Beatriz Sánchez: su incómodo rol en medio de la tensión del Frente Amplio

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Ilustración Luis Grañena

La excandidata presidencial y actual vocera del Frente Amplio se encuentra en una encrucijada ante un bloque dividido. Algunos plantean que ha renunciado a su rol de incidir y ha perdido poder interno.


El acuerdo por una nueva Constitución que se firmó la madrugada del viernes pasado, y en la que se sumaron tres colectividades del Frente Amplio (FA), ha generado una tensión en ese conglomerado que muchos plantean casi como irreversible. De hecho, este jueves una de las tiendas del bloque -el Partido Ecologista Verde (PEV)- notificó su salida de la coalición. Y en medio de ese complejo escenario, el rol de la vocera y excandidata presidencial del FA, Beatriz Sánchez, ha sido también puesto en cuestión.

"Esto lo ganó la gente. Gracias a cada persona que se movilizó, que saltó torniquetes, que hizo cabildos en pegas y barrios. Y a cada una de las víctimas de violaciones a los DD.HH., no las olvidamos. Vamos por la AC y medidas concretas para hacer un país justo", escribió en su cuenta de Twitter Sánchez después de conocido el acuerdo que se firmó en la sede de Santiago del Congreso. Sin embargo, dos diás después, la periodista sufrió una funa en plena Plaza Italia, donde un grupo de personas le gritó "traidora y vendida".

La periodista está en una incómoda posición. Al ser vocera de un bloque en donde, según explican sus militantes, "no hay acuerdo sobre el acuerdo", su rol ha quedado mermado, ya que no puede salir ni a defender el pacto ni a cuestionarlo completamente.

Si bien algunos en el interior del Frente Amplio plantean que, debido a las diferencias internas, su rol ha terminado siendo casi irrelevante, otros afirman, en privado, que su falta de definición y su renuncia a incidir previo al acuerdo también le pudo pasar la cuenta. De hecho, las mismas personas señalan que hay figuras de la coalición, como Gabriel Boric (Convergencia Social), Catalina Pérez (RD) e incluso Pamela Jiles (PH), que han crecido por estos días al instalar una posición clara frente al pacto por una nueva Constitución, mientras la exabanderada del bloque ha desaprovechado esta oportunidad y no ha mostrado liderazgo.

Según explican en el sector, la periodista no quiso "jugársela" ni a favor de la búsqueda de un acuerdo ni en rechazo de este pacto, todo a la espera de la unidad del bloque, la que finalmente nunca se dio. No obstante, esta posición "ecuánime" hizo que tuviera poca relevancia política en un momento histórico. "No movió la brújula hacia ningún lado", explican, y por lo mismo, terminó "perdiendo poder", puntualizan.

Algunos dirigentes también han compartido al interior del bloque que Sánchez habría optado por cuidar su "figura" en un momento muy complejo social, pero que esa estrategia no le trajo réditos. Agregan que, por ejemplo, el presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, a pesar de resistencia en sectores de su propio partido y coalición, tomó una postura clara frente al debate constitucional, lo que finalmente ha sido valorado por la ciudadanía. Y añaden que la "ausencia" de la frenteamplista la hizo perder liderazgo, lo que, además, podría incluso traer costos frente a futuros desafíos electorales como una nueva carrera presidencial.

Las presiones

Tras la "funa" de la que fue víctima, Sánchez intentó entregar su visión respecto del acuerdo del pacto por la nueva Constitución. Ahí planteó, por ejemplo, que "nos falta explicar más el acuerdo. Me pasó que, entre los gritos, varias personas me hacían preguntas bien legítimas, que yo traté de responderles (...) ¿Faltan cosas para ese acuerdo? Sí, faltan cosas. Hay que garantizar paridades. Hay que garantizar participación de los pueblos indígenas. Me encantaría que hubiese diversidad de edades, entre otras cosas", sostuvo.

Pero si bien son pocos los que se atreven a realizar críticas públicas a una de las principales figuras del bloque, sí hay varios que le plantean algunos límites al accionar que debería tener en su rol de vocera del bloque.

"Quienes ejercen vocería del FA no pueden de ninguna manera atribuirle al Frente Amplio una validación de ese acuerdo. Ese acuerdo fue firmado por personeros en representación de partidos políticos , tres partidos del FA lo firmaron y alrededor de ocho partidos no lo firmaron. Ni Beatriz Sánchez ni nadie puede atribuirle al Frente Amplio estar a favor del acuerdo, puesto que no se ha tomado una definición como FA", expuso el diputado humanista Tomás Hirsch.

En tanto, el jefe de la bancada de diputados de Revolución Democrática, Pablo Vidal, si bien evitó hacer una crítica directa a la periodista, sí valoró el que algunas figuras del bloque hayan hecho evidente su postura a favor del acuerdo. "El liderazgo de Beatriz es fundamental para el FA y también fue importante ver el rol de otros liderazgos y partidos dispuestos a recibir críticas con tal de avanzar en acuerdos para Chile".

En tanto, el diputado del Partido Liberal Vlado Mirosevic respaldó la posición de la vocera. "Beatriz es la figura que mejor representa el espíritu del Frente Amplio, por lo que en su condición de independiente debe representar a todos los sectores".

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