Columna de Isabella Luksic: “A propósito de Barbie: compartamos aprendizajes”

“Es literalmente imposible ser mujer”, es el enunciado principal en el ya famoso monólogo de America Ferrera en Barbie, película que ha sido un éxito de taquilla a nivel mundial no sólo por su estética sino también por poner, nuevamente, sobre la mesa el rol de la mujer en la sociedad.

Y es sabido que la carga mental, las tareas domésticas, la responsabilidad de ser cuidadoras y el acceso a financiamiento son grandes barreras para las trayectorias de vida de las mujeres. Esto no es una excepción para las mujeres emprendedoras, sino todo lo contrario: dichas barreras son e impactan de forma distinta en hombres y mujeres.

Según la Séptima Encuesta de Microemprendimiento del Instituto Nacional de Estadísticas (2022), un 41% de los emprendedores en Chile son mujeres y la principal razón que tienen para emprender es por necesidad, mientras que en el caso de los hombres es por oportunidad.

Por otro lado, los datos de dicha encuesta revelan que las mujeres solicitan créditos en una proporción similar a la de los hombres (3,4% vs 3,7%, respectivamente), sin embargo ellas tienen menores tasas de aprobación, a pesar de tener un mejor comportamiento de pago, según diferentes estudios.

Estas y otras barreras hemos identificado en el diagnóstico de nuestro programa Despega Mujer, que va en su cuarta versión y ha apoyado a 190 emprendedoras. Publicamos un Policy Brief sobre la situación de las microemprendedoras en Chile que da a conocer la teoría de cambio sobre la cual hemos trabajado, es decir, cuáles son las necesidades específicas y las eventuales soluciones para atender de manera eficaz y pertinente a este grupo.

Concretamente, el diagnóstico revela que la autoeficacia es un punto muy importante para el desarrollo empresarial, concepto que en materia de género se refiere a la confianza que tienen las mujeres para lograr lo que se proponen, la que es más difícil de conseguir cuando no hay referentes empresariales femeninos cercanos.

Considerando que son las mujeres las que en la mayoría de los casos están a cargo de la casa y del cuidado, el establecimiento de relaciones y búsqueda de referentes fuera del hogar se hace muy complejo. Hoy estamos promoviendo el encuentro con mujeres empresarias y el relacionamiento entre mujeres en conjunto con la Corporación Construyendo Mis Sueños mediante “Círculos de Aprendizaje”. Lo que hemos aprendido es que lo que para algunos puede ser natural o espontáneo, en otros grupos hay que trabajar por promoverlo y este es el caso de las redes entre y para las mujeres.

Este es un camino compartido, donde es fundamental que fomentemos el encuentro entre mujeres, para que sean ellas las que tengan el poder de sacar adelante a sus familias y cumplir sus sueños. Al igual que en “Barbieland”.

* La autora es gerente general de Fundación Luksic