Aurelio Montes por incendios forestales en valle del Itata: “Esas viñas recién el 2025 van a tener nuevamente producción”

El presidente de Vinos de Chile estima que el histórico valle del Itata sufrirá una pérdida del 30% al 40% de la producción anual total de la zona. El daño es especialmente grave para los productores a pequeña escala, algunos de los cuales perdieron toda su producción. Además, señala que las parras afectadas, pero que se salvaron, es probable que no vuelvan a producir de aquí a dos años, a raíz del calor al que estuvieron expuestas.


A poco más de tres semanas de que comenzó la ola de incendios que afecta al centro sur de Chile, los focos se han reducido sustancialmente y ya comienzan a realizarse los primeros catastros de los daños de los distintos sectores productivos de las zonas impactadas. Con respecto al sector vitivinícola, Aurelio Montes, presidente de Vinos de Chile, afirma que las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía aportan una pequeña parte de la producción y exportación de vino del país, pero que la zona del Valle del Itata, ubicado en la Región de Ñuble, cuenta con cepas históricas y estima que se perderá entre un 30% y un 40% de la producción total anual. El problema ha afectado principalmente a pequeños viñateros, de los cuales muchos de ellos perdieron toda su producción.

Sobre las tres regiones afectadas, el presidente de Vinos de Chile explica que en la Región de La Araucanía la producción de vino es casi nula, por lo cual la exportación es mínima. Por su parte, “el Biobío está un poquito más avanzado, pero tampoco hay grandes cantidades de uva”, agrega.

Asimismo, dice que en años normales la exportación directa que sale de la Región del Ñuble, en específico del Valle del Itata -de las variedades País, Cinsault y Moscatel itálica, que son las tres típicas de la zona-, en términos de volumen, no es muy importante.

Puntualiza que la gran zona exportadora del país es la Región del Maule -además de la de O´Higgins-, donde se encuentran los grandes productores y exportadores de vino embotellado. “Puede ser que el Ñuble tenga importante número de vino a granel, que tiene un menor valor, entonces esa zona sí que puede ser muy importante con respecto a ese tipo de vino”, añade.

De todas formas, Montes asegura que algunos de los grandes exportadores de las viñas relevantes compran uvas del Itata, exportando el vino que producen con dicho insumo con sus propias etiquetas. Sin embargo, subraya que dichos envíos fuera del país representan una porción de cerca del 5% del total, lo que significaría una pérdida de unas 200 mil o 500 mil cajas de exportación, lo cual es poco, comenta.

Pero pese al bajo volumen de exportaciones, el líder de Vinos de Chile asevera que lo relevante de las pérdidas de la zona afectada por los incendios recae en los daños para los pequeños productores, además del hecho de que en el valle del Itata hay cepas históricas, con plantas de más de 100 años, por lo que es considerado un patrimonio histórico.

Valle del Itata

Montes indica que en el Valle del Itata hay unas cuatro mil hectáreas de viñedos en total, de las cuales estima que 250 se quemaron. Es, decir, sería cerca del 6% de las viñas “que se quemaron sin vuelta alguna”, precisa.

El problema más grande en la zona, sostiene el presidente de Vinos de Chile, es que a nivel de producción, “los cálculos más pesimistas indican que se va a perder entre un 30% y un 40% de la producción total anual, porque aunque la planta no se haya quemado, con el calor que se produjo quemó toda la fruta. Eso significa perder cerca de 10 millones de litros, que son cantidades importantes”, cuantifica.

Lo anterior también trae como consecuencia que, con la fruta que se perdió, “de esos 30 millones de kilos de uva que produce la zona del Itata, serán entre 10 y 12 millones que no se van a poder vinificar”, asegura, agregando que estas cifras se encuentran todavía en formación.

En tanto, acota que, el resto de la uva que se salvó y que se va a poder vinificar, se encuentra con una cuota importante de contaminación, dado el humo, lo cual, dice Montes, es un problema que se ha estado estudiando internacionalmente tras distintos incendios ocurridos en zonas viníferas. “Países como Estados Unidos -en el valle de Napa- o Australia, que han tenido grandes incendios, han estudiado mucho el tema, porque el vino que se produce contaminado con olor a humo no sirve para ser comercializado. Entonces el drama suma y sigue”, indica.

De aquí a un año más, afirma el también presidente de Viña Montes, lo más probable es que para la temporada del 2024 todas las hectáreas afectadas, que no murieron, pero que están todavía tratando de recuperarse, tengan un año prácticamente sin ninguna producción. “Esas viñas recién el 2025 van a poder empezar a ver nuevamente producción de estas parras que no murieron, pero que están fuertemente afectadas por el calor y por las llamas”, agrega.

“El drama social es tremendo, porque son pequeños productores los de la zona. El promedio por cada uno debe ser de 5 a 10 hectáreas, entonces son cerca de 400 productores que quedan afectados, personas naturales con sus familias”, resiente.

Por último, Montes señala que hay muchos productores que se van a quedar un año con muy poca o ninguna producción, “por lo que sus ingresos para mantener a la familia son muy bajos. Por lo tanto, esto es un drama que el gobierno tendrá que ver de qué manera solucionar. Van a tener que haber préstamos, subsidios blandos, entre otras medidas”, concluye.

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