
Barómetro UNAB: economía chilena repunta en mayo
Desde el Instituto de Políticas Públicas UNAB explicaron que "aunque persisten debilidades en indicadores laborales y de consumo, la recuperación de la actividad, liderada por el Imacec, el tipo de cambio y el precio del cobre, permitió revertir la trayectoria negativa observada en los meses anteriores“.

El Barómetro de la Economía Chilena del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello (UNAB) mostró un repunte en el mes de mayo. “Aunque persisten debilidades en indicadores laborales y de consumo, la recuperación de la actividad, liderada por el Imacec, el tipo de cambio y el precio del cobre, permitió revertir la trayectoria negativa observada en los meses anteriores“, explican desde la institución.
La medición del índice económico IPP UNAB pondera el desempeño de una serie de variables, posicionándolas en un plano dividido en 4 cuadrantes que corresponden a distintos estados: ‘bien y mejorando’, ‘bien pero empeorando’, ‘mal pero mejorando’, y ‘mal y empeorando’.
“El Índice Económico IPP UNAB aumentó desde 10,9 a 14,5 puntos, registrando su primera alza en tres meses”, detalló el instituto. Esto, también empujado por un entorno internacional más favorable considerando el acuerdo comercial entre China y Estados Unidos. De esta forma, el índice se mantuvo en “bien, pero empeorando”, debido a que su valor aún se ubica por debajo de los tres meses previos.
En mayo la mayor proporción de variables se concentró en “bien, pero empeorando”, al ubicar al 33,3%: las remuneraciones reales, deuda neta del gobierno, incertidumbre económica, deudores morosos, confianza en consumidores, exportaciones, riesgo y tasa de ocupación.
Un 29,2% de los factores considerados se posicionaron en el mejor de los cuadrantes, es decir, “bien y mejorando”: la inflación, Imacec, precio del cobre, participación laboral, Ipsa, participación laboral femenina y tasa de informalidad.
La misma proporción obtuvo el peor, “mal y empeorando”, consolidando al desempleo, confianza empresarial, creación de empleos, saldos en cuentas corrientes y depósitos a plazo, inversión extranjera directa, tasa promedio de crédito de consumo e índice de avisos laborales por internet.
En “mal pero mejorando” se encontraron el 8,3% de las variables considerando a las tasas promedio de créditos hipotecarios y el dólar.
Subíndices y cambios de cuadrantes
Dentro de los subíndices que componen el barómetro, se encuentra el de expectativas, que mostró una mejora en su evaluación, pasando de 19,8 a 24,4 puntos. Con esto, se mantuvo en el cuadrante “bien, pero empeorando”. Entre las variables que considera hubo tres cambios de cuadrante: dos positivos y uno negativo.
La confianza de los consumidores, avanzó desde “mal y empeorando” a “bien, pero empeorando” ante una mejora de la percepción económica y actual y una mayor disposición al consumo. A su vez, el IPSA logró retornar desde “bien pero empeorando” a “bien y mejorando”.
El único cambio negativo fue el de la incertidumbre económica que pasó de “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”, lo que se atribuye al conflicto entre Chima y Estados Unidos.
El subíndice de situación macroeconómica volvió a posicionarse en terreno positivo después de dos meses en el lado negativo. Esta división pasó de “mal y empeorando” a “bien y mejorando” impulsado por tres variables que pasaron a mejores cuadrantes. El Imacec y el dólar pasaron de “mal y empeorando” a “bien y mejorando”, y el precio del cobre pasó de “bien pero empeorando” a “bien y mejorando”.
Finalmente, el subíndice de situación de los consumidores fue el único que vio un deterioro de su desempeño. Aunque no representa una caída muy grande (de 7,4 a 5,9 puntos), es suficiente para que el segmento pase de “bien y mejorando” a “bien pero empeorando”.
Dentro de este hubo 8 cambios en sus variables, 6 negativos y sólo dos positivos, correspondientes a la inflación (de “bien pero empeorando” a “bien y mejorando”) y las tasas hipotecarias (de “mal y empeorando” a “mal pero mejorando”). Entre los 6 negativos se encuentran el índice de remuneraciones, los deudores morosos, y la tasa de ocupación, que pasaron desde “bien y mejorando” a “bien pero empeorando”.
A su vez, los saldos de cuentas corrientes y depósitos a plazo y el índice de avisos laborales se movieron desde “mal pero mejorando” a “mal y empeorando”. La creación de empleos también finalizó en “mal y empeorando”, pero el mes pasado estaba en “bien y mejorando”.
“En definitiva, el informe de mayo refleja un escenario en transición, donde conviven señales de recuperación con áreas que aún requieren atención. El desafío estará en consolidar el avance observado en el frente macroeconómico, sin descuidar los rezagos en el mercado laboral ni los factores de vulnerabilidad externa, avanzando hacia una recuperación más equilibrada, sostenida y resiliente", puntualiza el informe.
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