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Perú versus Chile: La amenaza agroexportadora es real

Chile se ha vanagloriado por años de ser el puntal de las exportaciones agrícolas en Sudamérica. Sin embargo, su lugar privilegiado como el mayor vendedor de frutas de la región y el productor que más ha abierto mercados está amenazado por el boom de un cercano competidor que en el último quinquenio ha pisado el acelerador y está a punto de dejarlo atrás: Perú. Desde ese país aseguran que los fríos números avalan esa ambición, que podría cumplirse tan pronto como este año o, a más tardar, el 2027.

AGRICOLA GARCES - PACKING - EXPORTACION - EXPORTACIONES - CEREZAS - FRUTA FRESCA - TRABAJADORES - TRABAJANDO - OPERARIOS - MANIPULACION - REGION DE OHIGGINS - PUBLICADA - 20170222 - Agricola Garces - Tem - 05 Diciembre 2012. Imagenes de los trabajadores de la Agricola Garces ubicada en el sector de san Francisco de Mostazal - San Francisco de Mostazal - VI region - Chile - Andres Perez - Andres Perez

El llamado Clásico del Pacífico en el fútbol. El conflicto por el origen del pisco. La lucha por el predominio minero en la región, uno en el cobre, el otro en el oro. La relación entre Chile y Perú de las últimas décadas ha estado marcada por una histórica competencia en ámbitos tan disímiles como lo deportivo y lo económico.

Desde fines de los años ‘80 Chile se ha vanagloriado de ser el gran propulsor de las exportaciones de frutas en Sudamérica. Una oferta que partió con manzanas, uvas y kiwis, que se diversificó ampliamente y que hoy tiene como puntal a las cerezas, con productos emergentes como las avellanas y tradicionales como los nectarines.

Sin embargo, ese actor privilegiado de Sudamérica, que mostraba una cartera amplia de productos de exportación, que más encima gozaba del beneficio de la contratemporada -cuando las frutas del Hemisferio Norte se acaban, las del Hemisferio Sur las reemplazan debido al momento de la cosecha- y que abría mercados sin fin, perdió tracción. Y es amenazado, cada vez más de cerca, por el acelerado crecimiento del sector frutícola peruano, que incluso gracias a la tecnología y a profesionales chilenos está a poco de pasar a ser el mayor exportador frutícola de la región, pasando por encima de Chile, que aún mantiene esa posición.

Existen varios rankings globales que comparan las agroexportaciones en el mundo, pero que tienen problemas metodológicos, dado que algunos reúnen envíos agrícolas totales, otros son envíos agroindustriales, otros ventas de fruta fresca y procesada en conjunto y otros, sólo de fruta fresca.

Existe un sitio especializado global en comercio exterior llamado TradeMap, perteneciente al International Trade Centre -organismo dependiente de Naciones Unidas y la Organización Mundial de Comercio-, que entrega la información más respetada. Y en sus estadísticas del 2024, Chile aparece como el cuarto mayor exportador de fruta fresca del mundo, con US$8.289 millones, y Perú es el octavo, con US$6.470 millones. El año pasado, los 10 mayores exportadores del mundo representaron el 54% de todas las frutas vendidas a nivel internacional, que totalizaron US$ 163.054 millones.

Pero la diferencia que aún muestra Chile respecto a Perú se ha ido estrechando en el tiempo, dado el veloz crecimiento que han experimentado las agroexportaciones del vecino del norte.

“Perú muestra un crecimiento sustantivo, porque el tema agrícola se lo han tomado en serio. Los gobiernos, los privados y las fuerzas vivas de ese país le han dado un apoyo increíble al mundo agrícola, y eso ha cambiado al Perú”, asegura Luis Chadwick, presidente de Agrícola San Clemente, una de las grandes exportadoras chilenas que desde 2013 cuenta con operaciones en Perú. “La gente en Perú es muy buena trabajadora, responsable. Y cada empresario chileno que ha llegado, ha sabido arrimarse a su cultura y ha aprendido a trabajar con ellos”, añade.

En junio pasado, la Dirección General de Políticas Agrarias del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego de Perú (Midagri) emitió un informe donde resaltaba que entre 2010 y 2024 las exportaciones agrícolas peruanas, que incluyen frutas y hortalizas frescas, han crecido a un ritmo promedio del 11% anual, mientras que las chilenas lo han hecho sólo en un 6,1%. Y si la comparación se focaliza en los envíos de fruta fresca, el ritmo que lleva Perú es arrollador respecto a Chile: en el mismo periodo 2010-2024, las exportaciones del país vecino han aumentado un 19,6% anual mientras que las chilenas lo han hecho en un 6,8%.

