La otra batalla de Azul Azul

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La U no solo deben abocarse a salvar la categoría. También tienen que definir la continuidad de varios jugadores, incluidos referentes como Johnny Herrera y Matías Rodríguez.



De la mano de Hernán Caputto, la U brega por salir de los últimos puestos en la tabla. El fantasma del descenso sigue ahí, al acecho. Pero salvar la categoría no es la única obligación para los universitarios. La otra tarea titánica que se les viene encima tiene que ver con el futuro de algunas figuras.

El listado de jugadores que culminan su relación con el club laico es amplio e incluye a varios ilustres. Incluso simbólicos, como el caso de Johnny Herrera, quien ha visto cuestionada su condición de indiscutible. Alfredo Arias comenzó con la tendencia de relegar al portero a la suplencia en beneficio de Fernando de Paul. Hernán Caputto confirmó al golero proveniente de San Luis como el estelar y recién vino a utilizar al histórico guardameta en Copa Chile. Sin dudas, la negociación respecto de su continuidad en el club estudiantil y las condiciones en que eventualmente pueda darse será la más delicada.

Matías Rodríguez también tiene contrato hasta fines de año, pero ya declaró a La Tercera que su intención es continuar en la U. Ni siquiera le inquieta la posibilidad de que el club descienda, pues confesó que incluso en ese caso está dispuesto a seguir defendiéndola. "Yo me quiero quedar, sea en la A o en la B", estableció. Su comodidad en el CDA y en el país es tal que quiere adoptar la nacionalidad chilena. El problema es el tiempo: recién el 5 de agosto cumplirá la permanencia que se le exige para optar al trámite. Y más allá de su deseo, también habrá que ver en qué condiciones negociará la extensión de su vínculo.

En todas las líneas

Otros dos integrantes de la última línea azul están en la misma condición: Lucas Aveldaño y Rodrigo Echeverría. En el caso del argentino, quien llegó precedido de una extensa trayectoria y un reciente paso por el fútbol español, la cancha parece rayada: si acumula el 80 por ciento de los minutos oficiales, su contrato se prorrogará automáticamente. Para que ese plazo se cumpla no resta demasiado, por lo que desde la concesionaria asumen que permanecerá en la institución.

En el mediocampo, los laicos arriesgan dos bajas sensibles. Una es casi una certeza: el uruguayo Leonardo Fernández llegó a préstamo por seis meses proveniente del Tigres mexicano. Está comprometido que no seguirá en la U, más allá de la buena imagen que ha dejado en los partidos que ha disputado. La continuidad de Nicolás Oroz es tanto o más compleja: Racing ni siquiera contempla la extensión del préstamo y su opción de compra está fijada en US$ 1.5 millónes.

La ofensiva es otro sector que puede verse en problemas, al menos de acuerdo al fin de los contratos. Sebastián Ubilla y Leandro Benegas . A Benegas le favorece la condición de chileno. Sin embargo, su alto salario, que bordea los $14 millones, entrampan su continuidad. Y Ubilla, en tanto, deberá esforzarse para cambiar la débil imagen que han dejado.

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