Culto

Un extenuante show de tres horas y críticas mixtas a la voz de Axl Rose: así aterriza Guns N’ Roses en Chile

Este miércoles 11 salieron a la venta las entradas para el show de los estadounidenses el 14 de octubre en el Parque Estadio Nacional. Una gira que ha cosechado críticas mixtas: desde destacar su historia hasta aludir a un espectáculo que peca de excesivo.

Un extenuante show de tres horas y críticas mixtas a la voz de Axl Rose: así aterriza Guns N’ Roses en Chile

Resulta curioso que uno de los aspectos más resaltados por la prensa que ha reseñado las primeras fechas del nuevo tour global de Guns N’ Roses -el que pasará el 14 de octubre por el Parque Estadio Nacional, en su séptima vez por el país- sea un punto que debería parecer básico para cualquier artista de la primera línea en la industria: ser puntuales. Aparecer a la hora.

“Han aparecido a la hora señalada. Y no me olvido que Guns N’ Roses fue una de las bandas más notoriamente impuntuales en la historia del rock and roll. Eso es un testimonio de en qué se han convertido en 2025 (…) Esta es una banda construida para perdurar por décadas”, escribe el diario The National de Emiratos Árabes Unidos, en alusión al espectáculo que los estadounidenses ofrecieron en la capital, Abu Dabi, el pasado 27 de mayo.

(Photo by Alejandro MELENDEZ / AFP) ALEJANDRO MELENDEZ

Ese párrafo es una muestra de lo que en general la crítica ha pincelado del retorno de los hombres de Patience a los escenarios (el tour empezó el 1 de mayo en Corea del Sur): se trata de una agrupación que acumula cuatro décadas de recorrido, con sus integrantes bordeando o superando los 60 años de edad -el cantante Axl Rose ya tiene 63-, que ya ha dejado atrás las legendarias fechorías del pasado, conquistando un mayor estado de madurez, aunque aquello también precipita algunas fisuras y desgastes escénicos e interpretativos. Más adultos, más compuestos, pero también batallando contra la natural marcha del calendario.

El mismo medio apunta que todo aquello hace pensar que la agrupación se proyecta para eternizarse como una suerte de marca o franquicia por muchos años más, sin importar su pálida coyuntura discográfica (su último título Chinese democracy, es del lejano 2008), muy a la usanza de referentes como The Rolling Stones.

“Y tiene sentido que siguieran los pasos de los Rolling Stones, Rod Stewart , AC/DC, Elton John y Paul McCartney, y potencialmente tocarán hasta los ochenta. Esta siempre ha sido una banda construida sobre esas influencias, lo que los convirtió en un anacronismo incluso cuando debutaron en 1985. En ese momento, su poder como unidad era tan poderoso que casi por sí solos empujaron el hard rock convencional de regreso a los años 70, la década en que el rock clásico alcanzó su máximo esplendor, para bien o para mal. Y ahora, con cada miembro principal en o cerca de los sesenta, son una de las pocas bandas que mantienen vivo el rock clásico en 2025”, escribe The National.

¿Cómo está Axl Rose?

El mismo periódico también advierte que Axl Rose no es el mismo, aunque el magnetismo del conjunto puede estar por otras vías. “Es raro que la banda se vea tan feliz y saludable. Rose ya no lleva el pelo largo ni el pañuelo, y se ve notablemente mejor que cuando la banda se reformó en 2016, lo que le permite a él y a sus compañeros disfrutar de un concierto de más de tres horas en el Etihad Arena con total naturalidad, tocando todas las notas. Slash, en cambio, se mantiene intemporal: su estilo nunca ha cambiado, ni tampoco su impecable y virtuoso estilo al tocar. Y lo más importante, su camaradería es palpable, sin signos de discordia entre ellos”, señalan.

En otro punto de Asia, en el recital que desplegaron el 17 de mayo en Mumbai, India, también hubo palabras en general entusiastas para la performance de los norteamericanos, destacando que repasan sin mezquindades todo su catálogo de éxitos, y que parten de forma letal con la clásica Welcome to the jungle, lo que no hacían desde 2012, relegándola a tramos más finales de su set de temas.

El periódico The Hindu calificó el show de “una actuación impresionante” y de una “auténtica peregrinación musical” para los fans de toda India. Y también subrayaron lo que parece lógico: no partieron con retrasos. “A las 19:00, Axl Rose, vocalista principal y letrista de la banda, inauguró el concierto con Welcome to the jungle, el tema crudo e implacable, con todo lo que hace de la banda lo que es: caos, energía, peligro y desafío”, describió el medio.

Una mirada más crítica

Sin embargo, en Europa, donde Guns N’ Roses partió su periplo el 30 de mayo en Georgia, los aplausos fueron más moderados y hubo una mirada más crítica al presente del conjunto. “Guns N’ Roses ya no harán el concierto de tu vida”, es el elocuente titular con que el diario catalán Ara describió el recital que la banda dio el último 9 de junio en Barcelona.

Para el medio, no sólo la voz de Axl Rose ya no es la misma, sino que también el propio concierto se extiende por excesivas tres horas, lo que, según definen, incluso pone a prueba la paciencia de los devotos más acérrimos.

