Estudio Carey y exabogada ponen fin a juicio por discriminación de género con acuerdo por $55 millones

CAREY
María José Martabit y Jorge Carey, ex abogada del estudio y socio principal de Carey, respectivamente.

A 71 días de la presentación de su demanda laboral por una supuesta discriminación, la abogada María José Martabit y el bufete cerraron un acuerdo de conciliación. El estudio accedió a pagar "sin reconocer los fundamentos de la demanda" y las partes se comprometieron a no efectuar declaraciones denigratorias del otro.


La abogada María José Martabit Sagredo (40), ex asociada senior del estudio Carey, cerró un acuerdo con su ex empleador con el que mantenía un juicio laboral, en el Segundo Juzgado Laboral de Santiago, por una supuesta discriminación de género y vulneración a la libertad de expresión.

La abogada, que integró durante siete años del bufete más grande de Chile, había denunciado que, tras intentar postular a ser socia, fue despedida sin justificación. Por ello solicitó el pago de una indemnización de $177.009.998 por despido indebido, daño moral y años de servicio.

El acuerdo entre las partes se selló el viernes en el marco de la audiencia de conciliación a la que citó el magistrado Daniel Ricardi Mac-Evoy y, según consta en el expediente público del Poder Judicial, el estudio Carey, a fin de poner término al juicio y “sin reconocer los fundamentos de la demanda”, ofreció pagar a la demandante la suma de $55.000.000 a más tardar el 10 de marzo de 2022.

Según el acta de la audiencia preparatoria de tutela laboral, “las partes señalan que la relación laboral se mantuvo vigente desde el día 17 de noviembre de 2014 hasta el 13 de septiembre de 2021, y que el término de los servicios se produjo por la causal del artículo 161 inciso segundo del Código del Trabajo, esto es, desahucio”.

Por otro lado, “Carey agradece el tiempo servido por la señora Martabit a la empresa, reconociendo su excelente desempeño profesional en el tiempo que duró la relación laboral”. Asimismo, “no hubo intención alguna de dañar el prestigio profesional de María José Martabit en momento alguno, incluyendo el término de su contrato y posteriormente”.

Al mismo tiempo, la abogada demandante “reconoce las oportunidades de crecimiento que le proporcionó Carey para su desarrollo profesional y los esfuerzos hechos por la empresa para fomentar la diversidad y la participación de las mujeres en el mundo legal”.

“Las partes reconocen que aún queda mucho por avanzar en el campo del Derecho, en el desarrollo profesional real para las abogadas, sin perjuicio de los esfuerzos que se han hecho. Carey manifiesta que aprovecha esta instancia y todas las que se le presentan como oportunidades de mejora continua para implementar iniciativas que conduzcan a tal objetivo”, consignó el acta.

“Las partes declaran que, con el presente acuerdo, que contiene las declaraciones precitadas, han dado por superadas todas sus diferencias en relación con las materias referidas al presente juicio y a la relación laboral que las unió”, añadió el mismo documento en el que las partes de comprometen a no abstenerse de formular declaraciones difamatoria o denigrantes del otro.

Origen de la disputa

Todo comenzó -según se lee en el documento- cuando el 25 de agosto de 2021 preguntó a su jefatura cómo podía participar en el proceso de votación de socios de noviembre 2021. Según la demanda, dos de los socios del estudio -Guillermo Carey y Aldo Molinari- apoyaron su postulación a socia, aunque “también le habrían manifestado que se trataba de una jugada arriesgada, sin indicar a qué se referían, salvo que se asumiera que era por su calidad de mujer”.

Sólo faltaba pedir la autorización del Comité Ejecutivo de Carey, instancia encargada de la administración del estudio conformado por Jorge Carey en calidad de presidente, Jaime Carey como socio administrador, Pablo Iacobelli, Salvador Valdés y Lorena Pavic, incorporada al comité en 2019, y del Comité de Búsqueda, que se encargaba de buscar a futuros candidatos a socios.

Para su sorpresa, posteriormente, se le informó que no podría postular porque ambos comités habían recomendado que no postulara porque ella iba a perder la elección. Diecinueve días después de la petición de competir para ser socia -el 13 de septiembre de 2021- la citaron a una reunión online para despedirla.

¿Cuál fue el motivo de su despido? Le informaron que ella había planteado la solicitud de participar en la elección de socios de un modo perentorio que hacía inviable que ella siguiera en Carey. Ella fue enfática al señalar que si la consecuencia de haber querido crecer en Carey y estar en la papeleta de postulación a socia fue la causa de su despido, debía quedar esto bien claro para evitar “rumores” sobre su salida”, consignó la demanda a la que tuvo acceso La Tercera PM.

En Carey se perpetúa la discriminación de las mujeres en lo que atañe al ascenso a la calidad de socias”, acotó la misma acción.

Mientras, hace una semana, Carey presentó sus descargos a la demanda de María José Martabit. En el escrito que cuenta con 67 páginas, el bufete más grande de Chile acusó a su exabogada de elaborar un “escenario ficticio de supuesta discriminación por género y vulneración de derechos fundamentales, tergiversando los hechos y omitiendo otros”.

En su contestación Carey, un bufete donde trabajan 270 profesionales, justificó el despido de su exabogada “senior” del Grupo de Derecho de Consumo, afirmando que tenía deficiencias en su desempeño y denunciando el mal trato laboral que ella habría ejercido en contra de sus subalternos.

A modo de ejemplo, el estudio detalló la conversación que sostuvo el abogado socio del estudio, Aldo Molinari, con el entonces miembro de firma Eduardo Reveco, quien se desempeñaba en el bufete como parte del grupo que lideraba la demandante. Según el escrito de Carey, el 6 de mayo de 2021, “Reveco informó a Aldo Molinari el estar cansado del mal trato laboral que recibía de parte de la trabajadora, señalando estar muy afectado, que no aguantaba la situación y que no podía seguir trabajando en estas condiciones”.

Para plantear su defensa ante el 2° Juzgado Laboral de Letras de Santiago, Carey contrató los servicios de la abogada María Paz Ihnen, quien forma parte del estudio Ihnen & Correa. En el mismo escrito presentado, el bufete demandado acusó a la abogada María José Martabit de llevar adelante una “repentina e inusual arremetida por forzar a como dé lugar una candidatura y votación para socia, cuestión que coincidentemente ocurre luego de que le fueran levantados los graves problemas de liderazgo”.

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