Presidenta y CEO de Americas Society/Council of the Americas: "Lo que está pasando en Chile forma parte de un reclamo global de la clase media"

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Susan Segal considera que el propio éxito de Chile da lugar a las demandas de mayor bienestar de su ciudadanía.Tiene la esperanza de que el país sabrá aprovechar la oportunidad, avanzando a una sociedad más inclusiva en base a un diálogo amplio.


Presidió Consejos Consultivos en el Chile de 1983, en el marco de la crisis financiera que golpeaba a la economía nacional. Fue en esos difíciles momentos que Susan Segal, presidenta y CEO de Americas Society/Council of the Americas, estrechó su vínculo con nuestro país, por el cual declara una fuerte admiración.

Testigo de una transición democrática, que considera un ejemplo para el mundo, y de la transformación del modelo económico, que cataloga de exitoso, la exsocia del grupo latinoamericano de Chase Capital Partners/JPMorgan Partners llama a comprender el conflicto social que se vive en Chile en un contexto mundial donde la clase media está comenzando a exigir mayor bienestar.

Su punto de vista resultar particularmente relevante, dada el permanente diálogo que ha tenido Segal con las autoridades de gobierno de todos los colores políticos. De hecho, aunque se canceló Apec, mantendrá su viaje para la próxima semana, marco donde se reunirá con los nuevos ministros.

Fuera de los últimos acontecimientos, ¿qué opinión tiene de la trayectoria que ha seguido Chile en las últimas décadas?

-Yo comencé a trabajar con Chile en 1983 y desde entonces todo ha mejorado. Recuerdo el primer programa de ajuste en ese año, cuando el país estaba fundido, había 40% de desempleo y una caída completa del sector bancario. Vi a Chile en ese momento y la transformación ha sido por completo.

En estos momentos es bueno revisar esa transformación, que en realidad ha sido un modelo en América Latina y el mundo.

¿Qué destaca y cuáles son sus debilidades?

-Yo creo que Chile ha transformado la economía, sobre un sistema completamente democrático. Esa transformación redujo la pobreza y lo llevó a ser el país más exitoso en América Latina.

Eso no significa que hoy en día no haya problemas. Uno desde afuera ve lo que ocurre con preocupación, pero hay que entenderlo en el contexto mundial. Lo que pasa en Chile es parte de un reclamo global de la clase media.

¿Con qué procesos internacionales ve similitudes?

-Esto es lo mismo que ocurrió en Francia con los chalecos amarillos y no son los únicos. La gente quiere mejor salud, y el primer país en querer esto es el mío, Estados Unidos. Además, hay demandas por mejor educación, principalmente primaria, para que el pueblo se prepare para el 2020, 2025, 2050, porque que se necesitará de un tipo de educación distinto a la de hoy en día.

Asimismo, la gente quiere pensiones para que se puedan retirar con dignidad. Eso ha cambiado también, porque en el viejo modelo la gente no vivía tantos años como hoy, con la tecnología de salud.

¿Entonces, a su juicio, las protestas obedecen a un cambio de etapa más que a un fallo del modelo?

-Yo creo que es imposible pensar en errores. No podría hacer comentarios sobre eso. Creo que lo importante es que la gente está pidiendo ajustes para que lleguen a participar en los beneficios de la clase media y del éxito del país.

De alguna forma, lo que está pasando es resultado de su propio éxito, porque de no haber llegado donde está Chile la gente no estaría quejándose de lo que no tenía. Hoy en día yo creo que tiene que responder como lo ha hecho Macron en Francia o con la discusión que se está dando en otros países. Encontrar un camino para que la gente se sienta más incluida en la clase media.

¿Hay medidas o temas que en este momento considere que se deben abordar con urgencia?

-Más que algo en particular creo que lo más importante en este momento es el diálogo, esto tanto para Chile como para el resto de los países que enfrentan estos desafíos. Si no hay diálogo no hay entendimiento y todos deben participar: políticos, empresarios y la sociedad en general. Todos tienen un rol.

¿Lo ocurrido puede afectar el atractivo de Chile ente los inversionistas extranjeros?

-Hay cosas fundamentales que no tenemos que olvidar. Chile es un destino para la inversión porque existe un fuerte marco legal. Eso no ha cambiado ni va a cambiar, por lo que puedo ver. Desde afuera, a Chile se le ve como un país democrático, con plena libertad, con una historia muy fuerte de este marco legal.

Hace un año dijo que Chile era el país más estable de la región. ¿Cambió su percepción?

-La estabilidad es una cosa de largo plazo. Yo veo estabilidad por instituciones y las instituciones en Chile son muy fuertes. No creo que se pase a una inestabilidad de un día para otro.

Yo soy optimista y creo que Chile, como lo ha hecho siempre, superará los desafíos y encontrará las soluciones para las cosas importantes que deben ser resueltas para crear más igualdad y más acceso a servicios de calidad en salud, educación, pensiones, transporte...

¿Debería preocupar la imagen país tras la cancelación de Apec y Cop25?

-Yo lamento la cancelación, pero entiendo la razón por la cual se tomó. En ese contexto, no sirve llorar sobre la leche derramada. Hay que mirar y buscar las soluciones a los temas presentados.

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