Selección Sub 17 de Japón 1993: A 20 años de la "Roja" que desató la locura

La semana pasada se cumplieron dos décadas del tercer lugar en el Mundial asiático. Sus protagonistas recuerdan la época que los convirtió en estrellas dentro y fuera de la cancha.




El 4 de septiembre se cumplieron 20 años desde que un grupo de jóvenes desatara la euforia de todo Chile, al obtener un histórico tercer lugar en el Mundial Sub 17 de Japón.

En el verano de 1993, la Selección dirigida por Leonardo Véliz encendió la ilusión al ser la primera en clasificar a una Copa del Mundo de su categoría, después de obtener el segundo lugar en el Sudamericano de Colombia. El medio deportivo, que aún lamentaba el "Maracanazo" y el fracaso de la Copa América de Ecuador, puso altas expectativas en muchachos que no superaban los 16 años. "Como Selección no teníamos muchos logros a nivel internacional", comenta el delantero Manuel Neira, goleador del torneo con seis tantos, los mismos que el brasileño Ronaldo.

El proceso había comenzado tres años antes con la llegada del "Pollo" como DT de las selecciones menores. Ya en 1991, la "Roja" estuvo a un paso de clasificar al Mundial Sub 17, pero quedó fuera por un penal fallado ante Brasil. La buena evaluación de su trabajo lo mantuvo en el cargo.

"Lo que se hizo fue apoyado por una Dirección Técnica Nacional y una ANFP que, al mando de Abel Alonso, nos dio todos los recursos para trabajar. En mis charlas digo siempre que fue un verdadero proceso. Si nos daban los medios, podíamos pelear por los fines", señala Véliz.

Chile realizó una prolongada preparación, que incluyó giras a Europa y a Estados Unidos. Disputó 31 partidos entre el 23 de agosto de 1992 y el 7 de agosto de 1993. Obtuvo 16 victorias, cinco empates y 10 derrotas.

Antes del Mundial, cada vez se hizo más frecuente ver a una gran cantidad de colegialas gritando por sus ídolos durante los encuentros de preparación, que se jugaban los sábados en Santa Laura. El apoyo se transformaba en histeria. "Nos transmitía Canal 13. Yo era de bajo perfil, pero había galanes como (Sebastián) Rozental, (Manuel) Neira, (Héctor) Tapia y (Dante) Poli", recuerda el volante Alejandro Osorio.

El defensa Nelson Garrido (hoy PF de la Sub 15 de Chile) añade que "nadie está preparado para vivir algo así a los 15 años. Pasamos de ser anónimos a ser reconocidos".

Esta euforia fue percibida por los auspiciadores, quienes los invitaban a realizar comerciales y sesiones fotográficas. Incluso, llegaron a grabar un disco, llamado Si somos juventud, en el que compartieron créditos con jóvenes artistas como Eduardo Fuentes, Michele Espinoza, La Ley y Alfredo Lewin. También participó el relator Vladimiro Mimica.

Un largo viaje

La despedida de Chile se produjo con un triunfo por 3-0 sobre Universitario de Lima. Al finalizar ese partido, Véliz entregó la lista de 18 viajeros. Los arqueros Gonzalo Cortés y Manuel Machuca, el defensa Cristián Vásquez, el lateral Francisco Cañete, el volante Javier Roca y el delantero Mauricio White quedaron marginados.

El viaje entre Santiago e Hiroshima recorrió 25.700 kilómetros, con escalas en Miami y Nueva York y una travesía en el moderno tren-bala entre Tokio y el destino final. Comenzó el 12 de agosto, a las 20.45 horas, y terminó el 14, a las 22.00. Un emisario del Ministerio de Educación llegó a Pudahuel con una gran cantidad de libros. Alumnos de la Escuela Agrícola Ganadera Cristo Obrero de Graneros despidieron al plantel con un esquinazo.

