Michael Hutchence, "Never tear us apart" y la imposibilidad de vivir para siempre

Michael Hutchence1
Michael Hutchence.

"Never tear us apart" de INXS es un blues, como lo concibió su compositor Andrew Farris, pero también un vals, de pausa dramática y saxo furioso, con la hermosa Praga de fondo en su video. Aunque quizás la mejor denominación sea un "lento", banda sonora de fiestas de adolescentes inexpertos y promesas al oído. Como esa de vivir mil años, que el propio Hutchence incumpliría trágicamente.


Sonríe Isaac Newton cada vez que alguien se le cae el carnet, confirmando mejor que cualquier experimento, su ley de gravedad. Pruébelo usted mismo y vea que el documento se precipita al suelo y no rebota, ni vuela. Nada. Sólo se queda ahí en el piso, inmóvil, recordando la edad del poseedor, la inclemente espalda cuando lo recoge y las peripecias que llevaron a tantos años comprimidos en ese plástico.

Ahí, en la bruma de esa memoria larga, ocupa un lugar especial "Patada" de Inxs. No hablamos de Kick (Atlantic, 1987), que eso es de reediciones en CD o descubrimientos tardíos. Si vamos a ser exactos, nos referimos a un cassette blanco, de costado amarillo, con "Nueva sensación", "Te necesito esta noche" o "El demonio en mí", presentadas en un español algo literal. Si se rieron del supuesto estreno de "El bromas" en lugar de "El Joker" en España, les contamos por aquellas épocas en las disquerías uno se encontraba con títulos como "Siete y el andrajoso tigre" (Duran Duran) o "Resbaladizo con lluvia" (Bon Jovi) sin mayores problemas.

En esa postal de pre globalización, "Patada" como Faith (George Michael) o Hysteria (Def Leppard), representaban el contacto con "lo moderno", en discos tan llenos de singles que operaban de mixtapes involuntarios. Ya se sabe, aquellos cassettes que no requerían ser cambiados y que evitaban la estratégica fuga de tu compañero/a preferido/a. Pero, maldición, en ocasiones, el lento no llegaba, la ansiedad crecía y la sobredosis de papas fritas y Bilz se veía tan claramente en el horizonte del junkie.... ¿Oye, después de qué canción suena "Nunca nos separemos"?

https://www.youtube.com/watch?v=_VU9DjQpvMQ

Todos tenemos alas…

Muy justificadamente, todo comienza y termina con Michael Hutchence, como en el reciente documental Mystify (Richard Lowenstein, 2019) y, por ello, ya volveremos a él. Antes, no está de más recordar que fueron los otros 5 integrantes históricos, quienes mantuvieron viva la banda desde 1977 hasta el último respiro en 2012, sin alteraciones de alineación.

https://culto.latercera.com/2019/09/11/documental-michael-hutchence-inxs-trailer/

Fue en Sydney, donde a los hermanos Jon, Andrew y Tim Farris, se les unirían Kirk Pengilly, Gary Gary Beers y un chico de apenas 17 años, quien habiendo vivido algunas temporadas en Hong Kong y California, se interesaba en la poesía y ya presentaba maneras de una estrella de rock.

Luego de foguearse en la escena de clubes australianos y obtener el éxito en Oceanía, Inxs apuntó a Europa, primero y después al estrellato universal. Confiados en su solvencia instrumental, un endiablado sentido del ritmo y el carisma de su vocalista, intentaron todo para ser el grupo número 1 del mundo, lo que lograron por un par de temporadas. Y cuando el viento les jugó en contra, siguieron jugándosela hasta desfallecer.

https://www.youtube.com/watch?v=JRIFR3hkIpo

Cuando se habla de la música de los 80s y sólo se tiene en mente el reciclaje de plástico que se debe de hacer con su vestuario y sonido, se está obviando un aspecto central: el carácter mutable de su "modernidad". Un buen artista de aquella época, cambiaba todas las veces necesarias para no perderse del horizonte visual de su público. Si no, pregúntenle a Madonna que, vía colaboración con Maluma, demuestra a sus 61 años qué pocos escrúpulos hay que tener cuando se quiere entretener de verdad.

Inxs estaban en esa misma categoría y lo comprobaron en sus 3 décadas y media de trayectoria. Comenzaron con pub rock, pop sintetizado y funk amigable, para luego usar bases electrónicas, cuartetos de cuerda y guitarras furiosas en tiempo record. También, hicieron clips penosos, cinematográficos o preparadamente espontáneos; salieron con modelos y cantantes famosas, se hicieron amigos de Ray Charles y, sin lugar a dudas, le gustaron a Carolina de Mónaco y a Lady Di.

Al final, cuando en los 90s el grunge parecía haber dado cuenta de ellos, renegaron del plástico y en un amago de resurgimiento en 1997, su vocalista murió aplastado por la fama, sin ningún mensaje contra las corporaciones o a favor de las ballenas polinésicas.

