Ringo Starr: “Aunque es más difícil empezar, al menos hoy está la oportunidad del streaming”

Ringo

El baterista de The Beatles mira por el retrovisor y entrega un balance de sus ochenta años de vida. Dos entrevistas aparecidas hoy lo perfilan desde sus días como el trabajador de una fábrica que soñaba con irse a Texas, hasta el joven que estuvo en el lugar indicado para embarcarse en la mayor aventura que ha conocido la música popular.


Sir Richard Starkey, más conocido por el mundo como Ringo Starr, siempre ha sido un tipo con suerte. A los trece sobrevivió a una tuberculosis tras casi dos años de internación, mientras para matar el tiempo durante su hospitalización alguien le regaló baquetas de batería que él empezó a golpear contra todo lo que estuviera enfrente. Y acertó a pasar en el momento adecuado cuando George Martin destituyó a Pete Best y, de un día para otro, un 14 de agosto de 1962, se vio en medio de la mayor aventura que ha conocido la música popular.

Aquí viene el sol

Cuando se está frente a un beatle, o al menos al otro lado de la pantalla, dos asuntos llaman la atención de sus interlocutores. Primero: resulta difícil creer sus ocho décadas de vida. “Con su cabello evidentemente teñido, su ropa jovial y su sonrisa inconfundible (...) parece superar apenas los 60”, lo describe el periodista que lo entrevistó para el diario barcelonés La Vanguardia. “Como si hubiera hecho el mismo pacto con el diablo que Keith Richards (para sobrevivir a sus adicciones), pero en el caso de Starr para conservar la eterna juventud”, opina la autora de la entrevista que lleva hoy El País.

Lo segundo es que, a pesar de ser hoy uno de los músicos más ricos del mundo, con una fortuna superior a los 340 millones de dólares, sorprende que cuando habla se puede escuchar al niño que vivió en la pobreza más paupérrima en su Liverpool natal y al obrero de una fábrica que soñaba con irse a Houston para estar más cerca de su ídolo musical Lightnin’ Hopkins, antes de que un encuentro fortuito lo convirtiera en uno de los fab four.

En mi vida

“Siempre me ha encantado el blues. Supongo que todo el mundo sabe que cuando tenía 19 años intenté emigrar a Estados Unidos para irme a vivir a Houston, Texas, porque yo quería estar en el mismo lugar en el que vivía Lightnin’ Hopkins, que era mi cantante favorito de blues de todos los tiempos”, cuenta el músico al medio catalán, “incluso yo tenía una lista de fábricas en las que podía llegar a trabajar, porque en ese momento trabajaba en una fábrica”.

Ringo recuerda que junto a un amigo fueron a la embajada de Estados Unidos y llenaron los formularios para mudarse de continente. “Y cuando llevamos esos papeles nos dieron aún más formularios, con más preguntas, hojas y hojas para llenar. Pero al final nos hartamos. Hubiera sido una mudanza interesante si hubiera ocurrido”.

Cuando empezó a escuchar música le impresionaba el country, nombres como Hank Williams o Kitty Wells, sonaban entre sus tempranas influencias. “Recuerdo haber visto tocar a Willie Nelson con traje en aquellos tiempos. Además él componía grandes canciones. Lo mismo vale para Johnny Cash”, dice el músico. Cuenta que empezó a tocar con bandas en la fábrica en la que trabajaba. Tocaba con Rory Storm y luego pasó “a la mejor banda de todos los tiempos, The Beatles, que siguen siendo relevantes hoy para las nuevas generaciones. Si les interesa la música van a escuchar lo que hicimos”.

Ringo

El scouser reclama que todo el tiempo le hacen la misma pregunta: ¿qué bateristas te gustaban? “Y la verdad es que yo escuchaba discos por la música, no le prestaba atención a los bateristas, aunque mi héroe sea Cozy Cole”.

Hoy, en su cumpleaños número ochenta, se pregunta qué hubiera pasado si siendo un adolescente hubiera conseguido la visa para irse a Texas. “Era un gran sueño para mí. ¿Y si me hubiera quedado con Rory and the Hurricanes? Muchas veces pienso en cuando tenía 13 años y estaba en el hospital con tuberculosis. Venía una maestra de música para entretenernos y fue ella quien me dio una pequeña batería para que tocara. Desde ese momento, lo único que quise ser fue baterista. Mírame ahora: lo sigo haciendo. Por suerte me ha tocado ser parte de una industria maravillosa. Podemos seguir hasta que nos den las fuerzas. En mi caso, tengo planes para seguir mucho más allá de mis 80…”

Con una pequeña ayuda de mis amigos

Para su celebración número ochenta planeaba poner un gran escenario frente al edificio de Capitol Records en Hollywood, pero la crisis sanitaria modificaría el curso de su idea. “Vendrían amigos a tocar para la gente que se reuniera allí. Estuvimos planificando durante un año pero como todos sabemos las cosas han cambiado un poco. Da lo mismo en dónde estés en el mundo, allí está el virus. Así que para celebrarlo le he pedido a algunos de mis amigos que me envíen filmaciones de sus conciertos y estoy usando algunas de los que hice con los All Stars el año pasado. Va a ser distinto, lo haremos por Internet, pero no faltará paz y amor”, dice Ringo.

