Después de Christus

Hospital Clinico UC
Fachada del Hospital Clinico de la Universidad Catolica (Red de Salud UC Christus). Foto: Andres Perez

Cinco años cumplió la asociación entre la UC y Christus; un quinquenio donde los norteamericanos han hecho al menos tres aportes de capital, junto con sumar préstamos por US$ 70 millones a sus socios nacionales. Hoy, ambos están 50/50 en toda la Red de Salud UC Christus, con excepción del Hospital Clínico, que es 100% de la universidad. Las inversiones concretadas ascienden a US$ 65 millones y ya alistan un plan por US$ 70 millones más.


Hace exactamente un año, la alianza entre el holding norteamericano Christus Health y la Universidad Católica terminó de tomar forma. Si bien la sociedad en la Red de Salud UC Christus había comenzado el 2014, fue el 28 de junio de 2018 cuando se terminaron de afinar las estructuras que hoy engloban su relación. Abultados aportes de capital, préstamos, inversiones, molestia de los trabajadores y nuevas definiciones han nutrido estos primeros cinco años, que ya proyectan su próximo quinquenio.

"La asociación ha funcionado muy bien; evidentemente en el proceso ha sido necesario efectuar algunos ajustes. No es fácil integrar dos miradas, dos culturas, dos visiones, pero nos ha ayudado el ser dos instituciones muy similares en identidad y el ser organizaciones sin fines de lucro", destaca el prorrector de Gestión Institucional de la UC y director de la red, Patricio Donoso.

Fue en febrero de 2013 cuando Christus puso sus ojos en Chile. Ese mes firmó un memorándum de entendimiento (MOU) con la PUC para concretar su ingreso a la Red de Salud. Y así, entre 2014 y 2015, y tras una serie de operaciones, terminó adquiriendo el 50% de la Clínica San Carlos y la Red Ambulatoria. El Hospital Clínico, en tanto, quedó en manos de la Universidad Católica, pero administrado por Christus.

En mayo de 2016 se firmó el PUC Agreements y se definieron los aportes de capital. Estos serían tres: el 15 de julio de 2016, donde Christus aportó US$ 17,3 millones; el 27 de septiembre de 2017, donde los norteamericanos entregaron un monto adicional por US$ 14,5 millones, y un último, el 28 de junio de 2018, donde la PUC sumó activos y pasivos de Clínica San Carlos. Más allá de ello, entre junio y diciembre pasado, Christus aportó más recursos: US$ 33,6 millones adicionales.

En el intertanto, a mediados del año pasado se terminaron de definir las cuatro sociedades que hoy unen a ambas partes: UC Christus Salud SpA, UC Christus Servicios Clínicos SpA, UC Christus Servicios Ambulatorios SpA e Inversiones UC CH SpA. Actualmente, toda la administración está en manos de Christus, con el gerente general Alejandro Canavati a la cabeza. El directorio quedó conformado por nueve miembros, cinco de la Universidad Católica y cuatro de Christus. Y de a poco se han ido notando los cambios.

Si bien el Hospital Clínico no está dentro de la sociedad, sí es administrado por Christus. Y la necesidad de mejora del inmueble fue una de las primeras tareas a emprender.

Entre 2015 y 2018, de acuerdo al PUC Agreements, una filial de Christus, Amatista Financing, le aportó a la UC créditos por US$ 70 millones. De ese total, US$ 30 millones fueron cancelados en julio de 2018, mientras que el delta será pagado en agosto de 2021 y marzo de 2022, con una tasa anual de 3,17%. Todos estos recursos fueron justamente para -señala Patricio Donoso- realizar las inversiones más urgentes. De hecho -añade-, fue un mecanismo acordado entre ambas partes como una forma de aportar fondos y empezar con los desembolsos más necesarios.

