Del country al pop: la cantante Taylor Swift da giro y lanza su mejor disco

Una de las voces juveniles más populares de la década lanzó 1989, álbum que la empuja hacia el pop más bailable y sintético.




Hay señales de transición. Hay huellas que hablan de cierta renuncia al country que la lanzó al estrellato para abrazar el pop. Shake it off, su primer single, luce un video que la acerca a Hollblack girl, de Gwen Stefani, saturado de porristas, glamour y baile. La pléyade de compositores y productores a cargo -Max Martin, Shellback- son los mismos que han trabajado con Britney Spears, Katy Perry y Pink. Y sus letras están más centradas en la indiferencia en torno a lo que el resto piense de ella -con invitaciones provocativas como "menéalo, menéalo"- antes que en los relatos de corazón roto que marcaron sus anteriores hits.

Como panorámica, esas son las características que hoy definen a Taylor Swift, una de las cantantes más exitosas de esta década en Estados Unidos, cuya popularidad ha crecido de manera progresiva en Chile y que el pasado lunes 27 acaba de lanzar su último título, 1989, precisamente su fecha de nacimiento. Es un salto al pop de espíritu sintético y bailable, el que le ha arrojado buenos dividendos en las cifras y también en las reseñas. Una victoria por partida doble (ver crítica).

Por ejemplo, el single debutó en el primer lugar de Billboard apenas salió y vendió 544.000 copias en sus primeros días, convirtiéndose en el sencillo más demandado en lo que va del año. La misma revista pronosticó que el título va a vender un millón de copias en su primera semana.

Por su parte, muchos críticos postularon a 1989 como el mejor trabajo de su carrera. Sam Lansky, de la revista Time, comentó: "El sonido perfecto marca su mejor álbum hasta la fecha, cambia el foco de su pasado y se muestra tan inteligente y segura como nunca antes. ". Los aplausos no terminaron ahí. Alexis Petridis, destacado crítico del periódico inglés The Guardian, le otorgó cuatro estrellas de cinco y lo calificó como un conjunto de "melodías innegables y enormes estribillos".

Todo bajo un plan promocional que la revista Forbes analizó en un artículo titulado "Una clase magistral de marketing impartido por Taylor Swift", donde se mezclan una estrecha relación con los fans y una asociación a marcas gigantes como Coca-Cola o Yahoo.

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