La semana pasada, el Midagri peruano emitió un nuevo informe donde planteaba que sólo en envíos de arándanos, su producto estrella, creció un 25% interanual entre enero y septiembre, por lo que mantuvo su apuesta: si la carrera incorporara envíos agrícolas en general, Perú destronará a Chile este mismo año 2025.

Pero claro, incorporando productos procesados, cereales u hortalizas. Según esta clasificación, registrada por el informe del Midagri peruano, Chile habría anotado exportaciones agrícolas por US$9.403 millones el año pasado y Perú, US$9.185 millones. Y ya este año, el país vecino alcanzaría los US$10.194 millones y Chile sólo llegaría a US$9.979 millones, con lo cual el país perdería su liderazgo.

Ahora, tomando en cuenta que los envíos agrícolas al exterior de Chile se han focalizado en fruta fresca, es menos errático centrarse en la comparación de este producto estrella de las exportaciones nacionales.

Pero en este rubro las noticias tampoco son alentadoras para Chile en la competencia con Perú. Aunque en el mediano plazo.

De acuerdo a las proyecciones de Lima, de mantenerse el actual ritmo de crecimiento de la industria frutícola de ese país, Perú destronaría el reinado de Chile en unos dos años más.

Para este año, conservando sus actuales tasas de expansión, se prevé que Chile se acerque a los US$8.900 millones, principalmente impulsado por la cereza, pero también resguardado por sus tradicionales especies como las uvas, manzanas y kiwis, para crecer a US$9.500 millones en 2026 y a superar los US$10.100 millones en 2027. El mes pasado, se informó que en la temporada 2024/25, las exportaciones frutícolas chilenas llegaron a US$9.460 millones, pero esta medición incorpora meses de dos años distintos, por lo que en el comparativo se usa la estadística del año calendario.

Mientras que Perú, manteniendo su actual ritmo, llegará a US$7.700 millones este año, saltará a US$9.200 millones en 2026 y a más de US$11 mil millones en 2027, sostenido especialmente en sus tres productos más solicitados: arándano, uva y palta, a los que pronto pretende sumar los mangos, los cítricos y los plátanos.

“Se espera una tasa de crecimiento de Perú del orden del 10% anual por los próximos tres años, por lo que máximo en 2027 se va a dar que Perú superará a Chile en exportaciones de fruta fresca”, asegura Rony Corvera, director de FreshFruit, empresa especializada en inteligencia comercial para el sector agroexportador de Perú, que trabaja con Midagri. “Habrán varios años en que Chile y Perú van a estar más o menos parejos, donde uno superará al otro y al revés, pero en unos años, Perú va a dar un salto donde a Chile le va ser difícil alcanzarlo”, agrega.

Las perspectivas de Freshfuit son que Perú llegue a US$23.500 millones de agroexportaciones en 2032 y US$37.500 millones en 2040, apostando, por ejemplo, a entrar a la cereza y la frambuesa.

La defensa está en los detalles

Los fruteros en Chile asumen que la “amenaza” peruana es real, pero son puntillosos a la hora de analizar los datos, pues llaman la atención respecto a la manera en que se presentan las estadísticas en Perú.

De partida, llaman la atención sobre la comparación de las llamadas agroexportaciones. Sólo el cacao, que no es fresco sino procesado, representa cerca de US$700 millones en exportaciones para Perú, lo mismo que el café, que suma más de US$1.300 millones, o los espárragos, que son una hortaliza y del cual es el segundo mayor exportador del mundo, cuyos envíos llegarían a cerca de US$500 millones este año.

“Ojo con lo que se compara”, dice un exportador que prefiere no ser identificado. “Si Chile sumara todos los alimentos, frescos, congelados y procesados que exporta, habría superado los US$15 mil millones el año pasado”, resume. Recuerda, por ejemplo, que en las estadísticas frutícolas Chile no incorpora las nueces, las almendras o los avellanos, este último un producto emergente cada vez más fuerte y que representa hoy en día la segunda mayor superficie plantada del país después de la cereza.

exportaciones

Otro elemento que destacan los fruteros chilenos es su cartera diversificada, que el año pasado marcó un récord en volumen de 3 millones de toneladas, pero distribuidas en varias especies, como cerezas (625 mil toneladas), manzanas (600 mil), uva (528 mil) carozos (300 mil), kiwis (300 mil), cítricos (250 mil), paltas (110 mil), peras (100 mil), arándanos (55 mil), entre otros. En el caso de Perú, está centrado en tres productos: arándano, uva y palta, cada una con más de 500 mil toneladas en volumen.

