El caso de la mujer que saltó del Empire State y se salvó gracias a un “milagro” inesperado

El caso de la mujer que saltó del Empire State y se salvó gracias a un “milagro” inesperado. Foto: referencial

Elvita Adams (29) dejó a su hijo con una vecina, para luego ir al imponente edificio de la ciudad de Nueva York y saltar desde el piso 86. Esta es su historia.


El Empire State es uno de los edificios más llamativos de Nueva York. Desde que fue inaugurado en 1931 hasta que se terminó de construir la Torre Norte del World Trade Center (a inicios de la década del 70), este imponente rascacielos figuró como el más alto de la Gran Manzana, con una altura máxima de 443 metros (si se cuentan su aguja y su antena).

Si bien, millones de turistas estadounidenses y extranjeros acuden a él para sacarse fotografías y guardar postales de sus viajes, esta edificación también ha sido el escenario de múltiples tragedias que han desconcertado tanto a la ciudadanía como a los agentes policiales.

Más de 30 personas se han quitado la vida lanzándose desde su parte superior, por lo que los responsables han tomado medidas —como poner rejas y designar guardias— para evitar estas situaciones.

Pero en 1979, una mujer las esquivó y se tiró desde el piso 86. Lo que ocurrió después, fue descrito por muchos como un verdadero “milagro”.

El caso de la mujer que saltó del Empire State y se salvó gracias a un “milagro” inesperado. Foto: referencial

Cómo fue el episodio y qué la salvó

El 3 de diciembre de ese año, el New York Times publicó un titular inesperado: “Una mujer sobrevive a una caída en el Empire State”.

“¿¡Cómo fue posible!?”, seguramente se preguntaron los lectores, lo que no debería sorprender a nadie.

Después de todo, aquel edificio histórico de más de 100 pisos tiene una altura colosal frente a la que se presume que ningún cuerpo debería aguantar tras caer desde sus pisos superiores.

“Una mujer de 29 años aparentemente saltó de la plataforma de observación del piso 86 anoche”, escribieron en el diario, “pero sobrevivió cuando aterrizó en una cornisa de un metro ochenta de ancho a unos seis metros más abajo”.

En otras palabras, tras lanzarse desde esa planta, cayó apenas una más abajo, por lo que los autoridades teorizaron que ese movimiento se dio gracias a una ráfaga de viento, la cual —junto con una “suerte” excepcional— le salvó la vida.

Según el citado artículo del Times, nadie del edificio vio cuando se tiró del piso 86 pasadas las 20:00, una situación poco común, debido a que en 1979 ya contaban con rejas y guardias para evitar episodios de este tipo.

Aún así, cerca de las 20:15 un vigilante llamado George Reice escuchó sus gritos de dolor después de que cayera en la cornisa.

Impactado por la situación, prefirió no moverla y llamó inmediatamente a una ambulancia, según informaciones reunidas por Infobae.

Y una vez llegó al Hospital Bellevue de Nueva York, los doctores dieron un pronóstico igual de impensado que el hecho de que sobreviviera: solo sufrió una fractura de cadera y en la evaluación psiquiátrica se le declaró en “condición aceptable”.

El caso de la mujer que saltó del Empire State y se salvó gracias a un “milagro” inesperado. Foto: referencial

Quién era la mujer que saltó

La persona en cuestión fue Elvita Adams (29), quien tenía un hijo de 10 años cuando se tiró del Empire State el 2 de diciembre de 1979.

Cuando ya estaba en condiciones para hablar con la policía en el mismo hospital, contó a los agentes que esa tarde salió de su departamento en el Bronx y le pidió a una vecina que cuidara al pequeño.

Su situación no era nada fácil. La habían despedido de su trabajo y, para sobrevivir, solo contaba con un monto mensual de $100 dólares de la época, los cuales eran facilitados por un servicio de ayuda social.

Dicha cifra apenas le alcanzaba para pagar el arriendo, por lo que esa fría mañana, el propietario del edificio en el que vivía le dijo que la desalojaría, debido a una deuda pendiente de dos meses, según reportó el citado medio.

Así que, abrumada por todas las presiones, tomó el dinero que tenía y se dirigió a la icónica torre neoyorquina para comprar una entrada.

Ya posicionada en el piso 86, esperó a que no quedara ningún turista, por lo que eso —sumado a que tampoco estaba ninguno de los guardias permanentes— , facilitó que pudiera trepar las rejas de seguridad y posteriormente lanzarse al vacío.

En palabras que Adams dijo a la policía, “estaba tan afligida que no tenía miedo, no estoy segura de si el viento me empujó hacia atrás o me alejó”.

Sea cual sea el caso, afortunadamente salió con vida.

Y pese a que después de ese episodio no se supieron públicamente más detalles sobre la mujer, su caso inspiró a obras de teatro como I’ve Been Elvita Adams, la cual plantea una historia ficticia en la que la protagonista se convierte en comediante profesional después de haber sobrevivido.

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