La hazaña

En el Mundial, Chile integró el Grupo D, con China, Túnez y Polonia. En su debut ante los orientales cosecharon un empate 2-2, tras ir perdiendo 0-2. Dos días más tarde, ante los africanos, la "Roja" venció 2-0, mientras que el empate 3-3 ante los europeos la relegó al segundo puesto. Así, llegó a cuartos de final.

El apoyo fue creciendo. Aunque los partidos se disputaban a las cuatro de la madrugada, el rating promediaba 25 puntos, entre los cuatro canales que los transmitieron, y prepararon programaciones especiales.

En la ronda de los ocho mejores se desató la locura, luego de que Chile goleara 4-1 a Checoslovaquia. El próximo rival era Ghana, poderosa selección africana que despertaba sospechas por la edad de sus jugadores. Antes del partido, Leonardo Véliz emplazó a la FIFA a transparentar la situación. No encontró respuestas. Un lapidario 3-0 cortó la ilusión de alcanzar la final.

"Nos sentimos los campeones del mundo, porque, claramente, los ghaneses y los nigerianos eran mayores", afirma Neira. Osorio agrega: "Si había uno que hasta había estado en los Juegos Olímpicos de Barcelona".

El equipo se sobrepuso a  la frustración y consiguió el tercer lugar ganando 4-2 a Polonia en la definición por penales (1-1 en el partido). El héroe fue el arquero Ariel Salas. "Sabía que iba a atajar alguno. Pese a lo jóvenes que éramos, teníamos bastante experiencia. La hicimos sentir", cuenta.

Los homenajes

Al regreso a Chile, una multitud esperó al plantel en Pudahuel. El 8 de septiembre, el Presidente Patricio Aylwin los recibió en La Moneda y los galardonó con las becas Presidente de la República y Ministerio de Educación y con una libreta de ahorro para la vivienda con 100 UF ($ 1.013.000 de la época).

Salas fue el primero en aprovecharlo. "Mi real vocación era ser profesor. La beca fue fundamental para estudiar Educación Física, ya que venía de una familia de escasos recursos", relata.

Los héroes de Japón no podían salir a lugares públicos, por el acoso de las adolescentes. "Ellos eran 'artistas'. Provocaron una revolución. Una vez fuimos a Temuco a inaugurar una tienda y las 'cabras' les tiraban los calzones y los sostenes. Nadie resiste eso", narra Véliz.

Frank Lobos fue jurado del Festival de Viña. El volante también participó en la teleserie Rompecorazón, de TVN, junto a Salas y Tapia. Ahí compartieron con el actor Felipe Braun, quien representaba a un joven jugador de Colo Colo. "Había que repetir varias veces las escenas, porque Braun no era muy bueno para la pelota", cuenta, entre risas, Salas.

Los que no siguieron

Hubo otros jugadores que no llegaron al profesionalismo como Pablo Herceg y René Martínez. El primero destaca que "a los 18 años determiné no seguir. No estaba convencido de jugar ni de sacrificar mi juventud. Estaba muy ahogado. El deporte me encanta, pero no quería estar ciento por ciento dedicado a esto", confiesa Herceg, quien tiene dos títulos de ingeniero. Hoy juega en la Liga Independiente de Fútbol, donde se reencuentra con Rozental y Poli.

Martínez, el único jugador de Universidad de Chile en la nómina, es ingeniero en administración. "Me corté el ligamento cruzado de la rodilla derecha y cuando volví, estaba Miguel Angel Russo. No tuve posibilidades y opté por seguir estudiando. Estaba en segundo de ingeniería. Al principio, lloraba en las noches. Después me acostumbré", afirma.

Sólo el arquero Carlos Torres sigue en el profesionalismo. "Jugaré hasta que el físico me lo permita. Aún no pienso en el retiro", explica el golero de Santiago Morning.

Tapia, Neira, Rozental, Galaz, Poli y Osorio desarrollaron carreras interesantes. Pero sólo "Manolito" llegó a un Mundial Adulto. Otros, como Dion Valle, partieron del país.

Este año se reunieron en Puerto Montt, invitados por Esteban Mancilla, donde recordaron una época en la que se ganaron el cariño de todo un país.

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