Opinión

Conflicto portuario

SEÑOR DIRECTOR

Algunos medios han tendido a retratar la violencia en las movilizaciones que afectan al Terminal Pacífico Sur como una violencia irracional. Pero se equivocan.

Primero, hay que contemplar los factores inmediatos. Al considerar ilegal la forma y el fondo de las movilizaciones, la empresa se ha negado a hacer concesiones sustanciales, lo que ha forzado la radicalización. Los trabajadores eventuales tienen todo que perder si no aumentan la presión, partiendo por el empleo, pues la empresa no ha descartado sanciones. Además, su situación es precaria, porque llevan un mes sin salario y muchos no disponen de una alternativa laboral real.

Segundo, cabe considerar los factores de fondo, como el modelo de gestión. La idea de una gestión de personas sustentable a largo plazo está poco arraigada en Chile. Esta idea ha cobrado relevancia en países desarrollados y postula que las empresas que quieren crecer de manera sostenida deben lograr comprometer a sus trabajadores con este crecimiento. Esto aplicaría, en este caso, a los trabajadores eventuales, quienes son una piedra fundamental en el modelo de negocio. Las empresas portuarias deben entender que su sustentabilidad financiera pasa también por generar una alianza estratégica con este grupo.

Otro factor de fondo es la institucionalidad laboral, pues no responde a la realidad nacional, donde la figura del trabajador con contrato indefinido ha dejado de ser la norma. La ley discrimina a los trabajadores externos, impidiéndole ejercer los derechos que sí asegura al asalariado tradicional. Esta ceguera legal sólo fomenta el conflicto, porque crea desigualdad y no asegura mecanismos para que estos grupos canalicen institucionalmente sus demandas.

Francisca Gutiérrez

Académica U. Alberto HurtadoInvestigadora Adjunta COES

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