La sorpresiva jugada del fiscal Guzmán con Charles Scicluna


Fue comentario obligado en la fiscalía la inesperada toma de declaración en el aeropuerto al arzobispo de Malta, Charles Scicluna, que realizó el fiscal de la zona sur, Guillermo Adasme, quien investiga denuncias de abuso sexual por parte de sacerdotes de la congregación marista.

La diligencia, que se desarrolló el martes 19, tomó incluso por sorpresa a los pares del superior de Adasme, el fiscal regional metropolitano sur, Raúl Guzmán, quien hizo declaraciones a la prensa en la terminal aérea de Santiago confirmando el interrogatorio.

Y es que solo unas horas antes Guzmán había participado del desayuno protocolar que los fiscales regionales y el fiscal nacional, Jorge Abbott, tuvieron en La Moneda con el Presidente Sebastián Piñera. El cronograma de los investigadores continuaba ese día en la PDI, institución que festejaba su 85° aniversario. A la conmemoración de la policía civil llegaron Abbott y 17 fiscales regionales, el único que faltó fue Guzmán. La situación causó extrañeza, aunque luego supieron cuál era el paradero del jefe de la zona sur: estaba en el aeropuerto.

Una semana antes, la fiscalía había actuado de forma coordinada ante la visita de los asesores papales, reuniéndose en la Nunciatura Apostólica con el mismo Scicluna y el sacerdote español Jordi Bertomeu.

La reunión fue convenida por el abogado Luis Torres, de la Fiscalía Nacional, y Abbott decidió invitar a Guzmán; al fiscal regional de O'Higgins, Emiliano Arias, y al fiscal regional del Maule, Mauricio Richards, por tratarse de zonas en que se indagan presuntos delitos cometidos por religiosos (ver foto).

A diferencia de esa vez, en que el Ministerio Público actuó de forma conjunta, en la diligencia en el aeropuerto, sostienen fuentes de la fiscalía, Guzmán optó por gestionar la diligencia de manera independiente.

El 12 de junio, un oficial de la PDI -mandatado por el fiscal Adasme- había solicitado a Bertomeu una reunión y, luego de coordinarse con representantes de la Iglesia, se definió que el encuentro fuera antes de que los sacerdotes abordaran el vuelo de vuelta al Vaticano.

Pese a que el motivo era "una reunión", la fiscalía luego aclaró que Scicluna fue en ese momento interrogado como testigo.

Quienes han conocido la diligencia sostienen que al enviado papal no se le consultó por casos en particular, sino que acerca de temas administrativos respecto de cómo la Santa Sede se vincula con los maristas y si esto es a través de una personalidad jurídica u otra cosa. Lo extraño, para los presentes en la cita, fue que en la toma de declaración, Scicluna no estuvo solo: durante su testimonio para la causa judicial estuvo acompañado por Bertomeu, un asesor comunicacional del arzobispado y el nuncio Ivo Scapolo. Al finalizar la diligencia, el arzobispo de Malta debió firmar el interrogatorio dirigido por Adasme y personal de la PDI.

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