SEÑOR DIRECTOR:
En la discusión sobre la crisis de las Isapres se ha planteado el enfrentamiento entre dos posturas: los que buscan la quiebra del sistema privado como antesala a una reforma de la salud; y los que esperan un salvataje estatal a las Isapres.
El primer camino lleva a costos incalculables y probablemente desastrosos para usuarios y prestadores privados; el segundo, a mantener un sistema colapsado e ineficiente, que divide la calidad del acceso a la salud entre quienes pueden o no pagar.
La crisis que hoy vive el sistema debe ser la oportunidad para que de una vez por todas transitemos planificadamente a un sistema universal de salud. Modelos existen muchos, y deberemos buscar el (o los) que mejor responda(n) a nuestra realidad y necesidades. Pero lo que no puede seguir ocurriendo es que la falta de voluntad política, la inacción y los intereses particulares sigan extendiendo una situación que a todas luces se hace insostenible.
Francisca Crispi
Presidenta Colegio Médico Santiago
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