SEÑOR DIRECTOR:
A propósito del estudio del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP) publicado en Pulso, he constatado con preocupación el aumento en el riesgo de automatización en el mercado laboral al que apunta la investigación y que puede afectar en mayor medida a trabajadores de mediana calificación.
Además de lidiar con una economía deprimida, el mercado laboral en Chile está experimentando profundos cambios producto del desarrollo de nuevas tecnologías y su implementación en las organizaciones. Lo anterior implicará un impacto negativo en la empleabilidad de quienes no se puedan adaptar a esos cambios y en la capacidad de las empresas para contar con el talento que necesitan ante un entorno más competitivo.
Por esto, se hace urgente reformular los mecanismos de gestión de la formación, para garantizar que los trabajadores estén mejor preparados ante los nuevos requerimientos que se presentan.
La solución está a la vista: más y mejor capacitación para que las personas adquieran habilidades y conocimientos que serán vitales en el futuro del trabajo. Es evidente que para ello es clave cambiar el paradigma desde el cual hoy gestionamos y entender los cambios en los perfiles laborales.
Estamos al debe y el tiempo corre. Para avanzar, necesitamos de un esfuerzo conjunto de las entidades públicas, privadas y sociales, para vislumbrar las necesidades y demandas del mercado del futuro; una labor que inspira, desafía y que nos mandata a aunar voluntades y comprometernos para proyectar e implementar lo que serán las nuevas competencias y habilidades que impactarán en la prosperidad de las personas y el país.
Natalia Lidijover
Gerente de Desarrollo de Capital Humano Corporación Sofofa
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