Casi un mes después de la fecha original y luego de tres intentos, este miércoles terminó definitivamente la aplicación de la Prueba de Selección Universitaria (PSU), instrumento clave para el ingreso a 41 universidades y que, al igual que buena parte del país, también resultó afectada por la crisis social.

Esta tercera fecha de aplicación, sin embargo, tuvo una baja asistencia. De las 8.364 personas convocadas a rendir el examen de Matemática, este miércoles se presentaron 3.845 (46%). Y de los 5.107 inscritos para el test de Lenguaje del martes, 1.953 (38%) acudió a los locales.

El último examen de este miércoles se dio con relativa normalidad. Solo hubo incidentes en el Liceo Darío Salas, donde la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) protestó contra la PSU, al igual que en ocasiones anteriores, pero sin lograr pausar la rendición de la prueba.

En ese lugar se registró una persona detenida por los incidentes. Según la Aces, se trata de una mujer que será formalizada por la nueva "Ley Antibarricadas".

El Demre de la U. de Chile, organismo a cargo de la aplicación de la PSU, no detalló cuántas personas efectivamente dieron el examen en total, ya que muchos de los inscritos acudieron a las tres fechas.

Pero su directora, Leonor Varas, explicó que "en una PSU normal el porcentaje de inasistencia histórico es del 12%, y creemos (que este año) tenemos una asistencia que va a ser parecida a la de un proceso sin las dificultades" que se vivieron.

Aldo Valle, vicepresidente del Consejo de Rectores (Cruch), pidió comprensión a los jóvenes y familias que se vieron afectados con las protestas y suspensiones de pruebas y responsabilizó de ello al "estado de anomia social" y a las "organizaciones estudiantiles diversas".

"Respetamos la protesta, la discrepancia y la disidencia. La difusión acerca de la validez o la idoneidad de las pruebas es una discusión pertinente, válida y legítima. Pero no lo es que personas, por vía de hechos o recurriendo al ejercicio de la fuerza, impidan el ejercicio de un derecho", agregó.

Por contraparte, el vocero de la Aces, Víctor Chanfreau, calificó de "un fracaso" el proceso, debido a la alta inasistencia. "Fueron miles los estudiantes que se ausentaron", dijo.

"Se viene marzo, y seguiremos en las calles hasta conseguir la dignidad del pueblo. Nos vamos a seguir movilizando hasta lograr un ingreso universal a la educación superior", agregó Chanfreau, al realizar el balance de la protesta contra la prueba.

Voluntad de diálogo

Para aplicar todo el proceso de la PSU, el Demre debió imprimir al menos 1,2 millones de facsímiles, solo considerando la cantidad de personas convocadas a cada fecha, sin considerar las pruebas de emergencia. Y de ellos, 241 mil facsímiles (el 25%) fueron para la rendición del segundo y tercer intento de la PSU.

El subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, afirmó que el proceso terminó "de manera satisfactoria" y que "en las próximas semanas se informarán los cambios que se aplicarán a la PSU", ya que, por ley, el próximo proceso de admisión dejarán de depender del Cruch y pasará a manos del Mineduc.

"Existe la voluntad de conversar y dialogar con todas aquellas partes que también tengan una voluntad de dialogar", dijo Vargas, en referencia a un eventual acercamiento con los escolares que provocaron las protestas.