Un celular para cada generación: Así interactuamos día a día con nuestros teléfonos móviles

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"Algunos participantes confían mucho en la tecnología y se encuentran con que no pueden 'sobrevivir' sin el teléfono móvil"

Desde que se realizó la primera llamada por celular en 1973, este dispositivo no ha parado de diversificar sus funciones y aumentar sus modos de uso. Hoy, para lo que menos se utilizan es para realizar llamadas, y su uso está fuertemente determinado por quién lo utilice y la generación a la que pertenezca.


En 1973, el ingeniero Martin Cooper fue el primero en desarrollar un teléfono celular. Sin embargo, para que se lanzara comercialmente el primero de estos equipos pasó una década, recién en 1983 salió al mercado el Motorola DynaTAC 8000X. Este teléfono era capaz de almacenar solo 30 contactos, su batería alcanzaba apenas para 30 minutos de conversación y seis horas en reposo, y su precio alcanzaba la suma de cuatro mil dólares. Por su alto costo, los primeros celulares tenían un público objetivo acotado y homogéneo.

El paso de los años, el aumento de la competencia y de los avances tecnológicos ayudaron a que el celular llegara a un público más diverso, de distintas edades y grupos socioeconómicos.

Actualmente, la industria es capaz de satisfacer las necesidades de distintos tipos de usuarios. Generaciones como los baby boomers, o mayores de 51 años; la generación X, entre 35 y 50 años; millennials, entre 22 y 34, y centennials, la generación menor a 22 años que prácticamente nació y creció con esta tecnología.

¿Cómo interactúa cada uno de ellos con el teléfono? "Para los más jóvenes, como millennials y centennials, el celular es una herramienta básica de relación", asegura el doctor en Comunicaciones e investigador de la Universidad de los Andes Ricardo Leiva. Según el académico, el teléfono móvil se ha vuelto una herramienta sustancial para quienes lo han utilizado durante su etapa de desarrollo. Además, de acuerdo a un estudio realizado en la misma casa de estudios, "los centennials usan el teléfono móvil principalmente para redes sociales, escuchar música, ver videos o jugar, pero no para estudiar o a buscar información", destaca Leiva.

La última encuesta "El Chile que viene", publicada por Cadem en marzo, da cuenta del comportamiento que tienen las distintas generaciones en redes sociales. De acuerdo al estudio, los menores de 21 años se informan y comunican principalmente por Instagram, mientras que las generaciones que superan los 51 años utilizan con mayor frecuencia WhatsApp y Facebook. La red social de Mark Zuckerberg está en retirada, al menos en la población chilena más joven.

"Es una generación mucho más homogénea en sus hábitos de comunicación, muy conectada globalmente, que consume y aprende y adopta las mismas costumbres y gustos a escala global", añade Leiva. Además, estos grupos generacionales son quienes acceden con mayor frecuencia a celulares con tecnología de vanguardia. Aunque la brecha sobre el acceso a celulares de distinta gama responde más al acceso económico que a la brecha generacional. "Es más probable que las personas de cualquier edad puedan acceder al último smartphone porque tienen el dinero para hacerlo. Entonces, entre los jóvenes puedes ver teléfonos con distintos precios simultáneamente", destaca el académico.

Las generaciones mayores, como X y baby boomers, han incorporado progresivamente el uso de smartphones a sus vidas. Sin embargo, los mayores de 35 muestran menor dependencia ante ellos. El docente de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica, Daniel Halpern, dice que "mientras más joven es la persona, más ves al mundo en función del teléfono. La tecnología te hace más dependiente de cierto hábito".

Otra diferencia que añade Halpern es que el nivel de conexión es más alto en generaciones donde la principal forma de interacción no es la pantalla. "Los jóvenes no son capaces de ver sus consecuencias offline de sus acciones online", destaca el académico de la UC.

Cada avance tecnológico ha estado asociado a facilitar la inmediatez y la ubicuidad, "lo que ha permitido a los jóvenes volverse más adictos a su comunicación y entretención a través de los móviles", agrega Ricardo Leiva. Cada avance ha facilitado el intercambio de datos, fotografías, juegos, aplicaciones para hacer la vida de los jóvenes más conectada y entretenida. Sin pantalla táctil o cámara no habría Instagram, por ejemplo. Este avance ha provocado cambios paradigmáticos en las generaciones más jóvenes. "La entrada de las redes sociales cambiaron nuestra percepción, porque se dieron cuenta de que la gente es súper sensible a la validación social, buscan el like en su actuar. Pero nunca hubo una tecnología que estuvo al servicio de esa necesidad", complementa Halpern.

