El año del realismo

SEÑOR DIRECTOR:

El primer año de gobierno del Presidente Gabriel Boric nos deja una serie de lecciones difíciles de olvidar.

Si hay un hito que rescatar para quienes vivimos al sur del río Malleco, es que el Presidente se demoró ocho meses en visitar nuestra región. El Mandatario nos enseñó con su visita que la idea que uno tiene de la realidad puede cambiar. Que se puede dejar atrás la ideología y los prejuicios. Que es posible quitarse las vendas de los ojos para abrir la mente y el corazón, y escuchar la voz genuina de quienes habitan el territorio. ¿Qué lección aprendió el Presidente? Me quedo con sus palabras cuando reconoció que “en la región hay actos de carácter terrorista”, cuando reconoció la “cobardía” con la que actúan quienes queman escuelas dejando “sin educación a niños de La Araucanía rural” o cuando escuchó los testimonios de las víctimas y declaró sentirse sensibilizado, aunque sea ocho meses después de asumir el mando de la nación. Esto es actuar con realismo. Antes de eso había ocurrido un cambio: 50 días bastaron para revertir la equivocada decisión de prescindir del Estado de Emergencia en la Macrozona Sur, provocada también por un diagnóstico errado y alejado de la realidad.

Lo cierto es que antes y después de su visita no han dejado de ocurrir hechos graves y violentos. El 2022 se convirtió en el año con más asesinatos en el contexto de esta crisis de seguridad con 15 personas asesinadas, siete de ellas de apellido mapuche, atacados en sus casas, en sus lugares de trabajo, o mientras viajaban en un bus como el trabajador Segundo Catril, asesinado cobardemente camino a Lumaco.

Pese al notable gesto del Presidente, nos queda un amargo sabor de boca porque observamos, a ratos, falta de convicción del gobierno a la hora de impulsar una agenda de seguridad para La Araucanía y el sur de Chile.

No reconocer la evidente intencionalidad de los incendios, por lo menos en La Araucanía, forma parte de esta falta de convicción.

Desde el Gobierno Regional no me cansaré de seguir exigiendo más seguridad, que se apruebe la ley de reparación a víctimas del terrorismo, que se mantenga el Estado de Excepción por todo el tiempo que sea necesario y reforzar la presencia militar en La Araucanía.

Es hora de ponerle punto final al dolor de miles de familias. Necesitamos paz.

Luciano Rivas Stepke

Gobernador de La Araucanía