Columna de humor: Diego Urrutia, el dueño del like

Foto: Dedvi Missene.

Yerko Puchento tenía razón cuando decidió bajarse del show en la Quinta Vergara. Esa no era su noche ni menos su público. Su nicho es más adulto. Urrutia, en cambio, linkeó con el auditorio con temáticas juveniles


La vieja máxima dice que cuando se presenta una oportunidad, hay que aprovecharla. Y Diego Urrutia, el hombre encargado de las risas en la segunda jornada del festival de Viña, no dudó en sumarse a la parrilla programática apenas seis días antes de su, hasta ese minuto, improbable presentación. Fue un gesto de valentía y convicción en su capacidad que, solo por ese hecho, hizo que se ganara la simpatía de la mayoría –me incluyo- antes de lanzar su primer chiste.

Urrutia, temuquense de 28 años, ejerció su rutina como si estuviera actuando en un bar frente a quince personas. Con soltura y tranquilidad, pegó su primer golpe con inteligencia: de entrada, hizo chistes sobre tik tok, la red social donde se hizo famoso. Un guiño efectivo al mayoritario público adolescente presente en la Quinta, que celebró de inmediato su rutina.

Foto: Dedvi Missene.

Aunque maneja los tiempos entre broma y broma, el comediante tiene muchos tics de conocidos del humor del último tiempo, con los que seguramente creció frente a la pantalla: su tono de hablar es extremadamente similar a integrantes del Club de la Comedia como Pedro Ruminot y Sergio Freire, herederos, a su vez, de la dicción de Felipe Avello.

Sin saberlo, Urrutia representa, como dirían los periodistas de cancha en el fútbol, un momento bisagra en el humor. Es el siguiente nivel. Ese que logra fama y reconocimiento, primero, por redes sociales en lugar de la masividad cara a cara. Por eso no extrañó que incluyera, por ejemplo, el chiste de la polola que lo deja, que tiene miles de reproducciones en youtube y que el auditorio, en su mayoría, recordaba.

Yerko Puchento tenía razón cuando decidió bajarse del show en la Quinta Vergara. Esa no era su noche ni menos su público. Su nicho es más adulto. Urrutia, en cambio, linkeó con el auditorio con temáticas juveniles –los bailes de las mujeres en tik tok-, con cultura popular –imitó la forma de hablar de los centroamericanos- y jugueteó con gracia con el tamaño de su órgano sexual.

Tras recibir la primera Gaviota con la manoseada frase “es un sueño cumplido”, el comediante revisó –en un homenaje explícito a los shows de Avello- supuestos mensajes con humor que habría recibido en redes sociales. Luego tomó una guitarra para realizar un karaoke masivo partiendo por “Music Sessions #53′”, el último clásico de Shakira junto a temas de Bad Bunny y otros. Se llevó la Gaviota de oro. El riesgo de subir a la Quinta a última hora valió la pena.

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