Por María Catalina BatarceCompañeros de celda del exdirector de la PDI, un diputado y un exjuez: los días de Vargas, Migueles y Lagos en Capitán Yáber
La cárcel VIP tuvo un recambio. Ya no están los protagonistas del caso Audio ni tampoco el exalcalde Daniel Jadue. En su reemplazo ingresaron los protagonistas de la trama bielorrusa. Duermen en celdas diferentes, se han mantenido con buen ánimo y esperanzados en que esta jornada la Corte de Santiago revoque la prisión preventiva.

Este lunes Mario Vargas, Eduardo Lagos y Gonzalo Migueles -imputados en la denominada trama bielorrusa donde la Fiscalía investiga los presuntos delitos de soborno, cohecho y lavado de activos- completarán 19 días privados de libertad en el anexo penitenciario Capitán Yáber.
Si bien formalmente se decretó su prisión preventiva recién el sábado 15 de noviembre, los tres han permanecido bajo custodia de Gendarmería desde el miércoles 5, cuando tuvo lugar el control de detención. Ese día se dispuso el aplazamiento de la formalización para que sus defensas pudiesen estudiar los antecedentes de la carpeta investigativa que ha construido la Fiscalía Regional de Los Lagos, y que ya acumula más de 14 tomos.
A pesar de que quienes han podido conversar con ellos transmiten que se mantienen “tranquilos, de buen ánimo y enteros”, la jornada de este lunes están atentos a lo que pueda definir la Corte de Apelaciones de Santiago, que está revisando los recursos de apelación que ingresaron sus respectivas defensas para que se revoque la medida cautelar a la que están sujetos y puedan permanecer en arresto domiciliario.
Se trata de una diligencia que los tiene inquietos, aunque desde el entorno de los tres imputados recalcan que sus días en Capitán Yáber aún no logran alterar la convicción de que a largo plazo logrará revertir sus imputaciones. Los imputados insisten, por sobre todo, en que no hay pruebas objetivas que los vinculen a los ilícitos que les imputa el Ministerio Público.
Así lo han podido establecer a través del estudio de la serie de informes y documentos contenidos en el expediente de la causa, los que no han dejado de analizar día tras día. A eso dedican parte importante del tiempo que tienen en el penal.
De hecho, como pudo conocer este medio, los tres han solicitado los antecedentes a sus abogados para poder revisarlos. Durante el día revisan escritos, leen informes, destacan puntos relevantes y exponen supuestas inconsistencias en los antecedentes. De esta forma se han transformado en protagonistas en la estructuración de la defensa y lineamientos a seguir.
En lo relativo a la conviviencia, de acuerdo con antecedentes recabados por este medio, los tres se han apegado a los normas establecidas, sin problema con ninguno de los demás internos que pueblan el pequeño recinto. Es un grupo reducido, donde la mayoría comparte sin problema.
Aunque hay rostros conocidos, ya no están los personajes de altísima connotación que hasta hace pocos meses eran los inquilinos del penal. En las mismas dependencias se mantuvo el exalcalde Daniel Jadue, el exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve, Luis Hermosilla, los hermanos Daniel y Ariel Sauer, Rodrigo Topelberg, entre otros.
Ahora, eso sí, les toca compartir con el exdirector de la PDI Héctor Espinosa, con el diputado Mauricio Ojeda, con el exjuez tributario Óscar Meriño, y con José Antonio Pavez, formalizado como el lider del denominado “megrafraude”.

Piezas compartidas, visitas y encomiendas
Capitán Yáber tiene una capacidad para albergar 16 personas en cuatro celdas, aunque actualmente hay sólo 11 internos.
La distribución es así: en la primera celda está el diputado Ojeda, Meriño y Vargas, quien coincidentemente era su abogado.
En la segunda celda está Migueles junto a un receptor judicial y otro imputado por corrupción. En la tercera se ubica Lagos, Pavez y el abogado Sergio Ponce. En la cuarta permanece el exgendarme Miguel Carrasco, condenado por delitos de tortura.
Dada la duración que tuvo la formalización, Vargas, Lagos y Migueles sólo han tenido visitas en dos oportunidades, el miércoles 19 y el viernes 21 de noviembre.
Los abogados han sido visitados por sus familiares directos y por amigos que se han enrolado. Migueles, en cambio, no ha recibido a sus más cercanos y sólo ha contado con encomiendas que le ha llevado alguien que trabaja con la familia. Según pudo conocer este medio, él mismo transmitió a su círculo más íntimo que prefiere que no asistan por ahora a las dependencias “para no exponerlos”.
El primer día que recibieron compañía, dicen fuentes conocedoras de su situación, les llevaron pollo asado con papas fritas para compartir, por lo que bromearon con que “les saldrán plumas” si siguen así, en alusión al resto de la comida que les entrega Gendarmería.
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