Los conflictos de Pedro Castillo: la conformación de un gabinete y la convivencia con Perú Libre

Mitin de Pedro Castillo en el estadio Pueblo Nuevo en Chincha Alta. Foto: Agencia Andina

El ala dura de la colectividad está presionando para tener un lugar en el nuevo gobierno. La prensa local señala que el sector ya habría logrado posicionar a uno de los suyos en el cargo de primer ministro.


En la vísperas de asunción este miércoles como nuevo Presidente de Perú, Pedro Castillo ya comenzó a tener señales de la tensión que podría vivir en su mandato, especialmente la proveniente del ala dura de la colectividad que lo acompañó en la campaña, Perú Libre.

Castillo fue proclamado el 19 de julio como presidente electo por el Jurado Nacional de Elecciones, que demoró 43 días en revisar impugnaciones de votos y apelaciones antes de declararlo ganador del balotaje del 6 de junio frente a la derechista Keiko Fujimori.

El profesor de izquierda debe anunciar en cualquier momento los nombres de su jefe de gabinete y ministros claves. En ese sentido, señala el diario limeño La República, ante sus gestos de apertura, el ala dura de Perú Libre, que encabeza el fundador de la colectividad Vladimir Cerrón, no se ha detenido en las presiones para afianzar un lugar en el próximo Ejecutivo.

Pedro Castillo participa en caravana junto a simpatizantes en la región de Tumbes. Foto: Agencia Andina

En ese sentido, la prensa peruana señala que Cerrón habría logrado imponer a Roger Nájar para el cargo de presidente del Consejo de Ministros, aunque no es algo que esté confirmado. El encargado de prensa de Perú Libre, Frank Zegarra, había señalado en su cuenta de Twitter que Nájar era uno de los nombres que evaluaba Castillo como primer ministro. El excongresista e impulsor del movimiento izquierdista Voces del Cambio, es descrito como una “suerte de bisagra entre Castillo y Cerrón”.

“El partido es lo que ha propuesto, pero el presidente tiene otras opciones también y solamente va a depender del presidente”, dijo Nájar a la prensa tras ser consultado si iba a presidir el próximo Consejo de Ministros.

Mientras, los medios locales insisten en que Pedro Francke asumiría como ministro de Economía y Finanzas; Hernando Cevallos, en Salud; Anahí Durand, en Mujer y Poblaciones Vulnerables; Juan Cadillo, en Educación; Roberto Sánchez, en Comercio Exterior y Turismo, e Iván Merino, en Energía y Minas.

Una niña juega con un perro en San Luis de Puna, en el caserío donde nació el presidente electo de Perú, Pedro Castillo. Foto: AP

Por su parte, la vicepresidenta electa, Dina Boluarte, figura como carta para el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, aunque -según La República- también habría oposición de Cerrón en este sentido.

Si bien el excanciller Manuel Rodríguez Cuadros era uno de los más seguros para ser ministro de Relaciones Exteriores, ahora ya no se maneja esa opción.

“No voy a desempeñar ningún cargo en el gabinete ministerial”, dijo el excanciller en el gobierno de Alejandro Toledo al diario La República.

Héctor Béjar, sociólogo y docente universitario, sería la opción que ahora aparece para la Cancillería, según señaló ese medio.

La toma de mando

Tres días de ceremonias están programadas por la juramentación del nuevo mandatario, quien recibirá la banda bicolor el día en que Perú conmemora el bicentenario de la independencia.

El rey de España, Felipe VI, llegó este martes a Lima para asistir al cambio de mando, al que acudirán también seis presidentes, el secretario de Educación de Estados Unidos, Miguel Cardona, y el exmandatario boliviano Evo Morales.

La ministra de Comercio Exterior y Turismo de Perú, Claudia Cornejo, acompaña al rey Felipe de España después de su llegada para la toma de posesión de Pedro Castillo. Foto: Reuters

Castillo recibió el lunes la llamada telefónica del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, quien junto con felicitarlo, también le dijo que Washington espera de él “un rol constructivo” respecto de Venezuela, Cuba y Nicaragua.

El mandatario electo tuvo el martes en la mañana un encuentro con trabajadores de la empresa pública de agua potable y por la tarde tenía previsto reunirse con algunos de los dignatarios extranjeros.

Para el jueves se espera que Castillo viaje a la ciudad andina de Ayacucho para una juramentación simbólica en la Pampa de la Quinua, escenario de la batalla de Ayacucho del 9 de diciembre de 1824, que selló la independencia de Perú y del resto de la América española. El viernes encabezará una Parada Militar en Lima.

Congreso fragmentado

Castillo tendrá como jefa del Congreso peruano a la centroderechista María del Carmen Alva. Esto, luego de que la lista presentada por Perú Libre -conformada por distintas colectividades- no consiguiera los apoyos necesarios en la votación del lunes.

Los parlamentarios de Perú Libre al jurar sus cargos insistieron en una cambio a la Constitución.

La lista de Perú Libre fue rechazada por la junta electoral de la Cámara por fallas de procedimiento. “El Congreso garantizará el equilibrio de poderes que requiere el país”, dijo Alva en un discurso tras la votación. “Expreso nuestra disposición para trabajar junto al gobierno dentro del marco de un diálogo respetuoso (...) terminemos con el conflicto de poderes”, añadió.

Tradicionalmente, el partido que gana la presidencia del país encabeza también el Congreso al inicio del gobierno, pero uno de los obstáculos de Perú Libre para encontrar consensos con los partidos en el fragmentado Parlamento fue su plan de reescribir la Constitución, una promesa de Castillo y algo en lo que ha insistido Cerrón.

Diez partidos tienen presencia en el fragmentado nuevo Congreso de 130 miembros. Las mayores bancadas son las de Perú Libre, que cuenta con 37 escaños, y del partido fujimorista Fuerza Popular, con 24. Acción Popular, el partido de Alva, tiene 16.

No solo con el actual Congreso deberá lidiar el futuro mandatario, sino que también con los desafíos que enfrentará en su relación con los militares, tras la inesperada renuncia del jefe de las Fuerzas Armadas, el general César Astudillo, en otra muestra de que la inestabilidad política persiste en el país minero.

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