El mes de Juan Pablo Izquierdo en el hospital: está con inflamación del cerebro y respondiendo bien al tratamiento

Juan Pablo Izquierdo en acción. Imagen reciente del segundo chileno que ganó un Diapason d'Or. Foto: Uchile.cl

El 4 de junio, el famoso director de orquesta ingresó de urgencia al Hospital Clínico de la UC. Su condición es tratable y ya está en habitación normal, en proceso de recuperación. Su energía intelectual, eso sí, sigue igual. Incluso ha pedido libros que revisa a medida que el descanso que debe tener se lo va permitiendo.


Desde el estallido social, con la cancelación de los conciertos, y luego con el confinamiento y la paralización indefinida de la actividad musical que trajo la pandemia, sucedió algo insólito: Juan Pablo Izquierdo se quedó quieto.

El director chileno con mayor resonancia internacional suele tener una agenda muy copada, con invitaciones de todas las orquestas. Un ritmo frenético que no se ralentizó cuando pasó el umbral de los 80 años, y que ni siquiera pudo detener un cuadro de agotamiento como el que experimentó en agosto de 2018, cuando estaba trabajando para el estreno en Chile de la ópera Lulú de Alban Berg, en el Teatro Municipal de Santiago. En ese momento, le pasaron la cuenta las jornadas de siete de la mañana a 10 de la noche, pero se recuperó en un par de meses y retomó su intenso ritmo de actividades en 2019, con alabadas entregas de El Mandarín Maravilloso de Béla Bartók con la Filarmónica de Santiago y Tres piezas de Wozzeck de Alban Berg, con la Orquesta Sinfónica de Chile, entre decenas de conciertos.

El silencio obligado que ha impuesto la pandemia a la música en vivo, ha mantenido ahora fuera del radar público al maestro Izquierdo, quien el 21 de julio cumplirá 85 años de edad. Sin embargo, no hay certeza de que pueda celebrarlo en su propia casa, puesto que está internado desde el 4 de junio en el Hospital Clínico de la Universidad Católica. Ingresó de urgencia y con una pérdida del sentido del tiempo y del espacio. El diagnóstico fue rápido: estaba sufriendo una inflamación cerebral. Luego de unos días en el Intermedio Neurológico, actualmente está en el cuarto piso del Hospital Clínico UC, y está respondiendo al tratamiento.

Según su familia, no ha perdido la conciencia, y aunque su condición exige bastante descanso, ha pedido que le lleven libros y material de la Cuarta Sinfonía de Brahms, una obra que estaba estudiando antes de todo esto, los cuales revisa en lapsos breves de tiempo, cuando su estado se lo permite. También hojea diarios. El domingo pasado, por ejemplo, comentó que William Blake, el poeta y pintor inglés, habla lo mismo que se analizaba en la edición de ese día de La Tercera.

“Juan Pablo es una persona intelectualmente muy activa desde siempre. La música es su vida y eso continúa muy presente”, comenta Trinidad Jiménez, su esposa hace 48 años.

Aunque la mayor parte del tiempo debe dejar descansar a su cerebro, por la naturaleza del tratamiento, el apetito cultural de este ávido lector sigue despierto. Cuando conversaron sobre los 70 años que se cumplían de la publicación del Canto General de Pablo Neruda, dijo “¡Qué gran cosa!”, y se explayó apasionadamente sobre la obra.

La condición es tratable, y puede tomar un tiempo indeterminado. Pero está respondiendo al tratamiento para desinflamar su cerebro. El alta, evidentemente, dependerá de los equipos de neurólogos que se turnan en el hospital, como medida de precaución ante el Covid-19.

Un favorito del público

Premio Nacional de Música 2012, Izquierdo es el primer director chileno que logró un puesto clave en el extranjero, cuando en 1966 se convirtió en director asistente de Leonard Bernstein y la Filarmónica de Nueva York. Allí, en un ensayo, impresionó tanto a Claudio Arrau, que el pianista gestionó que lo invitaran a conducir a Holanda. Así se inició su carrera internacional.

Dirigió por 20 años el Centro de Estudios Orquestales de Carnegie Mellon en Pittsburg, Estados Unidos, y reside en nuestro país desde 2008, cuando asumió la titularidad de la Orquesta de Cámara de Chile. La ejerció por siete años, consolidando una temporada anual de 80 conciertos a lo largo de todo el país y con 100 mil asistentes.

Su proyecto estrella en Chile fue la renovación de la Orquesta Filarmónica de Santiago: entre 1982 y 1986, como su director titular, elevó su nivel artístico y técnico y expandió su repertorio con gran éxito, estrenando obras como la Sinfonía Turangalila de Olivier Messiaen, y el ciclo de las sinfonías de Gustav Mahler. Renunció por una censura política, y cuando volvió a actuar con la Filarmónica, en 2011, las entradas se agotaron con semanas de anticipación.

Izquierdo es, además, el favorito del público, como atestiguan las 15 mil personas que repletan la Quinta Vergara cuando él se presenta, y ese reconocimiento, el de la ciudadanía, es quizás el que más le importe. “Hay un público que tú estás enseñando”, dijo hace sólo cinco años.

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