"Mi Pobre Angelito", según la ciencia: ¿pudieron morir los ladrones de la película?

Planchazos, golpes, quemaduras o disparos en la frente, un especialista analizó las lesiones provocadas por las trampas del personaje de Macaulay Culkin en el clásico filme de Navidad, descubriendo que con suerte, podrían salir vivos.




A 24 años de su estreno, Mi Pobre Angelito continúa siendo un imperdible de cada Navidad, junto a otras como Duro de Matar y el Regalo Prometido. La historia del niño olvidado por sus padres en casa con el tiempo se convirtió en un clásico de la cultura popular y lanzó al estrellato a Macaulay Culkin, iniciando una saga que se completaría con otras cuatro producciones y tres videojuegos.

Lo más llamativo de la película son las trampas de Kevin McCallister (Macaulay Culkin) contra los Bandidos Pegajosos Harry (Joe Pesci) y Marv (Daniel Stern), provocando hilarantes caídas, fuertes golpes en la cabeza, quemaduras y otros. Pero, ¿cuáles son las consecuencias físicas de tales lesiones, según la medicina? ¿Pudieron las trampas provocar algo más que moretones?

Para ello, la revista The Week analizó los posibles escenarios y pidió a un experto médico su opinión sobre qué tipo de daños podrían resultar en toda la película. Además, ArchDaily analizó el tipo de diseño de la casa y cómo o por qué el plan del niño da resultado.

(Si por casualidad has vivido en una burbuja todo este tiempo, te advertimos que hay spoilers en la siguiente nota)

El plan de batalla

De acuerdo a la revista de arquitectura ArchDaily, el diseño del hogar de Kevin deja suficientes espacios silentes para garantizar que pueda moverse sin problemas por todas las habitaciones, dejando trampas en los sitios principales, las escaleras, entradas, el sótano y ventanas, anticipando cualquier ruta de salida.

Escopeta de balines a quemarropa en la cabeza y en los testículos

La escena muestra los ladrones intentando ingresar al interior de la casa utilizando la muerta principal, pero Kevin los espera con una escopeta de balines y certeros disparosn en los testículos y la frente de uno de los bandidos. Si bien ambos parecen dolorosos, claramente no son mortales. De acuerdo a Ryan St Clair del Weill Cornell Medical College las armas neumáticas de proyectiles suelen tener una velocidad inicial de 107 metros por segundo o menos, por lo que un disparó a quemarropa de este tipo podría romper la piel, pero no penetrará el cráneo ni los testículos.

Tomando el pomo de la puerta al rojo vivo

En esta escena, Harry se ubica en la puerta de entrada e intenta ingresar a la casa, aunque previamente el pomo de la puerta fue calentado al rojo vivo. Si bien el ladrón hace un gran escándalo, a lo largo de la película no parece importarle. Según el especialista, el impacto de esta lesión en realidad sería mucho peor: si el pomo de la puerta se ilumina visiblemente en la oscuridad, es porque se ha calentado a aproximadamente 400ºC. Considerando que un segundo de contacto con 68ºC de agua es suficiente para causar quemaduras de tercer grado, la grave lesión limitaría la flexibilidad y el movimiento de la mano en un alto porcentaje, con riesgos de infección y una posible pérdida de la mano.

El soplete en la cabeza

Harry no sólo sufre de quemaduras en su mano. Al ingresar por fin al hogar, su cabeza se enciende como una antorcha y quema su cuero cabelludo. ¿Qué ocurre en la vida real? Luego de siete segundos se producen quemaduras de segundo grado, provocando que la piel y el tejido óseo estén tan dañados que requieran un trasplante debido al efecto de necrosis.

La plancha en el rostro

Marv ingresa al subterráneo e intenta encender la luz, pero en su lugar recibe un fuerte golpe de una plancha en pleno rostro. Según Ryan St Clair, si estimamos la distancia desde el primer piso hasta el sótano en 4,5 metros y la plancha con un peso de 1,8 Kg, tenemos la fuerza suficiente para fracturar los huesos que rodean los ojos, con resultado de desfiguración grave y visión doble debilitante si no es tratado correctamente.

Caminar sobre adornos del árbol de pascua rotos con los pies descalzos

Luego de sobrevivir a la plancha a la cara, caminar sobre alquitrán, pisar un clavo de 3 pulgadas, resbalarse en el hielo y caer en las escaleras, Marv abandona la entrada del sótano y entra en la casa a través de una ventana abierta convenientemente. Sin mirar hacia abajo y aún descalzo, el ladrón pone todo su peso sobre una docena de adornos puntiagudos esparcidos en el piso de madera. ¿El diagnóstico? parece bastante insignificante comparado con todo lo visto hasta ahora, ya que probablemente las lesiones faciales serían más graves.

Golpe en el rostro con una lata de pintura

ya dentro de la casa, los ladrones persiguen a Kevin hacia el segundo piso, recibiendo un fuerte golpe con un tarro de pintura. Suponiendo que la lata de está llena, pesa alrededor de 4,5 kg y la cuerda es de 3 metros de largo, Marv y Harry reciben cada uno un golpe de 2 kg-newton directamente en su cara. Eso es suficiente para fracturar varios huesos, quizá dejar algunos dientes menos y probablemente noquearlos.

Fuente: The Week, ArchDaily

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.