Among Us: de qué se trata, cómo se hizo tan popular y por qué lo juegan los políticos

Sencillo, gratuito, multijugador y sumamente entretenido: son algunas de las características de este videojuego, que de la noche a la mañana se ha transformado en un fenómeno social, incluso para políticos extranjeros y nacionales, aunque con distinta suerte.




A través de las distintas generaciones de videojuegos caseros, desde sus inicios a comienzos de la década de los 70s, ciertos títulos han logrado ganar popularidad hasta transformarse no sólo en fenómenos de ventas, sino que también en verdaderos crisoles de encuentros sociales y que hoy, por razones obvias, se dan de manera virtual.

Los videojuegos actuales, además de contener todos los elementos clásicos que conllevan en su esencia —desde escapismos hasta recompensas—, también incluyen un importante factor de convivencia social. Los títulos en línea se han transformado en verdaderas plazas públicas digitales, donde un grupo de amigos (o desconocidos) se pueden juntar a departir una partida de Fortnite, por ejemplo, al mismo tiempo que comentan sobre la prueba del colegio, la fiesta del fin de semana o el partido de fútbol de su equipo favorito. Todo, mientras realizan los objetivos del juego.

A la larga, es lo mismo que hacían las generaciones anteriores, varias décadas atrás, cuando se llegaba del colegio y se colgaban al teléfono para hablar con algún amigo, mientras tomaban once y veían dibujos animados o el Extra jóvenes en la tele.

Jugar en línea, para los jóvenes, obedece a una dinámica de encuentro social muy distinta a lo que era hace unos diez años, cuando solo se trataba de compartir simultáneamente una partida. Con el auge y boom de los deportes electrónicos (o e-sports), junto con la generación de contenidos por parte de youtubers que, cuál modernos shows televisivos, muestran cómo juegan videojuegos ante audiencias de millones de espectadores alrededor del mundo, las cosas han cambiado y las viejas generaciones están entendiendo que para llegar a las nuevas audiencias es necesario, de una u otra manera, utilizar los videojuegos.

Uno de los últimos títulos en provocar un fenómeno popular es el Among Us. Creado a mediados del 2018 por InnerSloth, un pequeñísimo estudio independiente norteamericano, el juego fue progresivamente ganando tracción entre los usuarios, hasta transformarse, durante el 2020, en uno de los juegos más descargados y populares del momento.

¿De qué se trata? Among Us es, básicamente, una versión más sofisticada del clásico concepto de “¿quién es el asesino?”. Ambientado en escenarios de ciencia ficción, donde hay que reparar una nave espacial, los jugadores —las partidas son de cuatro a diez personas— se dividen en dos grupos: compañeros e impostores. El objetivo de los “compañeros” es identificar a los “impostores” y eliminarlos, mientras van completando diversas misiones, mini juegos y objetivos. Mientras, los “impostores” se encargan de sabotear y matar a los “compañeros” sin ser pillados. Se puede solicitar una votación entre los participantes para determinar si uno de ellos es, efectivamente, un impostor. Los compañeros ganan si todos los impostores son eliminados y si se han completado todos los objetivos solicitados. De lo contrario, vencen los impostores.

Es una mecánica muy simple, pero sumamente sencilla y atractiva, que por cierto se ha visto también propulsada por la actual pandemia. Elementos suficientes para que actualmente más de 60 millones de usuarios activos lo jueguen diariamente, gracias al impulso que ha tenido a partir de plataformas de streaming como YouTube y Twitch, que rápidamente lo han transformado en un juego de culto. Sólo en septiembre, YouTube reportó que fueron vistos cuatro mil millones de videos en esa plataforma durante septiembre.

Pero acaso el mejor ejemplo que ha logrado reflejar la popularidad del juego fue hace unas semanas, cuando la congresista demócrata por Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, jugó Among Us —aprovechando su popularidad con la nueva generación de votantes, claro está— y se transformó en un hit: más de 430 mil personas vieron el streaming y la movida fue ampliamente aplaudida y celebrada como una innovadora estrategia política.

Acá en Chile también se trató de replicar la experiencia en Twitch, con políticos locales. Lamentablemente, la experiencia fue más bien bochornosa. En vez de generarse un ambiente lúdico entre los asistentes, a los pocos minutos de haber comenzado la partida la cosa pasó a los insultos vía chat y a una seguidilla de amenazas en redes sociales que terminó en una denuncia a la PDI “por acoso telefónico y vía redes”. Pero mejor no entrar en esos detalles.

Como sea, lo importante es que el juego, más allá de su explosiva popularidad, es ideal para jugarlo con (buenos) amigos. Among Us está disponible de manera gratuita para descarga en las tiendas de Android, iOS y Windows.

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