¿Y los sobrevivientes? Bueno, se las ingeniaron invitando a cantantes nuevos, luego con realities buscando cantantes nuevos y, por último, a través de una serie de televisión, sobre, ejem, el que falleció y los obligó a buscar cantantes nuevos. Como un apartado que, tristemente, no prosperó quedaría la unión en vivo con otro de ética ochentera (ya se sabe, me puedo merendar el mundo sin la ayuda de nadie más) como Terence Trent D'arby en 1999 para la inauguración del Estadio Olímpico de Sydney.

https://www.youtube.com/watch?v=ZhD6vgJB5_8

…pero algunos no sabemos por qué

Doce millones de discos después las cosas cambian. Así comentan los que lo han vivido, por lo menos. Kick puso a Inxs en las grandes ligas y su inercia provocó que el siguiente X (Atlantic, 1990), mantuviese el tirón de popularidad, a pesar de que los singles careciesen del mismo impacto. Como registro de esa época, ahí está Live baby live. Wembley Stadium que documenta el concierto en Londres del 13 de julio de 1991 y que se podrá ver desde noviembre en cines, con remasterización de Giles Martin (hijo de George y responsable de las últimas reediciones de The Beatles).

https://www.youtube.com/watch?v=8R6VHy_HaBg

Con el paso de los años locos, mientras el resto de la banda se asentaba en sus tranquilas vidas de millonarios en Australia, Hutchence mantenía el ritmo agitado moviéndose entre diferentes continentes en los atractivos brazos de Helena Christensen o Kylie Minogue. Transformado en carne de publicaciones del corazón, el bandido de Hutchence no sólo generaba comentarios en voz baja por "malear" a Kylie (además de juntarla con un amigo personal llamado Nick Cave para un dueto posteriormente), sino por "separar" a Sir Bob Geldof, músico y organizador de Live Aid, de la presentadora de televisión Paula Yates y sus hijos.

Así, mientras la banda intentaba enrielarse tras el experimento de Welcome to wherever you are (Atlantic, 1992) y el falso garaje de Full moon, dirty hearts (Atlantic, 1993) con el plásticamente honesto Elegantly wasted (Epic, 1997), Hutchence vivía su infierno privado a espaldas de ellos. Finalmente, el 22 de noviembre de 1997 sería encontrado muerto en un hotel en Sydney, con el misterio suficiente para generar más explicaciones de las necesarias.

https://open.spotify.com/album/6p6RTnoHCJMnMx2jcK4oGu?si=uWJDOwSyTRaXDFa-JNyV4Q

Paula Yates, madre de su hija Tiger Lily y fallecida de sobredosis poco después, desechó desde el inicio la idea del suicido por angustias personales y lo atribuyó a una asfixia autoerótica. Por su parte, Rhett Hutchence, hermano de Michael, en su libro Total XS (New Holland, 2014), puso el acento en la depresión y el consumo de drogas como antecedentes de su suicidio. Y si se quiere una fotografía de aquello, relata que Yates le habría dejado un gramo de heroína como último regalo a su ex pareja al acercarse al féretro en su velatorio. Non stop.

Muriéndose antes del reconocimiento que, años después, se le dispensa a todo aquello que nos recuerda, maldición, a fiestas con cassettes, Bilz y mocasines; Hutchence se perdió una buena cantidad de homenajes a su obra. Kick sería reversionado por Beck en su Records Club junto a St. Vincent, Liars y Os Mutantes; la banda recibiría el halago de gente como Arcade Fire, U2 o Nile Rodgers y, sobre todo, Never Tear us apart se transformaría en una suerte de standard para el nuevo siglo.

https://www.youtube.com/watch?v=XeaO7D7jB1A

Joe Cocker y Tom Jones la llevarían a sus terrenos con gracia, evidenciando la naturaleza blues del original, como la compuso Andrew Farris. Adele, por su parte, la ha mencionado como su canción preferida de la vida, sin atreverse aún a publicar su versión, lo que sí hizo Ben Harper acompañando a los mismísimos Inxs en Original Sin (Epic, 2010), un álbum de autotributo con Tricky, John Mayer y Rob Thomas a bordo.

"I'm loooooonelyyy", cantaba engañoso Michael Hutchence en Wembley en 1991, para luego rematar a voz baja y frente al delirio masivo "…but not tonight". No estaba solo esa noche, ni tampoco las siguientes, pero no bastó. Se ha hablado de las presiones de la fama, los líos legales entre Yates y Geldof por la custodia de sus hijos e, incluso, un problema neurológico luego de una pelea callejera, como se revela en Mystify. Nada que se vislumbre, en todo caso, en ese Hutchence de inicios de los 90s, quien pletórico haría vino con tus lágrimas y viviría, como si nada, la friolera de mil años.

https://www.youtube.com/watch?v=LruIZwlTyBk

https://culto.latercera.com/2019/10/18/documental-michael-hutchence-inxs-suicidio/

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