Lota da un paso clave para ser Patrimonio de la Humanidad

La mina Chiflón del Diablo fue la primera mina submarina del mundo. Fue declarada Monumento Histórico en 2009. Foto: Teresa Fischer/Consejo de Monumentos Nacionales.

Tras varios años de trabajo conjunto de la comunidad local, el Estado y la academia, el Conjunto Minero de Lota ingresará a la lista tentativa de la Unesco. Ya se trabaja en el expediente para la postulación.


De lectura obligatoria, el efecto de Subterra (1904) es inmediato en 7° básico. Los cuentos de Baldomero Lillo impactan al saber que a esa misma edad había niños que ya tenían cuatro años de experiencia como aguatero o dos como lampareros, en la oscuridad, la humedad y rodeados del mortal gas grisú.

Ya en 1960, el poeta Lawrence Ferlinghetti diría que había visto las mismas condiciones que en el Pittsburgh del siglo XIX después de bajar a la mina, junto con Gonzalo Rojas y Allen Ginsberg. Meses después, Sergio Bravo documentó en Marcha de los mineros del Carbón a 35 mil obreros caminando 40 kilómetros.

La mina de Lota fue cerrada en 1997, tres años después de que 21 mineros murieron por una explosión de gas grisú. Sin embargo, como dice Elizabeth Aguilera (65), nacida y criada en esa localidad, “ningún lotino ni lotina escapa del duelo del cierre”.

Aguilera es presidenta de la Mesa Ciudadana de Patrimonio, Cultura y Turismo de Lota, asociación que reúne a 24 organizaciones de la sociedad civil, y vive hace 42 años en el Pabellón 20 de Lota Alto.

“Tengo en la sangre la cultura lotina. Mi abuelo, mi papá y mi marido trabajaron en la mina. Como cualquier trabajo extractivista, en la mina tienes que esperar que la naturaleza siga sus leyes, porque la estás desafiando. Cuando hay hombres horadando la tierra a 500 metros bajo el mar, por muchas precauciones que tomaran siempre había accidentes”, comenta Aguilera.

Agrega que “era un trabajo de alto riesgo y con muchas pérdidas de vida. Estamos recopilando cuántos mineros murieron en la mina y ya llevamos más de mil”.

Como Mesa Ciudadana de Lota, cuenta Aguilera, llevan doce años impulsando la idea de que Lota merece ser Patrimonio de la Humanidad, y tuvieron eco.

La ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, confirma que “durante los próximos días el Estado de Chile enviará el formulario para presentar al Conjunto Minero de Lota, a la Lista Tentativa del Patrimonio Mundial Unesco. Este es el primer paso formal para la futura postulación y un hito clave para lograrlo”.

La postulación se podrá hacer después de que Lota cumpla un año en la lista tentativa, y ya se está trabajando en el expediente.

“El Estado está recogiendo un antiguo anhelo de la comunidad para hacer de su patrimonio un factor clave para potenciar y proyectar su desarrollo hacia el futuro”, remarca la ministra.

Para la dirigente Elizabeth Aguilera, “éste es un paso muy importante. Significa que el Estado está reconociendo que el patrimonio lotino es internacionalmente válido, y es algo que sentimos que el Estado nos debe, porque Lota y toda la cuenca carbonífera fueron el motor del desarrollo de Chile por 150 años”.

Gracias a la producción del carbón, de hecho, se desarrollaron las industrias del salitre y del cobre, porque fue el combustible de los hornos reverberos.

El Conjunto Minero de Lota se extiende por 180 hectáreas y lo integran el Parque Isidora Cousiño, la mina Chiflón del Diablo, la planta hidroeléctrica Chivilingo y el sector de Chambeque. Todos son monumentos históricos. Se propone como zona de amortiguamiento el área urbana de Lota Alto, que es Zona Típica.

"Destaco el valor y potencia de la cultura lotina, la que se mantiene hasta hoy muy viva, y que comprende una dimensión profundamente colectiva y comunitaria. Esto les permitió desarrollar condiciones excepcionales para adaptarse a un territorio, desarrollando técnicas pioneras para la extracción del carbón y creando una cultura particular y valiosa, con tradiciones y expresiones únicas como lo es el pan minero y la carbonada", dice la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés.

Para llegar a este punto, de la lista tentativa, la Subsecretaría del Patrimonio articuló en 2019 el plan “Lota, hacia un sitio de Patrimonio Mundial”, con el concurso del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), el Servicio del Patrimonio, la Municipalidad de Lota, Corfo, la Subdere, el Gore, el Minvu, el MOP, las universidades de Concepción y Biobío y la Mesa Ciudadana de Lota.

El trabajo, eso sí, viene desde mucho antes: ya en 2011, Emilio de la Cerda, subsecretario del Patrimonio, viajó al sitio a evaluar los serios daños que había dejado el terremoto de 2010, cuando era secretario ejecutivo del CMN. Desde entonces, se ha desarrollado una agenda que fue ampliando la protección legal de los sitios, y se fueron también realizando obras de emergencia, por ejemplo, en Chivilingo, que fue la segunda central hidroeléctrica de Latinoamérica, y algunas restauraciones.

La Casa Jacarandá es el portal de entrada al Parque de Lota y se están rehaciendo sus fundaciones. "Estaba en un estado calamitoso", comenta el subsecretario del Patrimonio Emilio de la Cerda. Foto: Ministerio de las Culturas.

Entre los atributos que garantizan que este bien tiene un valor universal excepcional, como exige la Unesco, se destacan el sistema constructivo pionero del yacimiento mismo, a 500 metros bajo el mar y el valor urbano de Lota Alto, que sigue el esquema de las company town, con viviendas diferenciadas.

También, su doble dimensión épica y trágica. “Es una hazaña de la humanidad en cuanto a adaptarse a un territorio; explotar los mantos de carbón subterráneo representó un enorme desafío técnico”, explica el subsecretario Emilio De la Cerda. “Igualmente, los accidentes y la muerte de los mineros son parte de la historia, todos los lotinos tienen experiencias dramáticas familiares”, agrega.

Para la ministra Valdés, también es clave “el valor y potencia de la cultura lotina, que comprende una dimensión profundamente colectiva y comunitaria. Esto les permitió desarrollar condiciones excepcionales para adaptarse a un territorio”.

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