Modelos específicos de teléfono para cada generación

A lo largo de la historia y desarrollo del teléfono celular se han lanzado al mercado distintos modelos de equipos destinados a públicos y generaciones objetivas.

Existían algunos teléfonos que tenían un perfil más ejecutivo, como los equipos de la línea Blackberry Bold, con acceso a planificador y envío de correos electrónicos.

Otros dispositivos eran destinados a un público más joven, como el Nokia 3320, con luces de colores y música incorporada, o el Nokia N-Gage, que aparición en 2003 y que funcionaba también como una consola de videojuegos (vendió más de tres millones de unidades).

"Ya no es tan importante el hardware, el aparato en sí, sino que la tecnología que se le incorpore y el uso que se le dé", dice el docente de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica Daniel Halpern.

En Chile, una de las aplicaciones más utilizadas es WhatsApp, sin embargo, no todas las generaciones la utilizan de la misma manera. "Mientras unos escriben de vez en cuando, otros solo mandan mensajes de audio. Eso está muy marcado por el uso que le de cada persona y, a su vez, cada generación", finaliza Halpern.

Sobreconsumo: el otro problema que se asocia a la edad del usuario

Si cada generación le otorga un uso distinto al smartphone, la utilización sobremedida de este dispositivo también genera problemas de distinta índole en cada grupo de cohorte.

Un estudio realizado por el psicólogo Mark D. Griffiths, de la U. de Nottingham Trent (Inglaterra), señala que los niños en edad preescolar y los adultos jóvenes (millennials y centennials) tienen más riesgo de desarrollar conductas adictivas relacionadas con el teléfono inteligente.

El estudio realizó más de 1.600 cuestionarios a usuarios de teléfonos inteligentes desde los tres años. Los resultados mostraron que las personas de 20 a 34 años obtuvieron la mayor catalogación "problemática de uso de teléfonos inteligentes", seguido por los de tres a 11 años y los de 35 a 50 años. Las puntuaciones más bajas fueron para los de 11 a 19 años y los de más de 50 años.

Otra investigación de la U. China de Hong Kong señala que los principales síntomas de tener un uso problemático del smartphone son las conductas impulsivas, procrastinación y exceso de aburrimiento ocioso. Estos grupos más vulnerables ante la adicción también son los más propensos a utilizar aparatos móviles de vanguardia. "Cerca del 95% de los jóvenes entre 18 y 34 años tiene un smartphone, en comparación con un promedio cercano al 50% entre los mayores de 35, con grandes diferencias entre los países", dice el investigador de la Universidad de los Andes Ricardo Leiva.

Siete equipos que marcaron la historia de la telefonía móvil

Motorola DynaTAC 8000X. Así se llamó el primer celular desarrollado por esta compañía y lanzado al mercado en marzo de 1983.

El equipo, que fue el primero en sostenerse con una sola mano, pesaba 800 gramos y medía 33 cm de alto. ¿Su precio? Casi 4.000 dólares. Pese a estas limitaciones, a un año de su salida más de 300 mil personas habían comprado uno.​

Los equipos que siguieron al pionero Motorola DynaTAC 8000X cumplían funciones limitadas y estaban muy lejos de los actuales dispositivos. Recién en 1994 apareció el IBM Simonm, un celular considerado como el primer smartphone y el primer teléfono con pantalla táctil. Se vendieron alrededor de 50 mil unidades en un año, pero su batería duraba menos de una hora.

En 1996 surgió el modelo Nokia Communicator 9000. Usaba un procesador Intel 2486 1386 y tenía 8 MB de RAM. Se podían enviar correos electrónicos, mensajes de texto y hacer llamadas. Además, fue uno de los primeros equipos en traer un teclado "qwerty" completo.

El mismo año, la compañía finlandesa creó el primer celular con juegos incorporados, el modelo Nokia 6110. Este equipo incluía agenda, calculadora con las cuatro funciones básicas y tres juegos: Memoria, Lógica y Víbora. Con el paso del tiempo se fueron añadiendo tecnologías como pantalla táctil, cámara y conexión a internet.

En 2003, Nokia lanzó su modelo N-Gage. Además de teléfono era consola portátil. Fue el primer equipo pensado en los gamers y, por supuesto, vendió más de tres millones de unidades.

Cinco años más tarde, en 2008, aparece el teléfono de la compañía Apple, el iPhone 3G. Su costo inicial fue de 500 dólares, fue considerado de alta gama y tuvo dos predecesores que se vendieron solo en EE.UU.

En abril de este año Samsung puso a la venta su modelo S10 5G. Anunciado en febrero pasado, es la última versión de la firma coreana y uno de los primeros equipos capaz de correr en las vías del 5G, lo que incrementa su velocidad de navegación entre 10 y 20 veces a su modelo hermano S10.

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