
¿Por qué condenaron a Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil, a 27 años de cárcel?
Además del exmandatario, otros siete de sus antiguos colaboradores fueron condenados por la justicia brasileña. Entre los cargos que les adjudicaron se encuentran intento de golpe de Estado e intento de abolir violentamente el Estado democrático de derecho.

La Corte Suprema de Brasil condenó al expresidente Jair Bolsonaro a 27 años y tres meses de prisión, luego de declararlo culpable de participar en un intento de golpe de Estado tras haber perdido las elecciones presidenciales de 2022.
Cuatro de los cinco jueves aprobaron condenar al exmandatario. Estos fueron Cármen Lúcia, Alexandre de Moraes, Flávio Dino y Cristiano Zanin.
Por su parte, el magistrado Luiz Fux votó por absolverlo y propuso anular el caso. Argumentó una supuesta incompetencia de parte del tribunal para juzgarlo.
La defensa de Bolsonaro anunció que apelará la sentencia y afirmó que considera que “las condenas impuestas son increíblemente excesivas y desproporcionadas”.
El asesor del expresidente brasileño, Fabio Wajngarten, enfatizó que presentarán “los recursos correspondientes, incluso a nivel internacional”.
Zanin declaró que en el expediente del caso hay un “universo robusto” de evidencia que refleja la participación de Bolsonaro en un intento de golpe de Estado.
Junto con ello, según rescata la BBC, dijo que tenía una “estrategia política populista” para vulnerar las instituciones del país.
Además de imponer la pena a Bolsonaro, las autoridades judiciales también condenaron a siete de sus antiguos colaboradores, quienes fueron juzgados por participar en el plan para intentar que el entonces presidente se mantuviera en el poder más allá del tiempo establecido.

Por qué el expresidente Jair Bolsonaro y siete de sus antiguos colaboradores fueron condenados en Brasil
Los delitos por los que Bolsonaro y sus colaboradores fueron enjuiciados incluyen: organización criminal armada, intento de abolir violentamente el Estado democrático de derecho, intento de golpe de Estado, daños calificados por violencia y amenaza grave, y deterioro del patrimonio protegido.
Cuatro de estos últimos son antiguos altos mandos militares en situación de retiro, quienes se desempeñaron en cargos de relevancia durante la administración del exmandatario.
Augusto Heleno fue ministro jefe de seguridad de la Presidencia de Brasil, mientras que Walter Braga Netto y Paulo Sérgio Nogueira ejercieron como titulares de Defensa.
Los tres oficiales alcanzaron el rango máximo de general del Ejército con cuatro estrellas, mientras que Almir Garnier alcanzó el máximo grado de almirante y fue comandante de la Armada de Brasil.
El proceso judicial está relacionado con el episodio ocurrido el 8 de enero de 2023, cuando miles de seguidores de Bolsonaro entraron por la fuerza al Congreso Nacional, al Supremo Tribunal y al Palacio del Planalto.
El actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva había tenido su investidura apenas unos días antes, el 1 de enero.
Bolsonaro no se encontraba en Brasil en ese momento, ya que a finales de diciembre había viajado a Estados Unidos para no estar presente en la toma de posesión.
El exmandatario ha rechazado haber tenido relación con ese levantamiento de sus seguidores.
No obstante, los jueces a cargo del caso consideraron que dicho episodio fue parte de un plan más amplio para permanecer en el poder.
Según la Procuraduría General, el complot empezó a organizarse en 2021, luego de que Lula quedara en libertad y pudiera volver a postularse a las elecciones.
Previamente, había sido condenado en un caso de corrupción. Sin embargo, la Corte Suprema dejó la pena sin efecto, a raíz de fallas en el proceso.
Desde ese entonces, Bolsonaro comenzó a criticar sostenidamente el sistema electoral brasileño y a cuestionar la confiabilidad de los mecanismos de votación. No obstante, no entregó pruebas que sustentaran esos cuestionamientos.
Más adelante, los investigadores policiales encontraron evidencia de que algunos de sus colaboradores evaluaron maneras de generar dudas sobre el sistema electoral.
Luego de perder las elecciones de octubre de 2022, pasó más de un mes hasta que Bolsonaro se pronunció públicamente: aunque autorizó el inicio de la transición, no reconoció su derrota en los comicios.

Los peritos judiciales vincularon a algunos de los colaboradores de Bolsonaro con las manifestaciones que se realizaron mientras estuvo recluido, en las cuales se exigía una “intervención militar”.
Uno de los colaboradores del exmandatario, Mário Fernandes, admitió ante el tribunal que redactó un plan para asesinar a Lula y a su vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, así como al juez Alexandre de Moraes.
Pese a que negó que fuera a presentar ese documento a alguien, la fiscalía determinó que lo imprimió en noviembre de 2022, antes de reunirse con Bolsonaro en el palacio presidencial.
Las investigaciones afirman que Bolsonaro también revisó el borrador de un documento que ordenaba la detención de jueces y que permitía convocar a nuevas elecciones presidenciales.
De la misma manera, sostienen que en diciembre de 2022 se reunió con comandantes militares para presentarles un proyecto de decreto para declarar un estado de sitio.
Sin embargo, según la Policía Federal, el plan no contó con el apoyo de los jefes militares de tierra y aire.
Aunque Bolsonaro admitió haber revisado con oficiales las “posibilidades” que tenía tras las elecciones, aseguró que todas estas estaban dentro de lo que establece la Constitución brasileña.
Durante el proceso judicial, el expresidente denunció que el caso era parte de una persecución política en su contra.
De la misma manera, su hijo, el congresista Eduardo Bolsonaro, viajó a Estados Unidos para buscar el apoyo de la administración del presidente Donald Trump, quien se ha mantenido como uno de sus aliados más firmes.
La situación llevó a que Washington incluso anunciara aranceles del 50% a los productos de Brasil, como respuesta a lo que calificó como una “cacería de brujas” contra Bolsonaro.
Después de que se confirmara la sentencia contra Bolsonaro, Trump dijo estar “sorprendido” y manifestó: “Es muy parecido a lo que intentaron hacer conmigo, pero no lo consiguieron”.
“Solo puedo decir que lo conocí como presidente de Brasil y era un buen hombre”, agregó.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, advirtió que “Estados Unidos responderá como corresponde a esta cacería de brujas”.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
3.
Este septiembre disfruta de los descuentos de la Ruta del Vino, a un precio especial los 3 primeros meses.
Plan digital + LT Beneficios$3.990/mes SUSCRÍBETE