Así, Alejandro Canavati explica que en cinco años han invertido US$ 65 millones. Renovaron el Hospital Clínico, pasando de un 28% de camas críticas (UCI, UTI, neonatología), a un 40%, porcentaje inédito en el sector, dice el gerente general; remodelaron pabellones; aumentaron el número de consultas en San Carlos, e inauguraron la Unidad Geriátrica de Agudos (UGA); sumaron el sistema SAP a toda la red, e incrementaron los laboratorios de toma de muestras, junto con desarrollar un nuevo Centro Oftalmológico en San Joaquín, entre otras inversiones. Pese a ello, las críticas no tardaron en llegar.

"La atención se alejó de la gente de menores recursos, se eliminaron las salas comunes y se terminaron ciertos convenios", señala el secretario del Sindicato Salud UC, Luis Orellana. El presidente del Sindicato de Profesionales de la PUC, Delfín Levicoy, reafirma esa visión y añade que también la relación con los trabajadores se complejizó. De hecho, mantienen una demanda contra la compañía, bajo la cual piden que se declare que todas las sociedades creadas tras la fusión son una unidad económica para efectos laborales.

Las autoridades de la red defienden los cambios. Aseguran que toda la nueva estructura societaria se hizo de acuerdo a la normativa y que no ha tenido ningún impacto en los trabajadores. Además, argumentan que -al revés de las críticas- el rol social está más fuerte que nunca. De hecho, el decano de la Facultad de Medicina de la UC y director de la red, Felipe Heusser, explica que el término de las salas comunes responde a la necesidad de modernizar la infraestructura, que va en línea con la experiencia internacional, y que esto no ha redundado en reducir la atención y en la disposición a pacientes Fonasa. Asimismo, añade que si bien en el centro médico de Irarrázaval en algún momento se terminó la atención de Fonasa, hoy ese centro ya no existe, sino que mutó hacia un centro dental.

Aun más, puntualiza que el hecho de tener un 40% de camas críticas los ha posicionado como el principal prestador de Fonasa, además de ser el número uno en centro de derivación nacional del Ministerio de Salud para trasplantes cardíacos y asistencia ventricular. El 82% de los pacientes trasplantados en el Hospital Clínico son de Fonasa, y a través de los Centros de Salud Familiar Ancora (en Puente Alto y La Pintana) entregaron solo en 2018 distintos apoyos a 65 mil personas, mediante una inversión de más de $ 1.000 millones. "La vocación social no se ha perdido para nada", afirma Heusser.

El próximo quinquenio

Hace cinco años, los recursos de la red les alcanzaban, pero no para concretar las inversiones que debían materializar. La última línea nunca fue deficitaria, pero sí limitaba el crecimiento y amenazaba el desarrollo. Un quinquenio después, la situación se ve mejor. "Se han duplicado las ventas, ha aumentado la actividad significativamente en la mayoría de las áreas, y en los últimos años hemos logrado duplicar nuestro patrimonio", asegura Alejandro Canavati. Las utilidades también se han fortalecido. Y hoy, las finanzas están más estables. "Tenemos mejores márgenes y cada vez estamos más cerca de llegar a mejores números que nos permitan una estabilidad para un crecimiento tranquilo", precisa Felipe Heusser.

Los administrativos estiman que en un par de años estarán los resultados que esperan. Y para ello ya avanzan en inversiones. De hecho, el plan apunta a desembolsar US$ 70 millones en los próximos cinco años. El foco estará en crecer en centros médicos ambulatorios con pabellones. Esta es una fórmula para contener los costos, explica Canavati, ya que realizar una cirugía en este tipo de instalaciones versus un hospital es bastante más económico. Así, en un par de meses iniciarán la construcción de un centro a un costado del Hospital Clínico, con siete pabellones de cirugía ambulatoria; serán 14.300 m2 construidos y estará listo hacia el 2021. Además, se levantará una nueva urgencia ambulatoria en el Centro Médico San Joaquín. A ello se sumará un fortalecimiento de la red de centros dentales. Y el crecimiento seguirá adelante.

Christus tiene comprometida una inyección de capital adicional no menor a US$ 61 millones. "Son aumentos de capital no dilutivos", enfatiza Donoso. Es que, al menos por ahora, la UC no tiene pensado disminuir su 50%. Y menos aún desprenderse de la red. El acuerdo firmado con sus socios es por 25 años.

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