Aisén Etcheverry, directora de ANID, y las nuevas herramientas traspasadas por Corfo: “La pandemia nos ha ayudado a terminar con las brechas de las regiones”

Desde este año, las capacidades que tenía la Corfo para apoyar la innovación y el fomento productivo serán administrados y evaluados por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ahora con un foco puesto en la investigación, el conocimiento y la tecnología. El trabajo realizado durante la pandemia sirve de base para este cambio.


A partir de este año, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID (ex Conicyt), será la encargada de administrar una serie de instrumentos dedicados a promover el desarrollo científico y tecnológico, la innovación y el emprendimiento de base científica-tecnológica, que antes estaban alojados en el la Corfo, un cambio que forma parte del fortalecimiento de la nueva institucionalidad impulsada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI).

Así, hoy es esta agencia la encargada de implementar estos instrumentos dedicados a las áreas de investigación aplicada, vinculación y redes e investigación asociativa.

El ampliar el rol de la Agencia en temas de transferencia, innovación y emprendimiento, se enmarca en posibilitar la cooperación de actores que vienen de mundos distintos, donde la ANID -desde su institucionalidad- apoya a la vinculación, gestión e incentivos, de forma que la colaboración ocurra de una manera virtuosa y permita poner a disposición una misma coordinación para todos estos instrumentos, que pueden ir desde la formación de capital humano avanzado hasta la creación de emprendimientos de base científica-tecnológica.

Aisén Etcheverry, directora nacional de ANID, dice que este traspaso es parte de la construcción institucional e implica completar ese orden para el fortalecimiento del trabajo que lleva adelante el Ministerio de Ciencia. “Son los mismos instrumentos que están en Corfo, que antes estaban dispersos, que ahora pasan a la Agencia y quedan bajo nuestro mandato para poder coordinarlos mejor. Antes no funcionaba como un sistema articulado. Ahora viene la ingeniería fina para que todos estos instrumentos tengan coincidencia”, explica.

-¿Cómo se hace este trabajo de ingeniería?

Se hace de varias maneras. Lo primero es que, siguiendo con el trabajo del año pasado, incorporamos a la comunidad en su conjunto, las universidades, investigadores, la industria que de a poco hemos ido acercando a la agencia, nos ayudan a entender que está funcionando y que no del sistema. Todo esto se traduce en que podemos alinear los indicadores, las oficinas de transferencia y licenciamiento trabajan con patentes, con contratos tecnológico y tienen que ser coincidentes con nuestros instrumentos de investigación aplicada como los Fondef, con lo que estamos pidiendo en los Fondecyt. Vamos creando capacidades que permitan hacer que el conocimiento lleguen a lo aplicado, lleguen a puerto y tengan ese espacio de influencia que tienen que tener.

De acuerdo al diagnóstico que se realizó, el que la ciencia todavía no tenga impacto, y el tratar de hacer que la empresa privada invierta en I+D, se explica en parte “porque no había una completa articulación del sistema y esa es la razón que motivó la creación del Ministerio de Ciencia y de la Agencia”, añade la directora. “Hoy con la institucionalidad ya instalada, vamos a empezar a hacer por primera vez, esta articulación y hacerla de manera participativa”.

La pandemia, el avance y retroceso de las comunas ¿ayudado o entorpece todo este trabajo de articulación de la ANID?

En algunas cosas ayuda en otras no. Para todo el sector la pandemia ha sido bien complicada porque hay mucha investigación que se realiza de manera colaborativa y requiere además de infraestructura, desde la toma de muestras, el uso de laboratorios, hasta las encuestas en Ciencias Sociales son actividades que se han visto afectadas por la pandemia. Pero ayuda en términos de cooperación, porque igual como ha ocurrido en otros sectores, el año pasado y con la implementación de herramientas digitales, las brechas de participación que teníamos de regiones hoy ya no existen. Las dificultades que teníamos de traer representantes de todo el territorio para conversar con nosotros y a trabajar en torno al sistema, ya no existen.

