Jesús Diamantino, escritor de terror: “Hay muchas obras que lucran con el sufrimiento de la gente en casos criminales”

Jesús Diamantino, escritor de terror: “Hay muchas obras que lucran con el sufrimiento de la gente en casos criminales”. Jesús Diamantino @ Felipe Romero
Jesús Diamantino, escritor de terror: “Hay muchas obras que lucran con el sufrimiento de la gente en casos criminales”. Jesús Diamantino @ Felipe Romero

Jesús Diamantino, escritor y académico, lanzó *Demoníaco* (2024), una novela de terror inspirada en psicofonías. Durante su proceso de escritura, experimentó agotamiento y exploró temas como el cine, la conservación audiovisual y la ética en la ficción basada en hechos reales. En entrevista con Culto, detalla aspectos sobre su novela y el proceso creativo.


Jesús Diamantino sintió en el cuerpo las consecuencias de escribir Demoníaco (2024), su última novela. Cansancio, sueño y dolor de estómago fueron los síntomas que experimentó al adentrarse en el mundo de las psicofonías, grabaciones de sonidos atribuidos a seres del más allá.

La escritura significó el repaso de más de cien psicofonías. Esta no fue una escritura placentera, estuve muchos días sin dormir. Me produjo desesperación, pasé por problemas estomacales, fui al médico incluso. Estuve muy enfermo escribiendo la novela, me vi muy desgastado. Como autor de terror, yo sé que me meto en un área oscura, uno mete el pie en el abismo de la maldad, porque si me preguntas cuál es el sentido del libro, diría que la gran metáfora es que la maldad existe”, explica a Culto.

Esas sensaciones también las viven los personajes del libro al escuchar la psicofonía del infierno, el puntapié de esta historia de 148 páginas. El texto, publicado por Planeta, sigue a Ezra, un cineasta atormentado por la pérdida de su familia, quien se verá involucrado en resolver dos muertes ligadas a ese misterioso audio.

Jesús Diamantino descubrió ese registro entre 2007 y 2008, cuando recién YouTube se estableció como plataforma. “Ahí usuarios comenzaron a tomar grabaciones de los 90, muy retro, y las pusieron en esta nueva plataforma. Trabajaba en admisión de mi universidad, estaba tan aburrido que escuché la psicofonía. Hay varias que he escuchado que son bien aterradoras”.

Al académico de la Universidad Adolfo Ibáñez le tomó cinco meses investigar sobre el tema. Uno de sus desafíos del proceso creativo fue cómo plasmar el audio en el texto, lo que resolvió a través de un código QR. “Sin hacer spoiler, en el primer capítulo se cuenta cuál fue el caso real y después viene la recreación de cuando se graba la psicofonía y ese segmento termina con lo que viven los personajes al escuchar la que se llama psicofonía del infierno. Estudié hasta demonología, consulté libros antiguos, me metí en el mundo de las invocaciones demoníacas, en el mundo de los sectarios…”, cuenta.

El libro, además de los recursos de audio, incluye lenguaje periodístico y el formato de películas. “Demoníaco siempre lo pensé como una especie de guion cinematográfico, la idea era recrear una especie de lenguaje audiovisual narrativo en un formato literario, de hecho por eso el libro es tan rápido y fluido, eso es muy consciente. Quise que el lector se sintiera como un espectador, como si fuera una experiencia inmersiva con el horror, por eso está el QR. Incluso, la ayuda de la inteligencia artificial que usan los personajes; todo eso en el fondo es el ecosistema del terror. Quise retratar una investigación paranormal como se haría hoy en día”

Un autor de terror

Jesús Diamantino ha dedicado su vida al horror. Es Doctor en Literatura, mención Literatura Chilena e Hispanoamericana de la Universidad de Chile y Director y profesor del Departamento de Expresión de la Facultad de Artes Liberales de la UAI. Fue editor de los libros Cuentos chilenos de terror, misterio y fantasía (2015) y Rutas inciertas. Nuevos cuentos chilenos de terror, misterio y fantasía (2017, Editorial Cuarto Propio), autor y antologador del libro El Legado del monstruo. Relatos de terror (2018, Zig-Zag), autor de Geografía del miedo: el desarrollo del cuento de terror en Chile (Cuarto Propio, 2022) y la novela Rural (Planeta, 2024), entre otros.

—¿Cuándo nace tu interés por lo sobrenatural?

Mi interés por el mundo de lo ominoso surge desde mi niñez. Lo primero que me gustó y que me llamó mucho la atención fue el tema de las leyendas locales y los relatos orales. Nací en una zona rural de Santiago, en Lampa, cerca de Batuco, en la calle Santa Rosa. Cuando chicos estábamos gran parte del día sin luz, y en la noche también. Por lo tanto, una de las pocas entretenciones que teníamos era que mi abuelita materna nos contaba historias de terror, relatos populares.

