre. Así se comprometió a trabajar en busca de la unidad de su pueblo. La pareja real Akihito y Michiko, los antiguos emperadores, renunciaron al trono el martes luego de tres décadas, en una sencilla ceremonia. Naruhito, de 59 años, ascendió al Trono de Crisantemo en un evento que marca la primera parte de un proceso tradicional en el que su esposa y otras mujeres de la realeza no podían participar.

El primer emperador nacido después de la Segunda Guerra Mundial, y el primero en ser criado sólo por sus padres, expresó gratitud por su trabajo y dijo que tenía una "percepción de solemnidad" ante el rol que está tomando.

Con la abdicación del emperador Akihito (85), para la cual fue necesario aprobar una ley para que pudiera dejar el trono en vida, se da por terminada la era más pacífica de Japón, "Heisei", iniciada en 1989 tras el fallecimiento del emperador Hirohito. Desde ahora, comienza con Naruhito a la era "Reiwa", que significa bella armonía y que podría traer importantes cambios para la cultura japonesa.

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El emperador japonés Akihito (derecha) y el príncipe heredero Naruhito (izquierda) saludan a los simpatizantes mientras la familia Imperial recibe un saludo de año nuevo en el Palacio Imperial de Tokio, el 2 de enero de 2010.[/caption]

El rol de las mujeres y la corta línea de sucesión al trono

Con la sucesión al trono del hijo de Akihito ha surgido el debate sobre el rol de la mujer, ya que desde 1889 Japón prohibió que las mujeres pudieran acceder al cargo de emperadora. El debate reflotó debido a que en la línea de sucesión luego de Naruhito, su única hija, la princesa Aiko, no podría acceder al trono. De esta manera, su hermano menor y tío de Aiko, el príncipe Akishino, quedaría primero en la línea de sucesión. Segundo quedaría el único hijo hombre del príncipe Akishino, y sobrino de Naruhito, el príncipe Hisashito, de 12 años.

La exclusión de las mujeres para ser emperatrices remeció de alguna manera el sistema imperial japonés. Las preocupaciones sobre el futuro de la familia real japonesa, una de las familias reales más antiguas según lo que se cree -de más de 2.500 años-, se han dejado sentir. Esto, porque "el destino" de la familia imperial de Japón estaría en manos del pequeño príncipe Hisahito, de 12 años, el último heredero hombre elegible. Así, si Hisahito no tuviera un hijo hombre en el futuro la sucesión podría quedar en el limbo sin ningún candidato al trono. "Todo el futuro de la familia imperial depende de un niño pequeño: que se mantendrá saludable y estará dispuesto a casarse y tener hijos con su esposa", dice a CNN Ben-Ami Shillony, profesor de japonés en la Universidad Hebrea de Jerusalén.

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El Príncipe Hisahito.[/caption]

Pero hace unos años, este tema fue realmente un dolor de cabeza para Japón. En 2004, bajo el gobierno del entonces primer ministro Junichiro Koizumi, se formó un panel de políticos y académicos para considerar la posibilidad de aceptar mujeres en la línea de sucesión al trono. En ese momento, la familia imperial no había producido ningún heredero masculino desde 1965. En 2001, el príncipe heredero Naruhito y la princesa heredera Masako tuvieron solo una hija, la princesa Aiko, quien debiera haber sido la primera en la línea de sucesión natural al trono luego de que su padre asuma como emperador. Los más conservadores se resistieron a dicho cambio, y, de todas formas, el proyecto se estancó en 2006 cuando nació el hijo de la Princesa Kiko y del príncipe Akishino, Hisahito.

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La Princesa Aiko.[/caption]

La sociedad está a favor de un cambio en las reglas. De acuerdo con una encuesta de 2017, realizada por Mainichi Shimbun, en línea con los movimientos globales sobre la igualdad de género, casi dos tercios de los japoneses se manifestaron a favor de una revisión de la ley imperial para permitir que las mujeres accedan al trono.

Mujeres emperadoras

Además, la historia antigua de Japón registra ocho reinados imperiales femeninos -seis emperatrices y dos que reinaron dos veces- entre los años 593 y 770, y luego dos más en el período moderno temprano. Esto cambió en la era moderna de Meiji (1868 a 1912), cuando los líderes de la época cambiaron el papel del emperador y lo asociaron a comandante en jefe militar, y a la figura masculina.

"La idea de que la sucesión se limita a los hombres es un invento moderno", dijo a The New York Times Kathryn Tanaka, profesora asociada de estudios culturales e históricos en la Universidad Otemae en Nishinomiya, Japón. "Esto no se trata de 'tradición', sino que refleja opiniones políticas y patriarcales específicas del mundo", agregó.

De todos modos, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, que ha impulsado una plataforma de empoderamiento de las mujeres en la sociedad y en la economía de Japón, prometió iniciar discusiones sobre el rol de las mujeres en la familia imperial.

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