En horas de esta mañana se produjeron los alegatos de la defensa de Roberto Campos Weiss ante la Corte de Apelaciones de San Miguel. ¿El motivo? Solicitar la reducción de la medida cautelar que se había dictado en primera instancia y que ya se le había negado al primer detenido en el país por su eventual participación en los destrozos del Metro que ocurrieron los días previos y posteriores al 18 de octubre.

Finalmente, el tribunal de alzada accedió a su petición y modificó la prisión preventiva en la que Campos se encontraba desde hace más de 50 días. En definitiva, se decretó el arresto domiciliario nocturno, arraigo nacional, firma semanal y prohibición de acercarse a dependencias de Metro mientras dure la investigación.

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Cerca de las 15 horas de hoy, Campos hizo abandono del edificio de la Cárcel de Alta Seguridad donde permanecía desde hace casi dos meses.

A la salida del recinto carcelario habló con la prensa, afirmando que "es espantoso estar acá. Este castigo fue desmesurado. Quisiera agradecerle a muchas personas que sin conocerme me apoyaron".

"Un chivo expiatorio, eso fui. Porque este castigo fue desproporcionado. Estaba el 88% del día encerrado. Fui tratado igual que los demás, quizás con cierta empatía, porque los funcionarios saben que no soy un delincuente", añadió el imputado.

Además, afirmó que es "espantoso que te arrebaten la libertad de esta forma tan intempestiva. Este lugar no se lo deseo a nadie, ni siquiera al asesino que mató a mi padre cuando yo tenía cinco años. Ni siquiera a él le deseo tantos días de presidio, porque este lugar es asqueroso".