Derecho a la vivienda

SEÑOR DIRECTOR:
La columna de Ricardo Abuauad “Niños sin casa (ni cama)” revela cifras alarmantes: 84.000 niños viven en campamentos, el 18 % de los menores de cinco años está hacinado y miles no tienen cama propia ni acceso a servicios básicos. Pero estas cifras no son solo números. Como Fundación que trabaja en asentamientos precarios, vemos a diario cómo la vivienda deficiente enferma, aísla y vulnera. Niños que estudian sin luz ni silencio, madres que cocinan con lo que recolectan, familias que repiten el ciclo de pobreza por generaciones.
La vivienda no es solo un techo: es un derecho clave para la protección, el desarrollo y la dignidad. Hoy, ese derecho está lejos de garantizarse, y lo que es peor, lo hemos naturalizado. Urge una política pública que deje de mirar a la infancia vulnerable como categoría estadística y la reconozca como una urgencia ética. Porque ningún niño debiera crecer sin cama, sin barrio, sin futuro.
Paz Donoso
Directora ejecutiva de Fundación Quiero Mi Casa
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