“El cantante preserva ese carisma tan peculiar y sabe buscar la foto con Slash, pero en una misma canción es capaz de afinar rozando la catástrofe con la voz impostada y al mismo tiempo solucionar con eficacia los agudos, como ocurrió nada más empezar el show con Welcome to the jungle, o en una versión de Live and let die (Paul McCartney & Wings) que hizo sufrir más de su cuenta. En otros temas, la combinación de una sonorización discutible, las dinámicas del micrófono y el desgaste hacía que la voz perdiera aliento en la segunda parte de las estrofas más comprometidas. Pero de repente Rose recuperaba fuerzas para ofrecer lo mejor en Nightrain y Paradise city, las canciones con las que terminó la actuación. A propósito de la sonorización, lo más complicado de asimilar fue November rain. Rose, con americana negra de lentejuelas, la cantó al piano, pero el sonido del esplendoroso piano de cola llegaba amortiguado y finalmente quedó enterrado entre los riffs de Slash”, resume Ara.

(Photo by Alejandro MELENDEZ / AFP) ALEJANDRO MELENDEZ

Eso sí, Ara destaca que los nuevos tiempos le han hecho bien al grupo. Al núcleo que hoy integran los históricos Axl Rose, Slash, Duff McKagan y Dizzy Reed -reunidos desde 2016-, se sumó en marzo pasado el nuevo baterista, Isaac Carpenter, quien reemplazó a otro nombre de peso, Frank Ferrer, quien contaba años de militancia en la banda desde 2006.

“De hecho, la sección rítmica formada por McKagan y Carpenter (que ya habían tocado juntos hace años en el proyecto Loaded) fue lo mejor de la noche, impecable e imprescindible para mantener la tensión en lo más relevante del repertorio. McKagan, por cierto, cantó una magnífica versión de Attitude, de los Misfits”, reseña el periódico.

Por su lado, El País, aseveró por su lado: “Ande o no ande, caballo grande. Entre quedarse cortos o pasarse, siempre mejor la desmesura épica que no visualiza el fin, apabullar al público y dejarlo agotado para así colmar sus expectativas. Son las ideas que rigen la actual gira de Guns N’ Roses (…) tres horas de show parecieron incluso excesivas para los propios seguidores. Un botón de muestra fue el final del único concierto que ofrecieron este lunes en España, en el Olímpico de Barcelona, donde el público permaneció sentado en sus localidades aplaudiendo con rutina, en un deslucido y anticlimático desenlace que sólo levantó cabeza con las dos últimas piezas, Nightrain y Paradise City. Nada que ver con la apoteosis de otros grandes espectáculos donde el griterío y la desmesura, esta de la asistencia, mandan. Por quererse mostrar abrumadores, Axl Rose, Slash y sus compañeros situaron la meta más allá de lo que la situación requería”.

Luego sigue: “Y es que la banda ha puesto el debate donde no procede, en su forma física y en su aspecto. La primera es más que razonable, con Axl dando carreras que buenamente mantuvo hasta que lógicamente apareció el cansancio (…) Pero como si fuese un jovenzuelo y no un señor de 63 años, Axl la fuerza, un poco como Raphael, y es entonces cuando saltan las costuras. Por ejemplo, en This is love, una balada que puesta en el tramo final fue un baldón, Axel estaba cantando normal cuando de repente subió el tono en un grito que hasta asustó a las gaviotas que por allí pasaban. ¿Es que no llegar a los agudos de hace 40 años es un pecado?, ¿no es ley de vida adaptarnos como bien podemos al paso del tiempo celebrando que tenemos la fortuna de envejecer? Para Axl las respuestas parecen ser sí, sí y no”.

El País también apunta a que Slash hoy cae como guitarrista en la desmesura, en la pirotecnia excesiva, en una agilidad de dedos que busca lucimiento personal más que sustento melódico. “Una recreación del guitar hero que no está muy en consonancia con los tiempos. Eso sí les hace mayores, no los quilos, que por cierto tampoco son tantos”, define el medio.

La batalla medios versus banda

En síntesis, la prensa española mantuvo estos días una relación tensa con los autores de Paradise city: la agrupación no quiso acreditar periodistas ni fotógrafos para su cita en Barcelona, como se estila habitualmente en conciertos de todo el planeta. “Guns N’ Roses no concedió acreditaciones a la prensa española porque Axl Rose no quiere que critiquen su físico o su voz”, fue el titular de 20 Minutos para explicar tal decisión.

(Photo by Amy Sussman / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / Getty Images via AFP) AMY SUSSMAN

“En un mundo de redes sociales, donde todo el mundo tiene un móvil y decenas de miles de personas acuden a un concierto parece imposible evitar las críticas, por lo que quizá Guns N’ Roses obtenga lo mismo que dice el título de su gira: lo que quieres y lo que obtienes son dos cosas completamente distintas”, concluye el medio.

Eso sí, casi todos celebran un repertorio en vivo que nunca decae, anclado en todos sus éxitos (29 en total), además de sus consabidos covers, como Knockin’ on heaven’s door, de Bob Dylan, o Live and let die, de Wings.

“Bueno, el grupo y él cumplieron, aunque no se adivine mucho más recorrido a este ‘tour’ asentado en un repertorio con muy pocas variaciones de un año a otro. Pero son tiempos de celebración de himnos e hitos, y Guns n’Roses los suministraron en abundancia en el largo camino que nos llevó hasta Paradise city”, comentó más optimista El Periódico.

En el caso de Santiago, será la séptima venida de los nativos de Los Angeles, tras sus visitas de 1992, 2010, 2011, 2016, 2017 y 2022.Tres de ellas fueron al Estadio Nacional y en particular la memoria se clava en la primera, la del 2 de diciembre de 1992: un encuentro marcado por el retraso en la salida del grupo al show y, sobre todo, por la muerte de una fanática aplastada entre la multitud.

La preventa de localidades para su cita del 14 de octubre empezó este miércoles 11 a las 11.00 horas. Este viernes 13, también a las 11.00 horas, se inicia la venta general. Todo a través de Puntoticket.

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