Una alimentación sana



SEÑOR DIRECTOR

El jueves, en el Día de los Derechos Humanos, el llamado de Naciones Unidas fue a “defender los derechos humanos” y “reconstruir para mejorar”. Los derechos humanos son esenciales para alcanzar un desarrollo sostenible y deben estar en la base de los esfuerzos de recuperación de la pandemia de Covid-19.

El derecho a la alimentación cumple un rol central para lograr el objetivo de terminar con el hambre y la malnutrición. Las personas que no tienen acceso a una alimentación sana están más expuestas a los efectos del Covid-19, en particular, aquellos que sufren obesidad o sobrepeso. En Chile, siete de cada 10 adultos y la mitad de los escolares.

Según las obligaciones internacionales de Chile, conforme al Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (artículo 11), toda persona tiene derecho a tener acceso, de manera regular, permanente y libre, sea directamente o mediante compra con dinero, a una alimentación cuantitativa y cualitativamente adecuada y suficiente, que corresponda a las tradiciones culturales de la población a que pertenece el consumidor y garantice una vida síquica y física, individual y colectiva, libre de angustias, satisfactoria y digna.

Para que este derecho no sea una mera declaración es fundamental que sea reconocido de manera explícita en la futura Constitución. El proceso constituyente brinda una oportunidad única para defender el derecho a la alimentación, estableciendo los recursos procesales pertinentes para exigir su cumplimiento.

Eve Crowley

Representante de la FAO en Chile

Manuela Cuvi Rodríguez

Oficial jurista de la FAO

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