Demoníaco

Al final del libro le agradeces a tus amigos, “amantes de lo macabro, que me incentivan día a día a continuar por el seductor camino de la oscuridad”, según se lee.

Sí, de hecho, la mayoría de mis amigos tienen que ver con el mundo del terror, tienen que ver con el mundo de la academia. Son algunos profesores de literatura. A muy pocos, en todo caso, yo les hablo sobre los proyectos, de qué se tratan. Entonces, sí, estamos constantemente incentivándonos. Igual que ahí, yo menciono a mi hermana. Mi hermana es mi gran compañera en el mundo del terror.

Supongo que igual escuchaba las historias de la abuelita.

También, sí. Ella es más chica que yo, puedo sentirme orgulloso de decir que el hermano mayor le dio como el impulso en el terror. Ahora es toda una fanática, igual que yo. De hecho, siempre es la primera en leer todos mis manuscritos.

¿Hay alguna historia de tu abuela que te haya marcado?

Siempre me hablaba de la leyenda de un perro negro que se aparecía en los caminos. Un perro alto que incluso se paraba como un ser humano, que era casi una especie de hombre lobo. De hecho de ahí saqué la idea de esta criatura que aparece en el libro. Una imagen de un perro acechante, siempre nos hablaba que ese era el perro del diablo.

¿Has visto esa imagen alguna vez? ¿Te ha pasado algo sobrenatural?

No creo en lo sobrenatural o paranormal, es decir, no creo en el espectáculo de lo paranormal. No creo en esos programas del ghost hunter o de la medium que ayuda a la PDI, no creo mucho en el espectáculo de lo paranormal, pero sí creo que existe algún mundo con otras lógicas y principios que nuestro razonamiento. Sí, he presenciado cosas a las que les he dado inmediatamente una explicación, como las mismas psicofonías, o he estado en más de 40 recorridos patrimoniales.

0 tours paranormales.

En libro hay mucho detalle sobre el rubro del cine y la conservación de las películas. ¿Cómo llegas a esa área?

A mí me encanta el cine. Si bien mi especialidad es la literatura, que fue lo que estudié y es sobre lo que hago clases, hace bastantes años inicié la exploración de la relación entre el cine y la literatura. Soy fanático de Borges, y a Borges, en toda su obra, le obsesiona el conocimiento universal, de que todos los libros son parte de un gran libro que se escribe constantemente. Y para mí, todas las películas son parte de una gran película que se está filmando constantemente. Entonces, para mí el cine de terror es eso. Es un ecosistema muy grande en donde, de alguna manera, todo está conectado. Y de alguna forma, todo el mundo de la conservación archivística, aparte de ser algo patrimonial que quise explorar y conocer, es algo también que habla mucho sobre cómo mantenemos nuestra identidad cultural.

Uno de los personajes es actriz, e iba a participar en la adaptación audiovisual de un caso real de homicidio. Ahí se hace una crítica a las productoras que se basan en hechos reales para hacer ficción, como 42 días en la oscuridad, con la historia de Viviana Haeger o el caso Matute. ¿Compartes esa crítica que se hace en el libro?

Es algo que deslizo ahí: el cuestionamiento sobre los casos criminales que existen y hasta qué punto eso es ético o no explotarlo. Hay muchas obras que de alguna manera lucran con el sufrimiento de la gente en ciertos casos criminales, como los mismos casos que tú das, con la productora Fábula. Es una crítica al espectáculo de la violencia, que después se traslada a ciertos espacios televisivos que en el fondo es el morbo. Con esto no quiero decir que no se puede hacer, sino que apunto a cuestionarnos.

Jesús Diamantino
El escritor Jesús Diamantino.

¿Cómo evalúas el panorama del terror en Chile, es un género poco explorado actualmente por autores y autoras?

En términos generales, se cree que en Chile no hay una tradición de literatura de terror y que esto es nuevo. Hace tres años publiqué un libro que se llama Geografía del miedo, que explora el desarrollo de la literatura de terror en Chile, desde el siglo XIX hasta los años 60. Ahora estoy trabajando en la segunda parte de ese libro para abordar lo actual. Acá hay una fuerte línea de terror; Baldomero Lillo tiene cuentos de terror, Marta Brunet tiene cuentos brujeriles y autores como José Donoso, o sea, si no es terror El obsceno pájaro de la noche, no sé lo que es. Toda nuestra tradición literaria está plagada de horror. Pero qué sucede. Ha sido de alguna manera invisibilizada por una hegemonía realista, pero eso es de la crítica. Como crítico literario y parte de la academia, me doy cuenta de que existe una invisibilización de lo fantástico y el horror; se cree que todo lo que sea ciencia ficción o maravilloso son géneros menores, cuando en verdad, son géneros que simbólicamente tocan temas profundos también, reales. Sin embargo, ahora hay mayor visibilidad.

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