Y al hablar de la palta, Chile es al mismo tiempo exportador, pero también un gran consumidor. La mitad de la palta que produce Chile se consume en el país y además es el principal importador de palta peruana, pues le compra un tercio de lo que vende.

No obstante, del análisis en detalle de las estadísticas asumen que efectivamente Chile puede perder su sitial, dada una serie de factores que han ayudado al empresariado peruano a apostar con más ganas por el negocio, aunque creen que aún falta para eso.

“El rápido ascenso de la agroexportación peruana se explica por una combinación de varios factores, entre ellos una potente Ley de Fomento Agrícola, con importantes beneficios tributarios; una infraestructura de riego nacional con aporte estatal; condiciones climáticas subtropicales; y también la inversión y el know how chileno, que han ayudado a desarrollar la industria peruana”, explica Iván Marambio, presidente de Frutas de Chile (exAsociación de Exportadores de Frutas, Asoex).

Las razones de la expansión peruana

Uno de los factores que tanto autoridades como expertos en Perú destacan para explicar el boom frutícola es justamente la llegada masiva de empresarios chilenos que detectaron una oportunidad allá. De hecho, en la lista de principales exportadores de fruta en Perú aparecen varias de origen chileno como Hortifrut, Rapel o Agroberries. Además, las grandes compañías peruanas han contratado a ejecutivos chilenos que conocen del negocio para desarrollarlo.

En todo caso, los cinco mayores exportadores de ese país son peruanos. El más importante es Camposol, controlado por la familia local Dyer Coriat, cuyos productos principales son arándanos, cítricos y mangos; seguido por Machu Picchu Foods, de cacao procesado, cuyo dueño es Fernando Guzmán; Danper Trujillo, de espárragos, propiedad de Rosario Bazán; Grupo Viru, de Yoselyn Malamud, con palta y fruta congelada; y grupo Beta, de espárragos, uvas, arándanos y paltas, de Víctor Matta.

Pero hay dos elementos destacables de la política pública peruana que han sido determinantes, a juicio de los que saben: un ambiente tributario favorable y, sobre todo, la inversión en infraestructura de riego.

Hoy Perú cuenta con 2,14 millones de hectáreas sembradas, de las cuales 320 mil están destinadas a la exportación. En Chile, la superficie sembrada es de 600 mil hectáreas, de las cuales 386 mil son frutícolas.

Para incrementar el área de plantación frutícola se ha desarrollado un plan nacional de irrigación que lleve agua desde la selva amazónica y la Cordillera de Los Andes, con 22 proyectos de regadío que suman US$24 mil millones, con la idea de llegar a 1 millón de hectáreas nuevas beneficiadas.

“Ahora están en la tercera etapa del plan de irrigación. Consiguieron US$9 mil millones para mejorar la irrigación de zonas que no tenían agua”, destaca Chadwick, de Agrícola San Clemente.

Barco / exportación / importación

“Actualmente hay siete proyectos grandes en construcción, que abastecerán, por ejemplo, a las regiones de Piura en el norte y Arequipa en el sur, lo que podrá incrementar entre 27% y 30% el área cultivable”, en el mediano plazo, explica Daniel Córdova, director de Promoción de Inversiones de PromPerú.

Y en infraestructura se suma también la ampliación en capacidad del aeropuerto de Lima y la inauguración de su megapuerto Chancay.

Y en lo regulatorio, Perú cuenta con una Ley de Promoción Agraria, que restituye el impuesto corporativo al sector agrícola, rebajándolo así de una tasa del 29,5% al 15%, lo que ha atraído la inversión extranjera. También se están creando zonas económicas especiales, en las cercanías de los puertos, para acoger proyectos de procesamiento de alimentos exportables a contar de enero próximo. Y una ley de cabotaje que liberaliza el transporte de carga entre los puertos del país, cuenta Córdova.

Pero en Perú, más que una competencia ven esta situación como una oportunidad para que ambos países puedan conjugar sus virtudes para abrir nuevos mercados en conjunto. “Existe una clara intención de los gobiernos y sus empresas de constituir alianzas estratégicas a fin de poder promover y ofertar de manera conjunta productos como la palta, arándano, cítricos o uvas durante todo el año, diluyendo así las limitaciones que trae la oferta estacional de los productos agrícolas en los grandes mercados exigentes en volumen, calidad y precio”, afirma Carlos Inga, director de Estudios Económicos del Midagri peruano.

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