“No era feliz ahí”: el amargo conflicto que terminó con La Ley y que hoy deriva en un sorpresivo retorno

El grupo anunció este miércoles que se reunirá nuevamente, tras siete años de separación, para dar un concierto exclusivo en Estados Unidos. Su última reunión empezó en circunstancias similares y terminó bajo duras tensiones entre sus integrantes.


“Después de varias conversaciones y meses de gira, hoy se cierra el último capítulo de un libro llamado La Ley”. Así empezaba una publicación en la página de Facebook de Beto Cuevas en 2016, cuando el cantante anunció de modo abrupto el último final de La Ley. Dos años antes se habían reunido con todo, lanzando un álbum y contemplando 60 presentaciones en vivo. Pero ahora había llegado el minuto de bajar nuevamente el telón.

Pero no todo estaba dicho. Ese libro que se cerró de forma intempestiva, ha vuelto a abrirse. Bésame Mucho, un festival de Los Ángeles, California que celebra la música latina, reclutó a la banda para dar una presentación única el 2 de diciembre en el Dodger Stadium. Beto Cuevas se encargó de anunciar el retorno este miércoles, el que reunirá al guitarrista Pedro Frugone y al baterista Maurico Clavería. O sea, el último elenco del conjunto, el más exitoso a nivel comercial y con el que precisamente cerraron su historia en 2016.

Eso sí, desde su círculo cercano aclaran que el espectáculo de California se asoma como “una excepción” y que no hay opciones de otras fechas en países como Chile. Por ahora, sólo será la escala en Estados Unidos.

Pese a lo concreto y específico del anuncio, la noticia igual sorprendió: en 2016 sus integrantes terminaron separados en duros términos, casi sin hablarse en los últimos meses, con posteriores dardos cruzados en la prensa y bajo la sensación de que algo se había roto para siempre. Entre los músicos latía una evidente enemistad, sobre todo en el bando integrado por Clavería y Frugone versus la otra trinchera encarnada por Cuevas.

Esa reunión de 2014 que derivó en el conflicto tuvo su inicio en el Festival de Viña de ese mismo año. Se presentaron en el cuarto día del certamen. Revelado por el propio Cuevas, el anuncio no estuvo libre de polémicas: el bajista Luciano Rojas y al tecladista Rodrigo “Coti” Aboitiz, ambos parte de la era dorada del grupo, fueron excluidos de este nuevo capítulo, enterándose por la prensa de esta reunión.

En reemplazo de Rojas estuvo Zeta Bosio, el fundador de Soda Stereo, y Aboitiz lanzó críticas, señalando que el argentino no tenía nada que ver con el grupo. Acusó a Cuevas de sólo reunirse por motivos “monetarios”.

La Ley siendo galardonados en el Festival de Viña 2014. Foto: David Cortés Serey/AGENCIAUNO

El argentino solo duró dos meses en la banda, citando el nacimiento de su hijo como la razón para dejarla. Lo cierto es que Bosio nunca se sintió cómodo en el grupo, y los chilenos no encontraban que su desempeño fuera destacado. Por tanto, nadie se hizo mayor drama con su partida ni fue una fisura lapidaria en el destino del trío. Fue una especie de augurio de lo que ocurriría después.

Siguieron el año 2015 con conciertos en Chile y el extranjero, y en 2016 lanzaron el álbum Adaptación. Fue después de este hito que se empezaron a notar las primeras fricciones de la banda: se evidenciaba una poca química entre los miembros en sus entrevistas, y poco a poco fueron cancelando presentaciones en Estados Unidos y México con poca anticipación, y razones que nunca quedaron claras. La publicación de Cuevas en Facebook dio a entender lo que estaba pasando.

Fue Cuevas quien decidió separarlos, según contaría Clavería en un video dos meses después de la ruptura, por fuertes diferencias al interior del conjunto. “Lo ocurrido con La Ley, de alguna forma, escapó de nuestras manos, después de tanto trabajar y con un futuro próspero. De alguna forma todo esto se truncó por una decisión bastante unilateral. La verdad es que nos vimos muy perjudicados no solamente los integrantes de la banda, sino que también todo nuestro equipo humano, nuestros técnicos”, contó Clavería. De esta forma se dio comienzo a un periodo de tensión y mensajes en la prensa entre los miembros.

Dos meses después, Frugone y Clavería fundaron DIACERO, proyecto con el que pretendían continuar la historia de La Ley con Rojas y Aboitiz, pero sin el vocalista principal. En su reemplazo apareció Ignacio Redard ”No se puede vivir con fantasmas. Estamos agradecidos de esa etapa, pero ya fue, ya es historia y esto es nuevo. Todos pertenecemos a ese grupo y hay un sonido en común”, decían al interior de DIACERO.

Cuevas daría su versión de la ruptura semanas después, reconociendo en una entrevista con Culto que él había tomado la decisión sin consultar a sus compañeros de banda. “Sí, la tomé yo, pero no fue sin que ellos no supieran. Y evidentemente tampoco ellos ayudaron a que no sucediera. Y mi elección fue la correcta, elegí ser yo nuevamente, ser honesto con lo que hago y no estar en un lugar sólo porque hay una estructura y un contrato”.

Una de las grandes críticas que surgieron entre los otros miembros post-separación fue el protagonismo de Cuevas. El mismo cantante reconoció en la entrevista que, por el contrario, al haber limitado su rol de liderazgo dentro de la agrupación, surgieron los primeros roces. “Se necesita un norte y un liderazgo muy claro. Cuando hay muchos cocineros en la cocina y uno revuelve para un lado y otro para el otro, es complicado que fluya la parte musical”, comentó.

Luego siguió: “Siento que en la práctica de esa democracia absoluta se perdió el norte y las cosas no se dieron, por lo que simplemente yo elegí ser feliz. No estoy dispuesto nunca más en mi vida a comprometer esa felicidad, porque yo amo lo que hago. Hacer un trabajo en circunstancias en que no eres feliz es una traición a ti mismo y a la música, entonces tuve que tomar esa determinación para no morir en vida. No era feliz”.

En la ceremonia de los Premios Pulsar 2017, Luciano Rojas aprovechó el momento en que recibía un premio para agradecer a sus compañeros del grupo, excluyendo a Cuevas, por lograr el reconocimiento internacional del grupo. Después de esos dichos, mencionó a Culto que “el aplauso del público al mencionar a mis amigos me hizo sentir muy orgulloso y agradecido. Ellos lo vieron a distancia y sé que estaban muy emocionados también, porque les di un reconocimiento que Beto Cuevas nunca les ha dado”. Seguiría apuntando sus dardos hacia Cuevas al año siguiente, acusándolo de apropiarse el trabajo de mucha gente y tildándolo de egoísta.

“Esto será un regalo para todos nuestros fans y prometemos dejar el alma en el escenario”, dice el comunicado que anuncia el retorno a los escenarios de la banda en California. Al parecer, el grupo debió hacer un arduo trabajo para superar sus diferencias.

Contactados para esta nota, desde el círculo laboral de La Ley aseguraron que aún no darán entrevistas.

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