Sergio Nakasone: "El día en que se desarmó mi equipo, terminó mi relación con Canal 13"

Nakasone

El cerebro de MasterChef y Mundos Opuestos habla sobre su renuncia a la señal tras quince años.




"Una cuestión que se cae de maduro", dice en un principio Sergio Nakasone, cuando se le pregunta por su salida de Canal 13. Ayer, tres semanas después del despido de su equipo completo del área de telerrealidad de la señal por reestructuración, se anunció que el productor ejecutivo, uno de los cerebros emblema de los últimos años de Canal 13, renunció a la estación. "Se ha llegado a un completo acuerdo para el término del contrato que los vinculaba", describía el comunicado oficial de la estación televisiva. Al teléfono, el hombre tras espacios como MasterChef, Mundos Opuestos y más, detalló las razones de su partida.

Hace un mes se despidió a su equipo entero. ¿El canal no le ofreció a usted otras posibilidades para quedarse?

Cuando a mí me comunican que el equipo se desarma, se me da una propuesta de relocalización en el mismo canal, que a mí no me seducía. La rechacé, me dieron otra y quedé de considerarla. Pero la verdad es que el día en que se desarmó el equipo, mi relación con Canal 13 se terminó. Igual traté de tomar decisiones con la cabeza más fría, hablé con mi mujer y con amigos, pero no tengo ni la motivación ni la fortaleza para seguir en Canal 13. Y la televisión es un medio que exige mucho de eso. Tuve que ser sincero con el canal, y más importante, conmigo mismo, porque no me parecía seguir hasta diciembre sólo por tener que cobrar un sueldo.

¿Esto significa que no se llevó bien con el nuevo director ejecutivo, Javier Urrutia?

No, es que nos conocemos poco. Está llegando y tenemos visiones muy distintas de la televisión. Su visión del canal hoy está muy marcada por lo económico. Simplemente mi visión no encajó con la de él, y eso es parte de cualquier trabajo. No vemos lo mismo para el proyecto, no hubo comunión.

¿Sabe ya qué hará a futuro?¿Habló con otros canales, por ejemplo?

Todo es confidencial aún, pero he tenido ofertas de Chile y de Argentina. No me puedo quejar. Pero yo no soy nada sin mi equipo, esas 28 personas con que trabajé en Canal 13, que tras ser despedidas algunas ya están en otros trabajos. Me quedo con la satisfacción de haber creado una escuela. No me quiero comparar, pero así como la escuela de Gonzalo Bertrán marcó a la televisión, lo que nosotros hicimos con realities en Canal 13 marca hoy a la industria entera, porque el equipo sigue ahí. Igual, nunca duré quince años en un trabajo antes. Así que hoy estoy con la adrenalina de comenzar cosas nuevas.

Tras quince años, ¿se siente realizado con el trabajo hecho?

Yo llegué a Chile para hacer un reality en 2003. Patricio Hernández (entonces en Canal 13, hoy al mando de Mega), se fijó en mí, y entonces me venía se supone por dos años. Me terminé quedando quince. En todos esos años, siento que quizás mis mayores éxitos fueron Mundos opuestos, Amor ciego y Protagonistas, y el único fracaso fue El hormiguero, pero para mí ese último es un programa que aún quiero mucho y no habríamos sido lo mismo como equipo sin él. Hoy, el cómo hicimos los realities, es una fórmula que está insertada en toda la industria chilena. Eso es muy gratificante, y lo de ahora es que se cierra un ciclo, y está bien que así sea. Y es bueno que pase ahora, y no cuando yo ya no tenga ideas.

La TV en Chile es muy distinta hoy a 2003. ¿Quedó obsoleto el modelo de grandes realities por temas de costos?

El secreto es seguir haciendo programas masivos, y entender nuevas maneras de que las marcas y avisadores sientan que conectan con la audiencia. Viene un futuro en lo digital, con hacer las cosas de manera más flexible y liviana. Pero se abren hoy además nuevas ventanas, donde no sólo están las nuevas plataformas digitales, sino que también pensar la televisión como un producto panregional. Da lo mismo el acento, hay que pensar en más audiencias más allá de Chile, pero con formatos creados acá.

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