Y es que el año pasado se pudo participar, el Ministerio de Ciencia, la Agencia, las universidades, los investigadores lograron trabajar en medio de la pandemia, a veces de la mano, en otras con conflictos, reconoce la directora, “pero sí como un gran equipo de trabajo”. Desde su perspectiva, ya se venía trabajando con una agenda estrecha con los grupos de trabajo y “avanzarla no será tan difícil porque no se parte de cero”.

Según la directora, hoy el punto de partida es otro y se inicia en los resultados del año 2020: “hoy tenemos estándares de transferencia en los procesos de evaluación que antes no existían, estamos publicando las rúbricas de los procesos de evaluación, datos en torno al proceso de evaluación como antes no se hacía, las instancias de participación han sido consistentes durante el año, tenemos una mesa de trabajo permanente con las universidades, donde cada uno de los temas son abordados y discutidos”.

¿Cuáles son los principales desafíos de este traspaso?

Creo que el desafío de la incorporación de los instrumentos de la Corfo es grande, son idiomas distintos, vienen de una institución dedicada a la innovación y al fomento productivo y pasa a una que tiene por foco la investigación, el conocimiento y la tecnología, pero con una comunidad que no es tan grande, en muchos casos se repite y que ya entiende como funciona la agencia y que ya generó lazos de confianza con la agencia. Todo el trabajo realizado el año pasado creo que es un buen antecedente para prever una buena incorporación de los instrumentos de la Corfo en la ANID de cara a los usuarios.

Ciencia

Los instrumentos

De todos los instrumentos dispuestos hoy en ANID, el primero que debutó en estas nuevas dependencias es el concurso de Apoyo a la Consolidación de las Oficinas de Transferencia y Licenciamiento (OTLs) del 24 de febrero de 2021. ¿Su objetivo? Dar continuidad y fortalecer las capacidades de estas oficinas y potenciar su aporte a la transferencia de tecnologías desde el sistema CTCI.

En la Subdirección de Redes Estrategia y Conocimiento (REC) se instalan instrumentos dedicados a fortalecer capacidades dentro de instituciones académicas y/o que tienen como giro central la investigación y desarrollo (I+D), habilitando así el vínculo entre la innovación que se origina a partir de la investigación científica, con otros sectores relevantes para el país. La idea es generar impactos en la sociedad, así como aportar a un mayor desarrollo y bienestar para Chile.

Dentro de esta subdirección se encuentra el apoyo a la consolidación de las Oficinas de Transferencia y Licenciamiento, el Programa Ingeniería 2030 (para transformar las facultades y escuelas de ingeniería en motores de innovación y emprendimiento de alto impacto para Chile) y el Programa Ciencia e Innovación 2030 (transformación de facultades de ciencias básicas en actores relevantes de la transferencia tecnológica, innovación y emprendimiento de base científica-tecnológica del país).

Por su parte, la Subdirección de Investigación Aplicada e Innovación, es la que recibe los instrumentos destinados a potenciar la generación de nuevas tecnologías y la creación de emprendimientos de Base científica Tecnológica, para el fortalecimiento de empresas y soluciones de interés público.

Aquí se encuentra el Concurso Startup Ciencia, que se abre en abril o mayo, y que promueve la creación, el crecimiento y el fortalecimiento de las empresas de base científico-tecnológica en Chile (EBCT) en etapa temprana (cofinanciamiento y el apoyo técnico en el proceso de desarrollo tecnológico e innovación y la validación técnica y de negocios de los nuevos productos y/o servicios). Pueden postular personas naturales mayores de 18 años, micro y pequeñas empresas con menos de 5 años desde su constitución.

El Concurso Retos de Innovación de Interés Público, también es parte de esta subdirección y busca apoyar a Organismos Públicos a encontrar soluciones a desafíos de interés público, que requieren innovaciones basadas en conocimiento científico y tecnológico para ser resueltos y que generen un impacto positivo en el desarrollo a nivel país.

La última subdirección la de Centros e Investigación asociativa, agrupa a distintos tipos de centros, algunos especializados en la generación de conocimiento y tecnologías propias de las necesidades de un sector productivo, otros enfocados en aprovechar el expertisse internacional y la atracción de capacidades para aportar al desarrollo nacional y a la transferencia de tecnología con una mirada global. Pueden participar los Centros de Excelencia Internacional y los Centros tecnológicos de I+D.

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