El Corriere dello Sport refuerza su defensa por la polémica portada acusada de racista

Portada Corriere dello Sport

La tradicional publicación deportiva italiana luce las críticas que ha realizado a la repudiable conducta en medio de los reproches por llamar Black Friday al choque entre Romelu Lukaku y Chris Smalling.



El Corriere dello Sport refuerza su defensa por la polémica portada acusada de racista. El tradicional diario deportivo italiano sigue en el centro de las críticas por la tapa de ayer, en la que definía como Black Friday el choque que van a sostener Romelu Lukaku y Chris Smalling en el encuentro entre el Inter y la Roma, que se disputará esta tarde en Milán. El recurso periodístico fue ampliamente reprochado incluso por otro clubes de la Serie A.

Hoy, el medio contraataca. Lo hace luciendo las portadas en las que ha reprochado el racismo. "¿Racista quién?" es el título que escoge el medio para abrir su propuesta informativa del día. Cinco publicaciones en el mismo sentido le dan sustento al discurso.

A esa manifestación se suma una nueva editorial. "Black Friday, para aquellos que lo quieren y pueden entenderlo, fue y es solo el elogio de la diferencia, el orgullo de la diferencia, la magnífica riqueza de la diferencia. Si no lo comprende, es porque no puede hacerlo. Black Friday es el título inocente de un periódico, el nuestro, que durante casi un siglo ha estado defendiendo la obstinación y la pasión, simplemente la pasión, los valores del deporte, el fútbol. Sin embargo, ha sido convertido en veneno por quienes tienen el veneno en su interior. Es un título inocente, repito, aunque está respaldado por pasajes enteros que no son equívocos ("frente a los idiotas que hacen" buu ", mañana todos debemos hacer" oooh ""; "Lukaku y Smalling unidos en la lucha contra el racismo"). Es el título de una revista que en las últimas semanas se ha destacado por sus campañas antirracistas (7 artículos vitrólicos consecutivos del subdirector Barbano, entrevistas específicas y mucho más)", manifiesta.

Y luego se detiene en las reacciones que ha producido la ocurrencia. "A pesar de todo esto, se ha desatado un linchamiento sin precedentes. ¿Pero a dónde hemos llegado? ¿En qué nos hemos convertido? Las batallas contra el racismo son algo muy serio. El rendimiento muscular de aquellos que tienen mucho más que perdonar y asociarse con los que odian la red dicen a qué nivel han caído ciertos vértices con un punto invertido; son respetables hipócritas instados por comunicadores incapaces, miembros de esas figuras que ya han realizado legacalcio con el robo de llamadas telefónicas "comprometedoras". Virtuosos de conveniencia, dignos de la definición de Sciascia adaptada a ellos: racista profesional del antiracismo. Lo admito: ayer, después de leer los primeros comentarios, sonreí con incredulidad. Pero luego la cosa se monta de una manera intolerable y despreciable. Traducciones evitadas por aquellos que se detuvieron en el título - eso sí, traducido y mal -; indignaciones de fachadas, simplificaciones, manipulaciones, copiar y pegar. Los salmones han tratado de rastrear la corriente del moralismo del accatto y de la hipocresía", sentencia.

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