Colaboración público-privada



SEÑOR DIRECTOR:

Somos testigos de la devastadora tragedia de los incendios que han afectado a cientos de familias en el sur del país. Ante tamaña adversidad, surgieron voces que optaron por el camino del diálogo y la colaboración para enfrentar esta crisis. Porque no solo se necesita resolver la urgencia de apagar el fuego, sino que también se requieren esfuerzos, recursos y voluntades para una reconstrucción con celeridad.

Organismos internacionales, gobiernos de diversas latitudes y la literatura académica han puesto su atención en el concepto de colaboración público-privada como un mecanismo clave. Naturalmente, este enfoque implica esfuerzos de todos los involucrados. En primer lugar, se debe superar la dicotomía de lo estatal versus lo privado, anteponiendo voluntad de cooperación y diálogo; luego, explorar nuevas formas de encausar las relaciones público-privadas, más allá de las relaciones contractuales o regulatorias; y, tercero, sumar actores en cada una de las partes involucradas, a fin de construir diálogos fructíferos frente a desafíos emergentes y altamente dinámicos.

Si bien la colaboración público-privada no es nueva en nuestro país, necesitamos que el ánimo colaborativo sea sistemático y permanente, pues “lo público” nos involucra y compromete a todos.

Gustavo Campos C.

Director Escuela de Gobierno Universidad San Sebastián

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