Nuestras lectoras preguntan: ¿Las mujeres jóvenes podemos usar como método anticonceptivo el dispositivo intrauterino (DIU)?

Hablar sobre nuestros procesos sexuales nos hace bien, y si a lo largo del tiempo surgen cuestionamientos, debemos aclarlos con total libertad. Por eso, en Paula quisimos conversar sobre estos temas abiertamente y darles un espacio a ustedes, nuestras lectoras, para que puedan plantear sus dudas y los expertos ayuden a resolverlas.




Pregunta

“Hace poco tuve mi primera relación sexual y desde entonces estoy pensando qué método anticonceptivo será mejor para evitar un embarazo. Hasta el momento nos hemos cuidado con preservativo, pero no me siento segura. Por eso, quisiera saber si las jóvenes podemos usar el dispositivo intrauterino (DIU) o está indicado solo para mujeres que han tenido hijos”.

Alejandra, 19 años.

Respuesta

“Las adolescentes deben elegir el método más seguro que estén dispuestas a usar y el dispositivo intrauterino (DIU) es el preferido de las jóvenes mayores de 18 años que ingresarán a la educación superior y ven grandes beneficios en instalarse un método que les da cinco años de seguridad anticonceptiva, sin tener que estar preocupadas diariamente de la ingesta ni del costo mensual de otro método”, explica Carolina Pastene, ginecóloga pediátrica y de adolescencia de Clínica Las Condes.

La especialista, además, señala que las menores de 18 años, en general, prefieren los implantes subcutáneos (que van en la cara interna del brazo) porque no requieren de la manipulación del genital para instalarlos.

Sobre cuál es el principal beneficio del DIU, Pastene señala que es su eficacia anticonceptiva. “Es veinte veces superior a los parches, píldoras y anilllos vaginales. Su costo inicial puede ser mayor, pero en el tiempo es menor, y los DIU medicados disminuyen el volumen del sangrado e incluso lo pueden suprimir en algunos casos, lo mismo que con el dolor menstrual”.

En cuanto a los efectos secundarios de este método anticonceptivo, la experta sostiene que el DIU de cobre, por ejemplo, tiende a producir menstruaciones más dolorosas y abundantes; y también pueden desarrollarse infecciones pelvianas el primer mes de la inserción si no se han realizado exámenes antes de ponerlo. “Por eso, siempre el especialista debe descartar la presencia de Chlamydia trachomatis antes de instalarlo”.

Las adolescentes que no deberían usar este método –señala la ginecóloga- son aquellas que tienen algún trastorno en la morfología de la cavidad uterina o de la vagina que impide la inserción del dispositivo, infecciones pelvianas y sangrados genitales de causa desconocida. “Otras contraindicaciones rarísimas en adolescentes son la presencia de un cáncer al cuello del útero, endometrio o de mama”.

Un buen comienzo de la vida sexual

La IX Encuesta Nacional de la Juventud, realizada por el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), reveló que las adolescentes chilenas en promedio inician su actividad sexual a los 16,7 años, y que sus principales temores son: un posible embarazo, el qué dirán de sus padres y el miedo a contraer una infección de transmisión sexual.

El informe, además, reveló que jóvenes de edades tempranas reportan un mayor uso de anticonceptivos en la primera relación sexual en comparación a los jóvenes de mayor edad; y que el condón y la píldora anticonceptiva son, por lejos, los métodos más ocupados (49,2% y 31,7% respectivamente).

Iniciarse en la sexualidad es una vivencia determinante para mujeres y hombres. Por eso, al hacerlo por primera vez es importante informarse y conocer cuáles son los anticonceptivos más adecuados. Así lo cree Carolina Pastene quien aconseja a los adolescentes preguntarse por qué quieren iniciar su vida sexual y con quién desean hacerlo. “Tiene que ser ser libres y capaces de dar su consentimiento, es decir, no estar bajo los efectos del alcohol o drogas. Deben saber que no hay ningún método 100% efectivo de prevención del embarazo, además de la abstinencia. Por eso, es importante que usen un método anticonceptivo idealmente un mes antes del inicio de la actividad sexual, para asegurar una buena eficacia del método; tienen que usar condón siempre; y deberían saber qué harán si resultan embarazados, a quién recurrirán, quiénes serán su red de apoyo, si cederán en adopción a la guagua, si lo criarán ellos. Todos esos escenarios deberían haberlos conversado alguna vez con la pareja y familia”.

En esta decisión de vida, agrega Andrea Von Hoveling, ginecóloga de Clínica Santa María, nadie puede ni debe forzar a una adolescente a iniciar o retomar su vida sexual, aunque sea la pareja. “Además, los adolescentes deben informarse a través de los canales correctos. Pasa que muchos lo hacen a través de amigos, internet e incluso películas, sin tener acceso a conocimientos correctos en cuanto a biología, sexualidad e incluso con respecto a sus derechos en salud sexual. Es una muy buena medida conversar con adultos de confianza y, sumado a eso, recurrir a profesionales que trabajen en salud sexual y reproductiva”.

La adolescencia es una etapa de mucha fertilidad y alto riesgo de contraer también infecciones de transmisión sexual como, por ejemplo, Papiloma humano. “Por eso los adolescentes deben priorizar métodos anticonceptivos altamente efectivos y siempre combinarlos con preservativos. Esto último, minimiza el riesgo de embarazo no planificado y protege de contagios”, aconseja Von Hoveling.

Tipos de anticonceptivos

Una adolescente que desea iniciar su vida sexual debe saber que existen métodos anticonceptivos como los hormonales (pastillas anticonceptivas), los de larga duración (LARCS, en inglés) -que su funcionamiento no depende de la administración diaria de la usuaria-, el implante subcutáneo (Implanon nxt) y los dispositivos intrauterino medicados (Mirena, Kyleena, Jaydess) y la T de cobre. “Estos últimos logran una tasa de embarazo de 1 por cada 100 usuarias, a diferencia de las pastillas, que tienen tasas 5-8/100 usuarias, ya que hay un 30% de olvidos o errores de toma al mes”, señala Pastene.

Sobre cuál método es mejor para una adolescente, Andrea Schilling, ginecóloga infanto-juvenil del centro de adolescencia de Clínica Alemana, explica que: “las pastillas anticonceptivas son un excelente método, pero tienen el problema de que depende de la usuaria. Si se olvidan tomarlas, obviamente disminuye la seguridad. En ese sentido, hay que hacer dos cosas: siempre usar condón además de las pastillas u otro método. En cambio, los dispositivos intrauterinos sí se pueden usar en adolescentes que no hayan tenido embarazos previos, y tienen la gran ventaja de que no importan los olvidos”.

Según Schilling, las únicas adolescentes que no debieran usar el DIU son aquellas que tienen una alteración en la forma del útero que contraindica el uso del dispositivo intrauterino. “Por eso, lo ideal sería contar con una ecografía antes de insertar un dispositivo intrauterino para descartar problemas. Siempre es importante evaluar la situaciones caso a caso”.

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