El Ringo’s Big Birthday Show tendrá lugar hoy, en el canal de YouTube del músico, a partir de las veinte horas de Chile (cinco de la tarde de Los Ángeles), y contará con invitados como Paul McCartney junto con otros músicos como Joe Walsh, Sheryl Crow o Ben Harper, quienes se unirán a la fiesta con interpretaciones caseras o fragmentos nunca vistos de sus conciertos.

Tres gatos geniales

Los niños son una bendición, sobre todo para alguien como Ringo que fue hijo único. “Mi mayor sueño de chico era tener un hermano mayor”, cuenta el ex beatle sobre su anhelo. “Era un sueño imposible. Pero la vida me recompensó: estuve en la mejor banda del mundo y adoraba a cada uno de sus integrantes, eran como hermanos para mí. Tuve tres hermanos, John, Paul y George, por eso siento que la vida fue muy buena conmigo”.

Luego de la separación de los Beatles, las distancias entre ellos se hicieron evidentes. John y Paul se peleaban a través de las canciones y los titulares. George, al principio distanciado de Paul, terminó alejado de John luego del éxito arrollador de All things must pass. Fue Ringo el que mantuvo la mejor relación con el resto en esos años. Era el fab four al que todos acudían, al que todos invitaban a sus grabaciones. De hecho, participó en discos de los tres y también en shows, y era, también, al que los demás le cedían composiciones. Ese era un logro que solo el baterista podía conseguir.

Si bien era el más inofensivo en términos de competencia, Ringo también propugnaba la unión. Ante los periodistas prefería evitar la hipocresía y, por ejemplo, nunca llegó a negar las peleas entre los cuatro. “No se debe simular que los hermanos no se pelean”, decía, “porque las peleas entre hermanos son las peores de todas, las más cruentas. Pero también las más fáciles para reconciliarse. Y nosotros fuimos cuatro hermanos”.

Oh Yoko!

“Fue inolvidable”, responde Ringo Starr sobre la primera impresión que le dio ver a Yoko Ono en el estudio donde grababan los Beatles, “porque entré y ella estaba en la cama. Nuestras esposas nunca venían a las grabaciones. Maureen, mi esposa, que en paz descanse, si estuvo 45 minutos en los ocho años que yo estuve con los Beatles, fue mucho. Ella llegaba, decía hola y se iba. Es que estábamos trabajando. Por eso encontrarme con la cama y con Yoko en el estudio fue muy raro”.

Lo primero que hizo el grupo fue preguntarle a John qué era lo que estaba pasando. “Le dijimos ‘estamos en el estudio y Yoko está aquí’. John me dijo: ‘cuando vas a tu casa Maureen te pregunta cómo te fue y le dices que hiciste algunos temas, o que te tomaste un té. Lo que nosotros queremos hacer es que ella sepa exactamente lo que estoy haciendo y que yo sepa exactamente qué es lo que ella está haciendo. De esta manera nos vamos a conocer mejor’. Y eso fue todo, no tuve ningún problema después de esa conversación”.

“Nunca me sentí incómodo con ella y toqué en el primer disco que hizo con John, Plastic Ono Band”, dice Ringo, “nos apoyamos el uno al otro y si nos vemos nos saludamos con afecto. La vi hace un par de años en Nueva York”.

Nunca cambies

Sobre el ascenso de los Beatles, Ringo es cauto. Dice que nadie imaginaba que iban a durar. “Cuando recién comenzamos nos rechazaron varias discográficas. Lo que ha cambiado en relación a cómo lo hicimos nosotros es que es más difícil encontrar dónde empezar”.

Hoy, dice en su experiencia, hay muy pocos clubes para ir a tocar con una banda. “Son todos grandes espacios para ganar dinero, por lo que las oportunidades solo son para los que ya son conocidos. Al menos hoy está la oportunidad del streaming. Puedes ver a todos en Internet incluyendo a los Beatles”.

Ringo

El músico reconoce que las cosas han cambiado desde que empezó: “Los discos eran de 78 y más tarde fueron de 45. Ni hablar de los cassettes. Pero hoy los chicos pueden poner sus cosas en Internet. Es una manera diferente de buscar tu camino”.

Déjalo ser

Sobre Get back, el documental de The Beatles que está preparando Peter Jackson para Disney+, y que también se ha retrasado por la pandemia de Covid-19, Ringo cuenta a El País que la grabación es fruto de las 56 o 57 horas de metraje halladas sobre el último concierto del grupo.

Si el documental Let it be utilizó apenas unos 10 o 12 minutos de la cita musical, “en ese corte no se veía mucha alegría”, asegura, “en cambio, el metraje que encontramos está lleno de risas, ves a un grupo tocando, divirtiéndose. No digo que no hubiera sus cosas. Y nos tomamos nuestros discos muy en serio. Pero Jackson ha sabido encontrar los buenos momentos. Una pena que se haya tenido que retrasar”, se lamenta Ringo.

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