Chile Day: Marcel asegura que es “es difícil de adivinar” cuánto va a tardar el nuevo proceso constitucional, pero “probablemente eso va a tomar hasta inicios de 2024″

Este lunes se inició el Chile Day en Londres, donde el ministro de Hacienda hizo una presentación sobre la situación económica del país, así como de las reformas. Luego, hubo una conversación con el editor para América Latina del Financial Times, Michael Stott, quien consultó al ministro respecto a una sensación que observó en los empresarios chilenos, "de que Chile durante tanto tiempo fue el ángel de los mercados emergentes, pero se le perdió la aureola. ¿Chile ha perdido su halo?”. Marcel respondió que Chile está pasando por una transición en tres niveles.


Este lunes inició el Chile Day en Londres, donde el ministro de Hacienda, Mario Marcel, hizo una presentación sobre la situación económica del país así como de las reformas que impulsa el gobierno.

Una vez que finalizó su presentación, hubo una conversación entre el ministro Marcel y el editor para América Latina del diario británico Financial Times, Michael Stott. Allí, el miembro del directorio editorial del Financial Times, comentó que estuvo en la capital de Chile el mes pasado y tuvo la oportunidad de hablar con personas ligadas a los negocios, con el sector privado, y dijo que vio un poco de preocupación respecto al aumento de impuestos, la inseguridad, y la incertidumbre política alrededor de la nueva Constitución, “y la sensación de que Chile durante tanto tiempo fue el ángel de los mercados emergentes, pero se le perdió la aureola. ¿Chile ha perdido su halo?”, consultó al ministro.

Marcel respondió: “Diría que hemos estado pasando por tres años desafiantes, partiendo con el estallido social de fines de 2019, y creo que esto ha fomentado una transición, que como toda gran transición o transformación, involucra cierto grado adicional de incertidumbre. Por supuesto, esto combinado con la peor crisis global que hemos conocido en nuestras vidas, generó un ambiente donde tal vez era más fácil perder el rumbo, pero en lugar de eso, creo que Chile está pasando por una transición en tres niveles”.

Primero, habló de una transición “al nivel macroeconómico, así como muchos países están saliendo del gran shock económico del Covid-19. En segundo lugar, estamos pasando por una transición política, que se refleja ampliamente en el proceso constitucional, pero también en el cambio de política luego de la elección general del año pasado. Y también una transición productiva, porque solíamos pensar en Chile como una economía que descansaba mucho en materias primas, recursos naturales, y que tenía poco que hacer o un espacio limitado para moverse a un mayor desarrollo. Pero ahora mismo, producto de que la tecnología puede cambiar, y debido al alcance de las fuentes naturales de energía, creo que hay un nuevo horizonte abriéndose por delante de nosotros”.

Agregó que “por supuesto ese proceso no está libre de riesgos. Y hay muchas cosas que tenemos que hacer, tenemos que completar el proceso constitucional, tenemos que seguir estabilizando la economía, tenemos que fomentar la inversión, necesitamos más inversión privada en la economía, pero creo que hemos hecho un avance sustancial hasta ahora, y es un buen punto para mirar a futuro”.

Luego Stott le consultó sobre los tiempos del proceso constitucional: “¿Cuándo cree que los inversionistas podrían esperar ver terminado finalmente el proceso constitucional?”. Marcel respondió que “estamos en medio de negociaciones políticas, probablemente tendremos nuevas noticias esta semana, es difícil adivinar... Estoy seguro que los miembros del Parlamento que se unirán en el próximo panel tendrán mucho más que decir, pero parte de las discusiones se han centrado en acortar el proceso que seguirá”.

Al respecto, señaló que “la Convención previa, por ejemplo, de todo un año, se tomó los primeros tres meses para acordar su regulación interna. Creo que parte de las negociaciones que hemos visto hasta ahora, apuntan a tener esas reglas del juego bien establecidas cuando el nuevo cuerpo constitucional empiece a funcionar. También ha habido un acuerdo político en algunos de lo que las personas han llamado los bordes de la reforma constitucional, así que creo hay una serie de características que apuntan a un compromiso para un proceso más efectivo esta vez”.

Stott consultó si creía que iba a durar uno, dos, tres o cuatro años hasta que termine todo el proceso, frente a lo cual, Marcel respondió que “es difícil de adivinar, pero diría que, juntando lo que queda de estas negociaciones, además del proceso electoral que debería seguirlo, luego el trabajo del cuerpo constitucional, y el plebiscito de salida, probablemente eso va a tomar hasta inicios de 2024. Pero lo importante acerca de esto, es que una vez que completemos este proceso, vamos a tener una Constitución que será capaz de representar mejor a los chilenos, que será capaz de reconocer algunos de los cambios no solo de Chile, sino que a nivel mundial hemos estado enfrentando, y eso nos va a poner en un mejor lugar para mirar hacia futuro”.

Respecto a la reforma tributaria, Stott comentó: “Dijo que no hay nada radical en lo que estamos haciendo, y es verdad que en Chile la carga tributaria es menor en relación al promedio de la OCDE, pero creo que (...) la carga corporativa está aumentando y ya está por sobre el promedio de la OCDE. ¿No está un poco preocupado por el impacto en las compañías por esta reforma tributaria?”.

Marcel afirmó que “el mayor componente del aumento en los impuestos corporativos está asociado al royalty minero, porque en la reforma sobre impuesto a la renta, las únicas características que podrían incrementar la carga tributaria están mayormente relacionadas a una reducción de la elusión tributaria, así que el corazón de la reforma aún está más concentrado en impuestos personales sobre la renta y sobre el patrimonio. Así que está más concentrada en individuos que en empresas”.

En esa línea, Stott retrucó: “¿El impuesto al patrimonio es bastante radical, no?”. Marcel contestó que “hay un número de países que tienen impuesto al patrimonio, por supuesto no es tan generalizado como el impuesto a la renta de las personas, y la característica es que básicamente apunta a aumentar la progresividad del sistema tributario chileno. Este es un componente de la reforma tributaria, que no ha sido discutido aún en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, así que en las próximas semanas sera discutido”.

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