Mi novia obtuvo el ascenso de mis sueños: las claves de Juego Limpio, el electrizante thriller que sacude al streaming
Phoebe Dynevor y Alden Ehrenreich protagonizan el primer largometraje de Chloe Domont, un filme que indaga en las tensiones que se producen entre dos analistas de Wall Street que comparten una relación y lugar de trabajo. Tras su celebrado debut en el Festival de Sundance, llegó a Netflix hace unos días.
Emily (Phoebe Dynevor) y Luke (Alden Ehrenreich) conforman una joven y promisoria pareja. Viven en un amplio pero modesto departamento en Nueva York y, según se revela en los primeros minutos de película, están cerca de formalizar su relación.
Tras ser introducidos en una acalorada escena en una boda, se advierten potenciales problemas entre ambos: la empresa de Wall Street para la que trabajan tiene prohibido cualquier clase de vínculo romántico entre colegas y el implacable dueño de la firma (Eddie Marsan) la selecciona a ella para que ocupe un codiciado puesto en la compañía.
Se trata del tipo de ascenso que él siempre soñó, pero para el que probablemente Emily tenía mejores aptitudes. De ahí que no sea extraño que él no sea totalmente convincente cuando le expresa su felicidad por su logro. Por su parte, ella debe lidiar con la presión del cargo y con relacionarse de una manera distinta con un entorno masculino que ha aprendido a navegar con habilidad durante años.
Ese incómodo escenario es motivo de interés para Chloe Domont, directora responsable de capítulos de series como Ballers, Clarice y Billions. Juego limpio (o Fair play, su título original) es su primer largometraje y le ha reportado atención desde su estreno en la última edición del Festival de Sundance. Allí fue elogiado por su descripción de una pareja puesta a prueba en circunstancias propias de un mundo sacudido por el MeToo. Ahora llega a Netflix, que adquirió sus derechos de exhibición en una millonaria cifra.
“Aunque el guión de Domont toca muchos puntos relevantes en su observación de la inseguridad masculina en un mundo de paridad femenina que cambia rápidamente, Juego limpio nunca es tan provocativo como parece pensar”, apuntó The Hollywood Reporter. “Pero el control de la guionista y directora es innegable”, aseguró.
Según el análisis de la revista Time, “Domont ha captado el aroma de una idea que flota en nuestra cultura, una idea que casi es demasiado desalentadora para articularla: las mujeres simplemente no confían en que los hombres las respeten, sin importa cuán de acuerdo con la idea de igualdad se muestre un hombre de la boca para afuera”.
No todos se mostraron de acuerdo. Por ejemplo, Little White Lies afirmó que la cinta “no logra aprovechar al máximo su brillante premisa”. El medio responsabilizó al guión, “que carece de imaginación o perspicacia”, y lo lamentó en especial por su actor principal, a quien llamó “una presencia convincente”.
Phoebe Dynevor, quien saltó a la fama gracias a su rol en la primera temporada de la serie Bridgerton, concede una actuación “estelar”, según estimó The New York Times. El medio describió al largometraje como un “un thriller erótico magníficamente malévolo sobre dos ambiciosos analistas financieros que beben demasiado, duermen muy poco y no pueden permitirse el lujo de poner sus sentimientos a trabajar”.
“Dynevor captura claramente todos los frentes por los que una mujer joven en esta línea de trabajo tiene que pasar para sobrevivir: el exterior elegante pero a prueba de balas de la sala de juntas; el acto afectuoso y seguro que se necesita para gestionar a su inestable amante; y más tarde, el gato acorralado con el pelo erizado y las garras al descubierto”, opinó The Telegraph.
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