La guerra de las pelotas

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Colombia elige bolas sin presión, que botan menos y cuesta darle efecto. Chile se queja.




Los 1.500 metros de altitud de Medellín hacen que la velocidad de una pelota de tenis sea mucho mayor que a nivel de mar, lo que puede significar cierta ventaja para un determinado tipo de juego. Pero si a eso se le suma un cambio en el tipo de pelota, la combinación puede ser explosiva. Y justamente eso fue lo que dispuso la Federación Colombiana al escoger las bolas Tretorn Plus, conocidas por ser despresurizadas.

En 1955, la empresa Tretorn introdujo y patentó las pelotas de tenis sin presión, que tienen una vida útil mayor que las normales presurizadas, que al perder presión rápidamente reducían su duración y provocaba que su bote se fuese desvaneciendo con el uso. No obstante, esta innovación provocó un cambio en los factores del tenis, debido a que sumó una nueva alternativa para superficies en altitud.

La mayor característica de estas pelotas (que se presentan en cajas de cartón y no en tarros) es que tienen un menor bote, lo que hace que cueste levantarlas y darles efecto. No obstante en altitud, toma una velocidad respetable, debido a que el aire es más ligero y la presión atmosférica es más baja. Pese a ello, se ven favorecidos los puntos largos. Sin embargo, si se ocupara una con presión en un ambiente como el de Medellín, probablemente los puntos serían demasiado cortos.

Además, las bolas pinchadas, como son conocidas en el ambiente del tenis, tienen una presión interna similar a la ambiental, mientras que las presurizadas cuentan con un índice interior más alto que el del ambiente.

El rango de peso es similar en los dos tipos (entre 56 y 59,4 gramos), mientras que su diámetro está comprendido entre los 65 y 68 milímetros. Las que se usarán en la serie cuentan con un fieltro de mucha tecnología y un núcleo de goma altamente sensible para un óptimo impacto (que tiene un sonido distinto), permitiendo superior jugabilidad y durabilidad.

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Durante los entrenamientos, los jugadores chilenos han ido tomándole el pulso a la esférica. De hecho, Garin llegó a declarar su predilección. "La pelota con la que se jugará me gusta más que las normales". Jarry dice que "en el circuito no se juega con este tipo de pelotas y hay que acostumbrarse".

Podlipnik y buena parte del equipo chileno tienen su propia teoría al respecto: "Una de las ventajas de la pelota es que la eligieron ellos porque están más acostumbrados, aunque principalmente para (Alejandro) Falla, quien está muy acostumbrado a jugar con este tipo de bolas. Pero como él se lesionó y no jugará la serie, quizás ya no sea tan ventajoso que sea así".

Y si bien en Colombia dicen que las condiciones son ideales y que la estrategia es óptima, tanto Giraldo como los doblistas Farah y Cabal no están tan afiatados a este tipo de bolas, lo que sin duda puede transformarse en un arma desfavorable.

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