Informalidad de trabajadoras de casa particular supera el 50% y vuelve a niveles previos a nueva ley

Nanas Plaza El Hoyo
Foto: Patricio Fuentes Y. / La Tercera

El 1 de enero de 2015 entró en vigencia la nueva legislación que buscaba regularizar este trabajo. Si bien en un comienzo se cumplió el objetivo, poco a poco la situación ha comenzado a revertirse. Consciente de ello, el sindicato de trabajadoras de este rubro lanzará una campaña el próximo miércoles.


A fines de 2014, se promulgó la nueva ley de trabajadoras particulares. La iniciativa, que entró en vigencia el 1 de enero de 2015, tenía como objetivo mejorar las condiciones laborales de las 326.324 mujeres que desempeñan esta función, ya que hacía obligatorio que los contratos de las trabajadoras de casa particular sean registrados ante la Dirección del Trabajo (DT) y, de esa manera, reducir los altos índices de informalidad laboral que superaban el 50%.

Si bien la medida tuvo efectos inmediatos, ya que en los primeros meses de vigencia la informalidad se redujo del 53% (161.711) al 47%, (141.324) llegando incluso a 45% a mediados de 2016 (134.610). Sin embargo, poco a poco dicha tendencia comenzó a revertirse, tanto así que, a cinco años de vigencia de la ley, las últimas cifras muestran que la informalidad en este rubro volvió a los niveles que tenía antes de la ley.

De acuerdo con el INE, en el trimestre julio-agosto escaló hasta 52,1% equivalentes a 154.511 frente a las 142.038 formales. Pero a la vez, también hubo una reducción en el número de trabajadoras, ya que según las últimas cifras del INE, las empleadas domésticas llegan a 296.549.

Asimismo, datos de la Casen 2017 muestran que el 52,6% de las trabajadoras de casa particular perciben menos que el mínimo mensual. Pese a ello, los salarios de las trabajadoras de casas particulares han tenido un alza de 26,6% desde que comenzó la ley, pasando de recibir en promedio un ingreso líquido de $195 mil en 2014 a $247 mil en 2018.

Las razones que explican los altos índices de informalidad son variadas y van desde una mayor fiscalización hasta quienes afirman que la norma rigidizó el mercado de las empleadas domésticas.

El subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, señaló que "el nivel de informalidad no ha disminuido con la ley, lo que puede deberse a varios factores, entre ellos, el desconocimiento de que una trabajadora, aunque preste servicios solo un día a la semana, igualmente corresponde que tenga contrato de trabajo. Muchos empleadores creen que estos servicios por día no requieren formalizarse, lo que no es correcto". Arab también mencionó como factor la llegada de inmigrantes al país, puesto que "al no tener regularizada su situación migratoria, existen empleadores que las contratan informalmente, incumpliendo la ley". En este punto, según cifras de la Casen, antes de la ley, el 6,7% de empleadas domésticas era extranjera (21.045), porcentaje que se se elevó a 10,6% equivalente a 34.571.

Mauricio Tejada, académico de la U. Alberto Hurtado, dijo que como primera medida se debe mejorar la fiscalización. "En teoría la ley está siendo concebida de manera correcta, por lo que el problema de su poca aplicación se debería resolver con una mayor fiscalización". Una visión distinta entregó Cecilia Cifuentes, académica de la U. de Los Andes, quien aseveró que "la ley no incentiva la contratación, sino que la encareció por una mayor rigidez. De hecho, los efectos iniciales de la ley llevaron a una caída en el empleo de este sector". Debido al alza de la informalidad, el sindicato de trabajadoras de casa particular lanzará el próximo miércoles una campaña para incentivar la formalidad y pedir una mayor fiscalización de la DT. Según sus cifras, en los últimos años, la fiscalización llegó al 2% del total.

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