Los números de los retailer medianos post 18-O y previo a la crisis del coronavirus

hites

Las ventas y utilidades cayeron fuerte en el cuarto trimestre por el cierre obligado de tiendas. Esto debilitó el negocio. La situación para los meses que vienen se ve desafiante.


La historia para el retail chileno había sido desafiante en los últimos años. El avance del comercio electrónico, la desaceleración del consumo, el estallido social y ahora el coronavirus.

Las realidades de cada empresa son distintas, y el foco de los inversionistas está puesto en las compañías de tamaño medio: Hites, La Polar y Tricot.

Hites

Hites muestra buenos niveles de liquidez, pese al golpe que significó el 18-O. Las ventas en el cuarto trimestre retrocedieron 7,7%, mientras que la utilidad subió 8% interanual por el ingreso extraordinario generado por pago de seguros tras el estallido social. “Se reconoció en otras ganancias, pérdidas, un castigo por activo fijo neto de $972 millones asociado a habilitaciones, compensado con un ingreso de $2.826 millones por recupero de seguros por el mismo concepto. También se reconoció en partidas operacionales, un efecto de $1.176 millones por el perjuicio por paralización de las tiendas de Quilicura y Valparaíso, que corresponde a lo devengado en el trimestre”.

Así, la posición financiera de la compañía parece saludable para enfrentar períodos débiles. Su caja $34 mil millones y su capital de trabajo de $131 mil millones dejan tranquilos a la clasificadora Humphreys, aunque hay otra preocupación: “Se espera un debilitamiento de las cuentas por cobrar en un escenario de disminución de las ventas al detalle, todo lo cual repercutirá negativamente en el balance de la sociedad”. Por ello recortó su clasificación de riesgo a “Categoría BBB” desde “Categoría BBB+”. La tendencia cambió de “Desfavorable” a “En Observación”.

La Polar

Los números de La Polar no son alentadores. Los ingresos en octubre-diciembre retrocedieron 11%, mientras que la última línea en el año quedó en -$10.644 millones. La operación propiamente tal también mostró números rojos. El resultado operacional llegó a -$14.085 millones a diciembre de 2019 (frente a las pérdidas operacionales de $4.438 millones de hace un año).

El área financiera tampoco fue un motor debido por las menores ventas del área retail, pero también por costos de la migración a la tarjeta Visa y un aumento del riesgo por el deterioro del mercado laboral. La tasa neta de castigos traspasó el 20% (20,2%), mientras que el stock de colocaciones retrocedió 11%.

Su caja finalizó el año en $34 mil millones, similar a los retailer de menor tamaño. Sin embargo, esto se vio influido por el reintegro tributario tras anotarse una victoria frente al SII. Por ello, Humphreys estima que ambas crisis afectan en particular a esta empresa por el reducido nivel de Ebitda y dificultades para acceder a financiamiento externo, más allá del aporte que pueda hacer su controlador Leonidas Vial. “En opinión de Humphreys, la empresa necesitará inyección de recursos para financiar el capital de trabajo para más allá de los próximos tres meses”. Bajó su rating desde B- a C.

El plan de la empresa para administrar la liquidez de corto plazo y financiar sus operaciones, gastos e inversiones de la siguiente manera: a través de la caja, financiamiento de terceros a través de la emisión de deuda, seguimiento de su presupuesto de ventas y costos y monitoreo constante y estricto del capital de trabajo. Este último a diciembre de 2019 ascendía a $88.500 millones, el más bajo entre sus comparables.

Tricot

En sus estados financieros, la compañía controlada por la familia Pollak reflejó el escenario post 18 de octubre: menores ventas, mayor riesgo y alza de costo. El cuarto trimestre había empezado bien. Las ventas subían en octubre en 14%, pero después del 18 de octubre el cambio fue radical. Los ingresos de los últimos tres meses se redujeron 3,8% con una caída en las ventas de las mismas tiendas de 15%, compensado por la apertura de nuevos locales. Es que el vandalismo implicó que a diciembre del año pasado tuvieran cerradas dos tiendas, una de ellas en Valparaíso.

La utilidad, como era de esperarse, se contrajo 36% en el año y 27% en los últimos tres meses. El impacto se produjo por menores desempeños en el segmento retail y en el área financiera, especialmente por un incremento en el riesgo (la tasa ascendió al 20%). De hecho, el resultado del negocio financiero se redujo 33,7% hasta $1.152 millones. El área retail tuvo un resultado de $3.015 millones, con un descenso de 24,3%.

Su caja ascendía en diciembre a $45 mil millones, mientras que contaba con capital de trabajo por $105 mil millones. Ambas partidas por sobre a sus pares.

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