Columna de Christian Larraín: “Ventajas de la centralización/licitación del soporte de las AFP”

Foto: Luis Sevilla - Santiago - Chile .

"Las ventajas de eficiencia de la centralización/licitación son gigantescas comparadas con el actual modelo donde 7 AFP replican por su cuenta las mismas actividades de soporte que el resto, siendo del todo esperable que los costos que debiera asumir el Estado con un modelo centralizado/licitado serían muchísimo más bajos que los US$300 millones que actualmente tienen las AFP".


Uno de los elementos más relevantes de la propuesta de reforma previsional del gobierno del Presidente Boric consiste en la desintegración vertical de las actividades de soporte e inversiones de las AFP.

Tal como hemos señalado anteriormente, no existen argumentos en la teoría económica para justificar tener dentro de una misma entidad las funciones de soporte y las funciones de inversiones. Este modelo institucional es uno de los elementos que explica que actualmente las AFP operen con rentas económicas, con un margen neto sobre gastos en torno a 100% en los últimos 5 años (casi US$500 millones por año, neto de encaje).

La propuesta del gobierno es que las actividades de soporte sean centralizadas bajo el nuevo Administrador de Pensiones Autónomo (APA), que pasaría a ser la cara visible del sistema para todos los afiliados, con amplias facultades para licitar y subcontratar con privados las nuevas tareas a realizar.

Asumiendo que no existen economías de escala adicionales a las actualmente existentes (es decir, los costos de soporte siguen en los US$300 millones al año actuales), las comisiones a cobrar por los nuevos Inversores Privados de Pensiones (IPP) podrían bajar en forma significativa gracias a la combinación entre el financiamiento del Estado de los US$300 millones de costos de soporte que se traduce en un subsidio a los afiliados, US$140 millones por ahorro en gasto de ventas y la rebaja en los márgenes que cobran las AFP (puesto que estos se aplicarán solo sobre las inversiones, que corresponden a cerca del 10% de los costos del sistema). En efecto, la suma de los costos de soporte (asumidos por el APA en la propuesta) y la fuerte disminución del costo de venta (reducido a publicidad), y aplicándose los mismos márgenes de 100% actuales, generan condiciones para una significativa rebaja de comisiones a pagar por los usuarios.

Es del caso insistir, en que los cálculos anteriores no suponen ninguna ganancia de eficiencia adicional como resultado de la centralización, las que de existir, solo significarían que el costo fiscal de la propuesta podría ser inferior a los US$300 millones anuales.

Dicho lo anterior, la evidencia de la Administradora de Fondos de Cesantía (AFC) muestra que existen enormes economías de escala potenciales que podrían resultar de un modelo basado en la centralización del soporte con licitación en los privados. El modelo de la AFC es relevante porque se trata de una entidad que, al igual que las AFP, realiza servicios de administración de cuentas, gestión y pago de beneficios, atención de público e inversiones.

En efecto, la AFC administra las cuentas de 10.988.641 afiliados versus 12.092.305 afiliados que administran las AFP en su conjunto, por lo cual se trata de órdenes de magnitud comparables. Según cifras de la Superintendencia de Pensiones, el gasto operacional anual por afiliado, a diciembre de 2021, ascendió a $31.571 en el caso de las AFP, versus $2.491 en el caso de la AFC. Es decir, en el caso de esta última, la cifra fue casi 13 veces más baja.

Dicho lo anterior, la AFC tiene dos grandes ventajas respecto de las AFP, ya que, por un lado, no tiene gastos de ventas y, por otro lado, administra un fondo de inversiones de US$10.670 millones, casi 16 veces más pequeño que las AFP.

Por ende, una comparación justa entre las AFP y la AFC requeriría, por un lado, sacar los US$161 millones que gastaron las AFP en ventas en 2021, y en ambos casos restar los gastos en el macroproceso de inversiones, lo cual deja exclusivamente los costos de soporte de cada tipo de entidad, los que para las AFP ascenderían a US$303,2 millones y en el caso de la AFC en US$30,8 millones.

Con las cifras de gastos de soporte (limpias de cualquier otro gasto) y de cantidad de cuentas administradas, es posible calcular el gasto operacional que corresponde a cada afiliado, que para las AFP asciende a $21.319 al año, versus $ 2.383 al año de la AFC.

De este modo, las ventajas de eficiencia de la centralización/licitación son gigantescas comparadas con el actual modelo donde 7 AFP replican por su cuenta las mismas actividades de soporte que el resto, siendo del todo esperable que los costos que debiera asumir el Estado con un modelo centralizado/licitado serían muchísimo más bajos que los US$300 millones que actualmente tienen las AFP.

Todo lo anterior, sin contar los beneficios que desde el punto de vista de atraer nuevos agentes que puedan ofrecer el servicio de invertir los fondos tendrían para generar un mercado más competitivo. En efecto, en el caso de las AFP, el margen neto sobre costos llegó al 103%, versus un 31% de la AFC. Esto muestra que las AFP no solo tienen costos por afiliado muchísimo más elevados que la AFC, sino que tienen poder de mercado para aplicar un margen tres veces más elevado, con lo cual las personas terminan pagando por afiliado 22 veces más que en la AFC (corregido por ajuste de costo de inversiones y de ventas la diferencia de ingresos es de 14 veces). Por ende, generar condiciones para tener un mercado competitivo también será una ventaja para disminuir las comisiones pagadas por las personas.

Es decir, el modelo centralizado y licitado con privados, permite un ahorro social potencial de costos de 9 veces y de 14 veces en comisiones pagadas por los usuarios, si es que se replicaran los efectos del modelo tipo AFC.

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