Histórico

El éxito del cine misionero

De manera silenciosa, un puñado de películas cristianas se ha transformado en sorpresa de taquilla, tanto a nivel local como mundial. El cielo sí existe es el último estreno que viene a consolidar el fenómeno. 

Generalmente, son producciones de poco presupuesto y no cuentan con actores conocidos ni directores taquilleros. Las críticas hacia sus historias van desde un recibimiento tibio, hasta comentarios derechamente negativos. Pero aún así, pareciera que el 2014 se está transformando en un muy buen año para el cine cristiano, tanto en el mundo como en Chile. Desde marzo, son tres las películas de este tipo que han llegado a las salas locales y, a pesar de su distribución limitada, los resultados de convocatoria han sido sorpresivamente positivos.

A diferencia de súper producciones como Noé, estas películas no se enfocan en recrear eventos de los testamentos con fines de entretención. El foco está en historias de fe de personajes contemporáneos, que respaldan las visiones y valores del cristianismo. Es cine evangelizador.

Uno de los casos más emblemáticos del primer semestre fue el estreno de la película Tierra de María, filme que mezcla personajes ficticios con reales, reuniendo varios testimonios sobre la conexión de personas con la imagen de la Virgen María, entre ellas, una modelo colombiana que se realizó varios abortos antes de optar por la religión, una joven parapléjica italiana que volvió a caminar y un mexicano que por las noches intenta evangelizar a prostitutas y travestis.

A pesar de que en un inicio la película se estrenó sólo en tres salas de la cadena Cine Hoyts en Santiago, de a poco se ha expandido a otros recintos, y desde el 8 de mayo ha sido vista por 11.627 personas. El éxito hizo que se organizaran funciones fuera de Santiago, incluso exhibiciones privadas en algunas regiones.

"Es algo novedoso. Uno está acostumbrado a contenidos más clásicos. Al villano y al héroe. Pero aquí el protagonista es Dios y cómo actúa en la vida de las personas", dice Julio Pozo, director ejecutivo de Areópago Comunicaciones, la distribuidora que trajo la película al país. "Además, puede atraer a un grupo más amplio de personas. Puede haber algunos que estén enojados con Dios y nunca entrarían a una iglesia, pero sí a una sala de cine", agrega Pozo.

El contexto hace que otra película viva un escenario igualmente sorpresivo. Se trata de Dios no está muerto, cinta independiente estadounidense, que se estrenó en Chile exclusivamente en la cadena Cinemark, el pasado 19 de junio. La trama cuenta la historia de un joven universitario que es desafiado por su profesor de filosofía a demostrar la validez de su fe para poder pasar el ramo. El filme ya ha convocado a 3.802 espectadores y aún sigue en cartelera. La producción de esta historia costó tan sólo dos millones de dólares, y en todo el mundo ha logrado recaudar más de 62 millones de la moneda norteamericana, a pesar de que las críticas han sido en su gran mayoría negativas.

Pozo explica el éxito que ha tenido este tipo de películas en una necesidad no satisfecha por la cartelera. "Estas películas muestran otras cosas, y que responden a una búsqueda incipiente del público por temáticas que lo llenen espiritualmente", explica.

El estreno de El cielo sí existe, desde ayer en las salas nacionales, viene a confirmar el silencioso fenómeno que este tipo de cine está generando. Esta vez, la historia tiene un perfil mayor: se trata de la adaptación del best seller del 2010 del pastor estadounidense Todd Burpo, quien narra las visiones que tuvo su hijo de cuatro años después de sobrevivir a una cirugía casi fatal, tras lo cual asegura que visitó el cielo, dando descripciones detalladas sobre cómo sería el más allá. El niño habría asegurado ver a su tatarabuelo, al cual nunca conoció físicamente, además de observar al mismo Jesús.

A diferencia de los otros casos, la película sí cuenta con actores de renombre, como Greg Kinnear (Little Miss Sunshine) y Kelly Reilly (Flight). Pero nuevamente, el caso de su recaudación es similar: su realización costó tan sólo 12 millones de dólares, en comparación con los 90 millones que recaudó sólo en Estados Unidos. El libro homónimo en el que se basa la película volvió a la lista de los best-seller este año, alcanzando a ser la publicación de no ficción más vendida en las semanas previas al estreno del filme, a pesar de que su lanzamiento original fue en 2010.

Está, además, el caso de Hijo de Dios, de los mismos creadores de la miniserie La Biblia, cuyos creadores Mark Burnett y Roma Downey han declarado su afán evangelizador tras las producciones. La cinta, de 22 millones de dólares de presupuesto, ha recaudado más de 60 millones de dólares y en Chile fue vista por 13 mil personas.

Julio Pozo se muestra conforme con que otras distribuidoras también se interesen por este tipo de cine. Y tras el éxito de Tierra de María, pretende seguir importando estas películas a las salas locales. "Nuestra misión es tratar de mostrarle al público que estos contenidos son atractivos y que pueden hacer mucho bien. Queremos mostrar lo mejor del ser humano, para permitirles soñar con realidades distintas. Estas películas logran responder inquietudes que muchos tienen en su día a día", asegura.

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