Aunque jugó nueve temporadas en el Valencia y apenas una en el Barcelona, Gaizka Mendieta -mito español de 42 años, corte de pelo elegante y corbata a cuadros- viaja por el mundo bajo el rótulo de embajador (unas veces de la Liga española y otras sólo del club azulgrana, como es el caso). Asiste a eventos sociales, posa para reporteros gráficos y estrecha un número indeterminado de manos. Dice frases cordiales y opina de temas variados. Firma una serie de autógrafos y se saluda con otros mitos. En Chile, por ejemplo, lo hizo con Marcelo Salas y Leonardo Véliz en un restorant catalán en Vitacura la semana pasada. Se fotografió, además, con el embajador de España, un ex futbolista de la UC y dos modelos espigadas.

Mendieta, que viajó a Chile para oficiar de anfitrión en la firma de un acuerdo comercial entre Scotiabank y Barcelona, se comporta como un diplomático connotado y rebosa paciencia. En medio de todo este escenario protocolar, se sienta en una pieza cerrada, pide agua y, antes de subirse a un auto que lo llevará al aeropuerto, responde a La Tercera.

¿Le aburre dar entrevistas?

No, es parte del trabajo, de la profesión. Desde que eres jugador aprendes que hay que comunicar, estar en contacto con el aficionado. Es la forma que la gente te conozca, las distintas fases de la vida.

¿En qué consiste ser embajador del Barcelona?

Representar los valores del Barça en el ámbito deportivo y social. Trasmitir esos valores a la gente, ayudar a expandir la marca Barça en el mundo. Creemos que es importante estar cerca del aficionado.

¿Fue feliz jugando fútbol?

Siempre, cada día. Entrenando, jugando, todavía. Nunca me aburrí. Hubo momentos difíciles, siempre luchas por volver lo mejor posible. Te das cuenta cuando terminas de lo privilegiado que fuimos de tener la posibilidad de hacer lo que más nos gusta y, a la vez, hacer feliz a mucha gente.

¿Qué atractivo tiene una liga como la española en la que sólo pelean dos equipos y a veces un tercero?

Es un tópico, algo muy típico. Ocurre lo mismo en Francia, Inglaterra, Alemania. Son siempre dos o tres equipos los que ganan los campeonatos. A la fecha de hoy, desde que la Liga ha empezado a ampliar las fronteras y a trabajar a nivel global, estamos viendo que es muy igualada. El Sevilla se ha metido, el Atlético, el Villarreal, el Valencia estuvo en su momento. Son equipos que gracias a los contratos televisivos pueden fichar más jugadores y reforzarse de manera más potente.

¿Tiene posibilidades el Sevilla de Sampaoli de, como hizo el Atlético, terminar con el duopolio?

Creo que no. Lo veo con posibilidades de acabar en Champions. Es un equipo que está demostrando mucha solidez y perseverancia. Pero de ahí a ganar el título es muy ambicioso.

¿Qué opina de las sanciones al Madrid, Atlético y Barça por fichar menores?

Son temas legales en los que cada club tiene que ser consecuente con su forma de actuar. Obviamente están los organismos oficiales para controlar todo esto.

¿Hay tráfico de niños en el fútbol?

¿Tráfico de niños? Eso suena muy mal. No, que yo sepa no. Me parece que es una expresión bastante…

¿Alexis y Bravo se fueron por la puerta de atrás de Barcelona?

De hecho si vas a Barcelona y preguntas al aficionado de a pie por estos jugadores, vas a ver el cariño que hay hacia ellos. Dejaron una huella en el Barça en una etapa con mucho éxito, son dos grandes profesionales que... [Mendieta es interrumpido súbitamente: Marcelo Salas entra a la habitación, le estrecha otra vez la mano y le dice que mantengan el contacto. Mendieta le responde que claro, que se quedó con su teléfono. Dos o tres frases educadas más y sigue respondiendo] Grandes profesionales que dieron todo por la camiseta. El aficionado entiende que son profesionales y deben velar por su propio interés.

Totti dice que hoy a los jugadores los mueve más el dinero que la pasión. ¿Está de acuerdo?

Eso siempre se ha dicho. Es inevitable porque hay mucho dinero en el mundo del fútbol, se mueven muchas cantidades. Pero si tu preguntas a cualquier jugador si prefiere jugar o ganar dinero, te va a decir que prefiere jugar y ganar menos. Si eso fuera cierto, muchos jugadores estarían en un gran club ganando mucho dinero sin jugar.

¿Cómo ve a España de cara al Mundial de Rusia?

Aún nos queda, estamos en una etapa de transición. Venimos de una era muy gloriosa con grandísimos jugadores, un grandísimo equipo. Y vemos que históricamente es muy difícil mantener esos niveles. No sólo le ha pasado a España, le pasó a Brasil, Argentina, Holanda, Alemania. El fútbol tiene ciclos. Y lo importante para nosotros es recuperar ese espíritu y esa ambición que nos hizo campeones.

¿Hay recambio?

Hay jugadores de sobra. No sólo a nivel absoluto sino que si miras la Sub 21. Afortunadamente creo que España es un país productor de talento. Ahora, insisto en que muchas veces el talento sólo no es lo que gana las cosas sino que el equipo. Ahí necesitamos encontrar ese equilibrio.

Cuando usted era jugador, Chile no figuraba en el escenario internacional. Eso ha cambiado. ¿Ha seguido ese proceso?

Sí. Lógicamente no muy de cerca, pero es algo que conozco. En mi etapa no era una selección que ganaba títulos como lo hace hoy. Pero insisto en que son etapas. Lo importante es trabajar, renovarse y reforzarse. Trabajar de manera que se pueda producir talento y luego sel futuro decide.

¿Es sostenible en el tiempo o volveremos pronto a la realidad?

No hay selección históricamente que haya ganado siempre, es imposible. Tienes que mantenerlo el máximo posible. El fútbol cada año es más competitivo, cada vez es más difícil, los equipos te conocen mejor. Esperar que Chile gane siempre es una utopía.